Desplazamiento del ser humano
Como puedes comprender, ese razonamiento de San Pablo es una tautología. En él hay un hecho radicalmente de fe: creer en la divinidad y resurrección de Jesús, más unas recomendaciones de moral práctica a los cristianos: ser amables unos con otros, practicar el tipo de amor que él expone en alguna carta muy elocuentemente, pero que en definitiva no es nada nuevo: son consejos morales que podemos encontrar casi en cualquier religión.
Bien, ahí entramos en un problema distinto del primero. El catolicismo sostiene que la “existencia” de Dios se puede demostrar por la razón, aunque si eso es así, la fe ya no sería necesaria, porque la razón bastaría. Al mismo tiempo se sostiene que la fe es un don gratuito de Dios, que otorga a quienes quiere que se salven, y esa es la tesis central del protestantismo: la razón no solo es incapaz, sino que es el mayor enemigo de la fe. Pero, como digo, estábamos en la cuestión de “perros verdes”, de si un robot puede llegar a ser un hombre perfecto.
En efecto, ¿en qué consiste la perfección del hombre? Siendo un animal racional, y consistiendo la razón en la facultad de relacionar, calcular y adaptar medios a fines, un robot no solo puede llegar a ser un hombre perfecto, sino que puede superarlo completamente, y ahí tenemos ya la inteligencia artificial creciendo a pasos de gigante, ya en condiciones de derrotar a las personas más inteligentes en la solución de casi cualquier problema. La IA ayudaría al hombre a multiplicar su poder en todos los sentidos, como ciborg, dejando al hombre actual en una posición parecida al neandertal en relación con nosotros; es más, se piensa ya en que la IA se desarrolle dentro de unas décadas hasta convertirse en consciente de sí misma y con voluntad propia, en lugar de mero instrumento del hombre: operaría por su cuenta y desplazaría al ser humano, tal sería la lógica de su evolución, que superaría la etapa ciborg en que piensan algunos. ¿Qué se puede decir a esto? ¿Qué dirían Santi y Moncho, ya que lo han planteado en tu novela?
Cuando hablamos de hombre perfecto pensamos no solo en su capacidad racional, sino en sus sentimientos, pasiones, creencias, etc., aparte de sus fines o funciones como especie, que son imposibles de conocer ¿Tendría el robot fe en alguna divinidad? ¿Necesitaría tener fe, simplemente? Porque creo evidente que las limitaciones humanas exigen tener fe en algo, sea la divinidad o un concepto abstracto como el progreso, la humanidad y demás. ¿Tendría sentimiento de culpabilidad por razones morales? ¿Habría robots de distinto sexo capaces de enamorarse? ¿Se reproducirían o no lo necesitarían al ser capaces de repararse y perfeccionarse indefinidamente, haciéndose inmortales? ¿Tendrían ansias de poder? Un hombre es todo eso y mucho más, no solo capacidad racional. Creo que toda esa concepción de la IA viene de lo que he llamado ideología anglosajona, y que lleva a la autodestrucción. El hombre ha desarrollada ya armas capaces de destruir su propia presencia en la tierra, pero puede destruirse igualmente mediante esos desarrollos de la IA de que hablas.
Bien, la perspectiva puede resultar aterradora para quienes no tienen una visión científica evolucionista y creen que el hombre corona la evolución y que es imposible ir más allá, pero la característica del hombre con respecto al resto de la naturaleza es su capacidad para modificar no solo el ambiente sino también para modificarse a sí mismo, hasta dar lugar, quién sabe, a una nueva especie que deje a la humanidad actual en la categoría de los homininos anteriores… Si miramos al pasado, esto es justamente lo que ha ocurrido, y no hay razón alguna para que la evolución se paralice al llegar al ser humano, aunque pueda calificarse de autodestructiva con respecto al hombre actual…
La existencia De Dios se puede razonar y demostrar, pero para el que posee razón, para el resto, hace falta no demostrárselo, sino mostrárselo que es cosa distinta. La fe es para el que está entre uno y otro, esto es: para el que sólo cree. Los Dioses, son lo más evidente del universo, pero hace falta entendimiento para verlos porque no se puede hacer a través de la vista.
Parece que si no la humildad, aunque con ella se anda en verdad, al menos la prudencia debería inspirar esa “razón”, capacidad que nos distingue de los irracionales, a la cual, en la concepción cristiana se inserta, más allá de códigos morales de otras religiones, su leitmotiv : el amor, primero a Dios y después a nuestros semejantes. ¿Qué tal la diferencia? Y esa “razón” , cuyo uso debería ser obligatorio, surcando todos los mares del conocimiento sin excluir la, aunque inaccesible, posibilidad de a través de ella llegar hasta el mismo Dios, con una lógica exquisita, expone el inefable doctor angélico… Leer más »