México: una nueva etapa con vistas al optimismo
México es un país que representa fielmente algunas de las paradojas económico-sociales más presentes hoy en día. Es una de esas naciones que cuenta con importantísimos recursos naturales dentro de sus fronteras, con un territorio amplio y fecundo y con una gran población (a punto de rebasar a Japón en el top 10 mundial) y en edad de trabajar.
A priori, un vistazo general debería de generar optimismo, y la idea de que cuenta con todos los mimbres para sustentar un desarrollo sólido. Sin embargo, desgraciadamente la realidad de los más de 53 millones de mexicanos que viven en la pobreza es bien diferente. Una cifra holgadamente superior a la población total de España. En el estado de Chiapas, por ejemplo, el 77.1% de su población viven en la pobreza.
Con unas cifras tan insostenibles de exclusión social, se produce el caldo de cultivo ideal para la formación de nuevas generaciones de la principal lacra que lleva azotando violentamente el país durante muchos años. El narcotráfico se nutre en buena medida de jóvenes de las zonas rurales más desfavorecidas, y que por desesperación se enrolan en actividades delictivas para poder reflotar la economía de sus familias.
Sin embargo, algunos auguran un volantazo a mejor para este país latinoamericano. El pasado mes de diciembre se puso fin al período presidencial de Peña Nieto al frente del gobierno concluyendo un período con más sombras que luces y salpicado por algunos escándalos. El sucesor al frente de la nación, Andrés Manuel López Obrador llega precedido por un enorme apoyo popular granjeado como jefe de Gobierno del Distrito Federal. Son muchos los que ven con su llegada una ilusión por el cambio de realidad en el país, así lo indican estos datos.
Una de las principales propuestas es el acceso a la educación, ya que en muchas poblaciones remotas del país y de difícil acceso, los niños no tienen posibilidad de escolarización, lo que evidentemente marca de manera decisiva su porvenir. El acceso a internet es otro proyecto en la agenda: las nuevas tecnologías son algunas de las fuentes principales de información e interactuación en nuestros días, y una vez más se observan diferencias mayúsculas entre las zonas urbanas y rurales del territorio nacional.
México es uno de los destinos turísticos más importantes del planeta. Muchos negocios locales podrían promocionar sus productos y servicios de manera online a visitantes potenciales, o simplemente a una audiencia global, ya que hoy en día crear un portal web es accesible y sencillo con compañías como Ionos, por ejemplo. No hay que olvidar que México es el país con más hispanohablantes nativos de todo el planeta y las posibilidades de comercio que ello supone a gran, escala en la actual era de la telecomunicación. No estar presente hoy en día en el universo online supone unas limitaciones inmensas, y una desigualdad de condiciones imposible de solventar para pelear con la competencia.
Precisamente el turismo, uno de los buques insignia de su economía, se ha visto golpeado duramente en los últimos años por la ola de violencia que azota al país. Indudablemente restaurar la seguridad y reducir la violencia en el estado es el tema prioritario para el gobierno desde hace ya mucho tiempo. Con Donald Trump convencido en llevar a cabo la construcción de un muro fronterizo más que en cooperar para combatir el tráfico de drogas, una vez más las posibles soluciones pasan por intentar sacar de la miseria a parte importante de la población.
Los mexicanos conocen el discurso, pero esperan por su bien, que el gobierno de López Obrador, de una vez por todas, sea capaz de estabilizar al país socialmente. Esperemos que el tiempo así lo demuestre.