El odio feminista
El feminismo no se puede entender partiendo de su “pensamiento”, que es más bien un antipensamiento o una antilógica. Se entiende bien, en cambio, a partir de sus lemas. Creo que el que mejor condensa su ideología es este, de Kate Millett una de las más significadas “pensadoras” feministas: “El amor es el opio de las mujeres, como la religión el de las masas”. ¿Se les ha impuesto el sentimiento amoroso por efecto del patriarcado? Vaya usted a saber, pero en todo caso está claro que lo que liberaría a la mujer sería el odio. ¿El odio a qué o a quiénes? Aparentemente al varón: ¿cómo es que el varón ha gozado siempre de todos los privilegios — según las (los) feministas–, y las mujeres lo han soportado, cuando –afirman– hombre y mujer son por naturaleza iguales? Difícil de explicar algo tan “antinatural”. Claramente el odio hacia el varón está teñido de envidia.
En cambio es odio incondicional al hijo, que tanto “limita” la vida femenina desde la concepción, y por ello, sobre todo, el odio a la misma mujer, que no solo ha aceptado su “esclavitud sumisa” durante milenios, sino que además ha amado a su opresor y a la maternidad que la desiguala y oprime. De ahí que el aborto sea “el sacramento” por excelencia del feminismo, como indican otras consignas, junto con el odio a las mujeres que deciden tener hijos y criarlos, como denunciaba la feminista moderada Doris Lessing.
Hay cientos de consignas en el mismo sentido: “Soltera, siempre soltera; bollera, siempre bollera”; (con música) “Que nos detengan, que somos abortistas, malvadas feministas, y no nos pueden controlar”; “Nosotras decidimos” (sobre el ser humano que llevan en el vientre, que no procede solo de la mujer: destruir una vida humana da impresión de un poder absoluto, del que carecerían las mujeres, por contraste con el que atribuyen histéricamente al varón). Y un largo etcétera. En el fondo es un odio al género humano, como decían erróneamente los paganos romanos del cristianismo.
Creo que el tema da para mucho más, de momento aquí queda. Y un ejemplo del odio que llega a generar esa ideología alucinada (me lo manda el historiador portugués José Luis Andrade):
CADENAS DESVERGONZADAS DE ODIO
“Que todos los que votaron por el fascista tengan los hogares quemados, los hijos destripados, los vientres hinchados con amoníaco y rasguen las vestiduras ardiendo y en desesperación”.
Estas palabras de incitación al odio fueron escritas ayer en la página personal de Facebook de la profesora Eugénia Vasques. El fascista al que se refiere es el Profesor de Derecho André Ventura, diputado del parlamento portugués y ex activista de la Juventud Socialdemócrata, que hace menos de dos años fundó el partido Chega [¡Basta!], un partido de derecha no domesticada ni avergonzada. Chega apoyó a su líder como candidato a la presidencia de la República habiendo obtenido 500.000 votos lo que motivó la rabia total de la izquierda portuguesa. No hay registro de que Facebook haya censurado o denunciado el post a diferencia de lo que hicieron cada vez que alguien se quejó o criticó las acciones de BLM ou Antifa. ¿Pero quién es la profesora Eugénia Vasques, ciudadana portuguesa?
Vivió en París, donde estudió en la Universidad de París VIII, entre 1970 y 1975. Obtuvo su diploma en Teatro (Formación de actores), en la Escuela de Teatro del Conservatorio Nacional, luego Escuela Superior de Teatro y Cine de Lisboa, luego se graduó en Lenguas y Literaturas Modernas (Portugués y Francés)en la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa y su doctorado en lenguas y literaturas hispánicas en la Universidad de California (Santa Bárbara), equivalente a estudios portugueses, en la Universidad Nova de Lisboa. Es miembro de la Junta Directiva del Club UNESCO para la Educación Artística.
Forma parte del lobby del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, dirigido por Boaventura Sousa Santos. Este profesor es uno de los organizadores e inspiradores del Foro de São Paulo y del más reciente Grupo de Puebla. La organización académica que logró establecer se especializó en la producción masiva de Maestrías y Doctorados en Sociología y Humanidades, recibiendo grandes cantidades de fondos y subvenciones de la Unión Europea y de algunas universidades de los Estados Unidos.
También fue uno de los inspiradores del Bloco de Esquerda [Bloque de Izquierda] que agrupa a los comunistas trotskistas y posmodernistas en Portugal. La profesora Eugenia Vasques, vista aquí en la foto con la líder del Bloco de Esquerda, la comediante Catarina Martins, es una activista de ese partido.
El feminismo radical de la cuarta ola ha traicionado la lucha original que, desde hace más de cien años, mantenían las mujeres por sus derechos. Hoy, se ha desvirtuado todo el camino recorrido por la insensatez, la radicalidad y el oportunismo de la feministas más obcecadas en conseguir protagonismo y privilegios mucho más que verdadera igualdad y justicia. A los hombres ya no los escuchan porque TODOS son el patriarcado por ellas inventado. Así que es de esperar que sean las propias mujeres sensatas, que queden, las que llamen al orden y se impongan a sus homólogas descarriadas y criminales
Entre las izquierdosas hay muchas que obtuvieron los titulos arrodillandose debajo de la mesa del rector, que una tia de izquierdas tenga un titulo universitario solo demuestra que pago las tasas, lo digo por la tal Eugenia Vasques que seguro que se las trago dobladas de joven y ahora que le ha llegado la menopausia todo son lloros y odio al macho.