“Barbie” crea escuela: Antonio Sevilla acudirá el sábado a una mesa informativa de Vox en Marbella mientras ignora al resto de Málaga
AD.- Antonio Sevilla quiere hacer constar, sin mengua de todas las consideraciones rastreras que recibe estos días, que “Barbie”, a quien muchos creíamos que no servía para nada, ha creado escuela en Málaga. La escuela de “Barbie” consiste en elegir, de entre dos opciones, no la mejor, sino la más lujosa. La hija de Mari Carmen no ha nacido para navegar en profundidades, lo suyo es chapotear en la superficie. Entre acudir a Sierra de Yeguas para apoyar la lucha contra las mafias eléctricas por parte de la coordinadora de Vox en la localidad, o visitar la marisquería más cara de la Costa del Sol para hacer el paripé de que se apoya a la hostelería, siempre elegirá la segunda opción. Se intenta dar una imagen menos frívola de “Barbie”, siempre por falsarios y pelotas a sueldo, pero los hechos son los hechos.
De la escuela de “Barbie” se nutre esa calamidad puesta a dedo al frente de la Gestora llamada Antonio Sevilla. Se comienza llamando compañeros a los militantes, se obvia esta calidad, se les pasa la pluma por el hocico y se les acaba guindando el bocadillo y hasta el derecho a decidir.
Sevilla está en muchas cosas, pero en ninguna buena. “Hay que remar todos unidos”, dice descarado el andobilla de ojos saltones, como de muñeca chochona, alineado con wendis y cuines. ¿Cuándo se habría visto en otra igual el arruinado hotelero?
Sevilla se pasa el respeto a los afiliados por el arco de Cuchilleros. Vox Málaga ha montado estos días numerosas mesas informativas en varias localidades de la provincia, desde Manilva a Sierra de Yeguas. En todas ellas, el florero de “Barbie” brilló por su ausencia. Ahora anuncia que se apunta a la del sábado en el paseo marítimo de Marbella. El ‘glamour’ es el ‘glamour’, dirá el compinche de la hija de Mari Carmen. Esto no es digerible para estómagos sensibles, si acaso para los estómagos agradecidos que son a Vox Málaga lo que el conde de Fuengirola al Johnnie Walker. O lo que el melonero de Alhaurín a los melones de la poni de Benalmádena.
Un poquito de postureo en la Milla de Oro; una comidita de 200 euros por cabeza en el restaurante Santiago, muy cerca de donde se instalará la mesa informativa (hasta en eso ha sido precavido), y a salir escopeteado por donde vino, olvidándose de los militantes de las Málaga profunda, que salen al poco a dar la cara y a que se la rompan.
Ahí queda Vox Málaga en manos de esta gente, defensora de la verdad tozuda e inapelable del desastre que se avecina. “Barbie” y su séquito de cantamañanas van a dejar a Vox hecho un solar, salvo que llegue alguien que sepa leer y les desmonte el chiringuito.
Se empieza vendiendo bagatelas al son de José Manuel Soto y se termina cantando a pelo seco, entre copa y copa, para rematar airosa la faena: “Sevilla tiene un color especial”.
A la hija de Mari Carmen First Dates, no se le ocurre ni una buena, oye y sigue dejándose aconsejar por el chusquero enamoradizo ¿Le recomendaría él los W.C. del Congreso? Pues como siga aceptando sus consejos ya mismo la vemos en Sálvame peleándose con la Esteban y el Jorge Javier diciendo “Lo que digan las rubias” y Barbie sonriendo “Dientes, dientes… que es lo que les jode”
Señores y Señoras, Antonio Sevilla va a Marbella, porque allí estará Rubén Manso. No es que tenga unas ganas irrefrenables de verle, es porque sabe que Rubén, cuando viene a Málaga queda para comer con Lara y Pulido. Sevilla anuncia su visita para que los otros dos no vayan, pues él escupe a sus espaldas y puede que haya viento. Al pobre Rubén, con lo aburrido que es Sevilla y su conversación con ese tono cargante y monótono, le espera una mañana de aúpa. Quizás el notario sea más ameno, como Rubén, culto y con carrera por lo que el… Leer más »