“Hablamos español”
iniciativa de Gloria Lago (Galicia bilingüe) bajo el lema “Hablamos español”, para promover la enseñanza en español en todas las regiones, es una exigencia constitucional de máxima relevancia cuando las oligarquías separatistas atacan el idioma común (y común con otros muchos países), con la colaboración y financiación de los gobiernos, sean del PP o del PSOE: llevan decenios en tal empeño. En Cataluña, Vascongadas, cada vez más en Galicia, Baleares y Valencia, van sustituyendo el español por lenguas regionales en la enseñanza y en la comunicación pública. Existen proyectos de ley del PSOE y del PP para excluir la lengua común como “impropia” de dichas regiones, que ahora se quieren presentar como “naciones”. La campaña de Gloria Lago revela el carácter inconstitucional de los partidos y gobiernos implicados en la ofensiva contra el español.
Estas políticas intentan revertir una evolución de siglos y retrotraer a España a la dispersión medieval. Son muchísimo más graves que la corrupción económica, otro de los rasgos de esos partidos. Y por más que suscitan un descontento sordo, no han tenido hasta ahora la respuesta necesaria. Gloria Lago representa en este aspecto la resistencia de la sociedad civil frente a unas oligarquías no ya irresponsables sino delincuentes. Porque no solo conculcan la Constitución, sino que socavan uno de los elementos más decisivos de la unidad y permanencia de la nación española, generando tensiones separatistas cada vez más peligrosas.
La campaña permanente contra el idioma común se completa en los actuales partidos con el estímulo a una verdadera colonización cultural por el inglés. Esta lengua se presenta como idioma superior de la ciencia, la economía, el comercio, la milicia, el deporte, el arte… Y se quiere imponer ilegalmente en la enseñanza no como idioma extranjero, sino en una aparente igualdad que es realmente superioridad, como si España fuera un país bilingüe español-inglés, con el segundo como la lengua de cultura, el empleo, etc. También en la vida corriente se va imponiendo de modo subrepticio, ocupando el espacio público sobre todo mediante la publicidad, y desplazando al español a idioma familiar y subcultural, cada vez más deformado por el espanglish. Hay incluso un partido que habla de “educación trilingüe para acelerar dicha colonización.
Contra el “Hablamos español” oponen algunos la “libertad lingüística”, aduciendo que los padres deben decidir la lengua de enseñanza a sus hijos. Aparentemente esta consigna corroe las imposiciones totalitarias de los separatistas. Pero es una falsa consigna, que podría servir muy bien para intensificar la colonización por el inglés, la gibraltarización de España. Un alto número de padres no eligen teniendo en cuenta el acervo cultural del país, sino en función de opresivas y manipuladoras propagandas de las oligarquías, sostenidas con presión política y abundancia de dinero año tras año. Por eso, por el confusionismo y la demagogia de los partidos, la respuesta a los abusos ha sido hasta ahora endeble y dispersa. Invocar la libertad lingüística sin contrarrestar las propagandas y presiones disgregadoras o colonizadoras, es hablar por hablar.
De lo que se trata es de pasar a la contraofensiva, de utilizar las libertades políticas que aún quedan en esta democracia fallida para denunciar las políticas y propaganda disgregadoras y exponer la evidencia cultural e histórica. Se dirá que el catalán, el vascuence, el gallego, etc. son también lenguas españolas, y es verdad. Pero son lenguas solo regionales, ineptas para la comunicación entre todos los españoles, no digamos con los hispanoamericanos. Y no solo son infinitamente menos útiles y menos habladas en el mundo que el español de origen castellano, sino que su carga o trasfondo cultural (literario, etc.) es también muchísimo menor. Y para colmo los separatismos medievalizantes los convierten en vehículos de la falsificación histórica y del odio a España, declarando “impropio” de esas regiones el idioma común. Dicen los farsantes que esas lenguas son “una riqueza” de España. Pueden serlo, pero tal como se utilizan hoy, resultan más bien un empobrecimiento y un venero de discordias. A mí, como gallego, me gustaría que en gallego se escribieran obras literarias o de pensamiento importantes, pero me basta ver la catadura de los separatistas para entender que eso es pedir peras al olmo: no salen de una verborrea retorcida y maligna, degradando un idioma que es también mío, aunque no sea el materno.
