Coronavirus: perspectivas
Lo que ocurre con el coronavirus, la reclusión de cientos de millones de personas en sus casas en los países más prósperos, no tiene precedentes históricos. Ninguna peste anterior ha generado tales medidas, que, entre otras cosas, demuestran el alto grado de control, también sin precedentes, de los estados sobre los individuos. Y son muchos los que, aparte de pensar y soltar obviedades, se preguntan sobre sus consecuencias. Los efectos económicos inmediatas todo el mundo los ve, máxime cuando podrían prolongarse más de lo previsto. Ahora bien, la cuestión mayor son las consecuencias políticas: ¿cómo reaccionarán las gentes, los partidos y los gobiernos ante una crisis que muchos pronostican bastante peor y quizá más duradera que la de 2008? ¿Será eficaz el endeudamiento público para afrontar las quiebras privadas? ¿Habrá revueltas y hundimiento de gobiernos? ¿Están amenazadas la UE o la propia democracia?
De todos los países europeos, aquel en peor situación es España, donde el gobierno del Doctor y el Coletas son culpables en gran medida de la extensión de la plaga y de la vulnerabilidad económica; pero además tratan de utilizar la situación para profundizar en su programa de destrucción de cualquier resto de herencia franquista, lo que también quiere decir de la herencia democrática y nacional. Sin más oposición, por el momento, que VOX. Una de las últimas medidas del Doctor y el Coletas, que ha pasado inadvertida, es la compra política de las televisiones, anta la caída de la publicidad, regándolas con 15 millones de euros. De pronto se han vuelto optimistas sin que las responsabilidades de un gobierno delincuente aparezcan por ninguna parte.
¿Hasta qué punto pueden llegar las consecuencias? ¿Pueden acabar con todo el actual entramado internacional y provocar algo parecido a una nueva guerra mundial? Eso parece casi imposible, debido a la capacidad destructiva de los ejércitos, aunque seguramente se agravarán, lo están haciendo ya, las rivalidades existentes, sobre todo entre Usa y China, hasta generar una nueva guerra fría. En un sentido más amplio, debe recordarse que otras pandemias gigantescas, como la Antonina o la Justiniana o la Peste negra, aunque motivaron cambios sociales de cierta envergadura, no derribaron el orden político imperante entonces, y es difícil que esta lo haga en los países europeos. No se presenta ninguna alternativa viable que no sean reformas menores del mismo sistema.
La clave es el tiempo: las medidas actuales no pueden mantenerse indefinidamente. El coronavirus puede desaparecer como las gripes ocasionales, puede durar demasiado o puede aplacarse para recrudecerse poco después. Lo más probable es su desaparición a no mucho tardar, sea por la misma razón que desaparecieron otras pandemias como la gripe «española», o porque se consigan vacunas o fármacos eficaces. «Más probable» no quiere decir «seguro», sin embargo. Y como siempre ocurre en estos casos, la incertidumbre genera ansiedad e inquietud, y estas la proliferación de las explicaciones y bulos más disparatados, junto con las paranoias apocalípticas de rigor, que si algo hacen es agravar los problemas.
Buenas tarde D. Pío. He leído con atención su artículo, con el cual coincido en todo, pero creo ue además debería explicar con más profundidad, quizás en otro artículo, las nefastas consecuencias que va a acarrear a la sociedad las medidas del actual gobierno bolivariano, al que ya tenemos a toda máquina trabajando en la implantación de su revolución orwelliana.
Nos vien una época muy convulsa, de empobrecimiento generalizado, a excepción de muchos de la clase política y de grandes restricciones la las libertades en pro de ese estado social que predican.
Un saludo.
Un cordial saludo D. Pío. Después de este coronavirus llega el siguiente: el ajuste económico; con toda certeza a costa de cualquier español que haya permanecido vivo y con algún recurso económico superviviente. Ya han enseñado la patita de su ADN (además de Pablo, el último ha sido Borrell): Intervención de la economía y la propiedad privada, más el control de la población. Van flechados si nadie les para. Es –efectivamente- cuestión de poco tiempo, un mes quizá. Y además está el problema de las elecciones, queda por aclarar qué ha pasado en las últimas y existe el precedente de… Leer más »