El español común ha enriquecido de mil maneras a todas las regiones de España, y la mayor parte de los catalanes, vascos, etc., lo tienen como lengua materna o de mayor uso por todo tipo de razones históricas y culturales. La consigna debe ser, precisamente “Hablamos español”, no una supuesta “libertad” basada en decenios de manipulación ideológica hispanófoba. Debemos defender activamente la lengua común frente a todas las asechanzas que hoy sufre.
Y debemos partir de esta realidad: los ataques sistemáticos a nuestra lengua y cultura han sido auspiciados y costeados, con dinero público, por los gobiernos que hemos tenido o sufrido desde hace más de treinta años. Los mismos que, en un orden de cosas paralelo, han convertido a Gibraltar, única colonia en Europa, antes ruinosa para Londres, en un gigantesco emporio que, entre otras cosas, está corrompiendo a autoridades y opinión pública en Andalucía y en el resto del país. Hemos llegado a una situación en que todo aquello que vaya a favor de España debe orientarse necesariamente contra las actuales oligarquías. Todo ello indica la necesidad de expulsar a esos partidos y sustituirlos por otros simplemente menos corruptos, más ilustrados y más patriotas.
En la tele hacen mucha propaganda. José Mota (que cada vez tiene menos gracia) da la sensación de haber sido sobornado. Igual que los de otros programas en los que las expresiones de sorpresa se reducen a ladrar como perros (“guau”). Ahora los niños dicen que estudian “sáiens” en lugar de ciencias. ¿Qué clase de diccionario famélico de lengua española habrá en un futuro?
no hay nada peor que estas republicas oligarquicas entregistas y traidoras solo viendo su propio beneficio y el de sus amos ,entre el ataque multiple a españa esta el que se hace a su idioma ,herramienta del ser y el pensar y de lo que nos distingue como hispanos ,destruir nuestra cohesion es la palabra de orden
A ver, la utilización de las lenguas vernáculas debería de circunscribirse sólo y exclusivamente al ámbito personal de cada cual, esto es, familia y amigos, no en los organismos oficiales, y en la educación, como materia optativa como mucho, nunca como asignatura obligatoria y mucho menos como lengua vehicular. El hecho de que se haya llegado a la situación de marginación que sufre el idioma español se debe a la intención de la sarta de traidores que conformaron la llamada ” transición ” de que España se rompa en no ya mucho tiempo, ya que uno de los pilares sobre… Leer más »
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Mira,he nacido y vivo en la CAV,y el euskera se impone y es obligatorio en muchas asignaturas. Eso de que puedes elegir es falso. La principal y mas poderosa razón por la que el euskera dejó de usarse fue por que la mayoría lo fue queriendo así,ya que se consideraba y es inferior al mas moderno,culto y mas unificador español. Luego les vino de perlas el cuento de que si fue Franco,pero eso a cualquiera que sepa un poco y tenga dos dedos de frente no le cuela,ya que llevaba muchas décadas de capa caída,como… Leer más »
Estimado Quercus, los paletos del PNV poco tienen de comunistas. Siempre han sido una derecha liberal que a mi entender más que ser fagocitados han utilizado a los comunistas terroristas como arma arrojadiza para presionar al Estado, habiéndoles dado a día de hoy un nada despreciable estatus gracias a las prebendas en forma de cargos públicos en pago por los servicios prestados, a lo cual, dicho sea de paso, ha contribuido el propio Estado por la felona acción de los sucesivos gobiernos democráticos. Además, hasta esos comunistas terroristas asumieron como propia la Ikurriña como bandera de lo que ellos llaman… Leer más »
Efectivamente: conservar la riqueza cultural y los particularismos no implica romper una unidad producto de siglos de Historia por diferentes causas, políticas, económicas y culturales.
Ahora se tiende a artificializar la evolución de las lenguas y dialectos locales , no en aras de un bilingüismo bien entendido, sino en detrimento del castellano o español.
Una mierda pinchada en un palo, estos pencos de Galicia Bilingüe lo único que quieren es que sean los gallegoparlantes los que sean bilingües, no ellos.