¿Y si los adalides del combate contra la “brecha salarial” fuesen, sin saberlo, mamporreros del capitalismo?
Juan Manuel de Prada*.- En esta cantinela de la «brecha salarial» hay -como no se le escapa a nadie que no esté completamente aplastado por el miedo y el sometimiento lacayuno a las consignas- gato encerrado. En realidad, hay toda una gatomaquia encerrada. Pretender que las mujeres cobran menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo equivale a negar las leyes que rigen el funcionamiento del capitalismo; o bien a sostener que nuestra economía ha dejado de ser capitalista. Pues, si las mujeres cobraran menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo, los empresarios sólo contratarían mujeres, para disminuir sus costes de producción y así aumentar sus beneficios. No conozco a ningún empresario en sus cabales que anteponga sus manías machistas a la cuenta de resultados. Si, como pretende la propaganda, las mujeres cobrasen menos por desempeñar el mismo trabajo que los hombres, ningún empresario contrataría hombres (o sólo lo haría si el Estado lo subvencionase). Basta, pues, de burdas patrañas.
Es cierto, sin embargo, que entre hombres y mujeres existe una «brecha laboral». Es cierto que muchas mujeres se emplean en trabajos peor remunerados que los hombres; es cierto que no alcanzan en igual número los cargos de mando y responsabilidad. Pero ningún empresario en sus cabales antepone sus manías machistas al buen funcionamiento de su empresa, que exige promocionar o contratar para esos cargos a los trabajadores mejor dotados, con independencia de su sexo. ¿No será que lo que verdaderamente existe es una brecha entre las aspiraciones laborales de mujeres y hombres? ¿No será que muchas mujeres eligen trabajos menos crudamente competitivos e incompatibles con la vida familiar? ¿No será que muchas mujeres prefieren trabajos que no les impidan tener hijos y atenderlos? Algunas de estas mujeres tal vez estén casadas con hombres egoístas que no comparten con ellas los cuidados familiares (y contra este egoísmo sí se debe luchar); pero tal vez otras hayan elegido esos trabajos menos exigentes porque así lo han querido, dueñas de sus decisiones y suficientemente inteligentes como para establecer jerarquías vitales sanas. Podríamos preguntarnos si, cuando se habla de acabar con la «brecha salarial», no se pretende en realidad denostar las decisiones de estas mujeres que anteponen los cuidados familiares a los empleos más crudamente competitivos. Podríamos preguntarnos si, cuando se combate la «brecha salarial», no se combate en realidad a estas mujeres y a sus decisiones. ¿No estarán tratando de imponernos el modelo de la mujer «soltera» (no sólo en el sentido literal de la palabra), infecunda y absorbida enfermizamente por su trabajo? ¿No será este el gato o gatomaquia encerrados detrás de la «brecha salarial»? Las leyes que rigen el capitalismo siempre han buscado la forma de pagar sueldos más bajos; y nunca se han recatado de repetir (desde David Ricardo hasta nuestros días) que el mejor modo de lograrlo consiste en conseguir que los trabajadores tengan cada vez menos hijos y una vida familiar más raquítica.
¿Y si los adalides del combate contra la «brecha salarial» fuesen, sin saberlo, mamporreros del capitalismo, con su rebozo de farfolla ideológica? Sin duda lo son en cierta medida, pues -como nos enseñase el marxista Hobsbawn- estas reivindicaciones sectoriales «desactivan la posibilidad de una movilización general» y, para más inri, «nunca movilizan más que a una minoría, incluso dentro del grupo al que se dirigen». Pero podríamos preguntarnos si su mamporrería no es más profunda y misteriosa, propia de quien juró eterna enemistad a la mujer.
(ABC)
El fin último es la caida de la natalidad en occidente. Reducirla a cero. (Odian a las mujeres que prefieren trabajitos que las permitan tener pareja e hijos). Abrir las fronteras de par en par y que nos mezclemos todos. Ansían un govierno mundial. Lo enmascaran con feminismo y con marxismo, rojerío, etc… pero lo que quieren es un mundo sin frontera, porque lo consiguiente y lógico, sería un govierno mundial. O peor aún, unas élites que mediante técnicas mafiosas, controlasen la mayor parte de la riqueza del mundo y como que no habrían entes poderosos (Estados) para defenderse, camparían… Leer más »
La empresa de hoy en medio de una competencia universal- forzada por ley internacional de payasos- tiene que tener libertad para elegir libremente sus trabajadores más rentables. hombres o mujeres y así producir para la brutal competencia. Las Administraciones es distinto: no compiten en nada con nadie, con subirnos los impuestos a sus lacayos cuando quieren les vale. En Castilla la Mancha están revalorizando los bienes inmuebles para cobrar más- cuando valen la mitad real de hace años- en la década prodigiosa-. La mujer, todas, se merecen todo nuestro respeto y apoyo y 2 años de permiso por maternidad pagada… Leer más »
Quienes son las mamporreras, casi totas sin saberlo son muchas mujeres.
Hombre las izquierdas quiere más gasto social porque es una buena forma de cargarse las arcas del estado. Mientras más gastas y no recaudas , antes cae el estado en quiebra , ya no podría pagar a su funcionariado , ni servicios ni pensiones. Otra cosa es que también las derechas neoliberales como el PARTIDO POPULAR (PP) se dediquen al saqueo , al robo o al pillaje y tampoco suban las pensiones cuando de verdad el ejercicio productivo anual pueda debido a la gran incorporación al mercado laboral y la recaudación de la seguridad social. Izquierdas y derechas , al… Leer más »
Es mentira, No hay tal brecha salarial, es otra de las mentiras del rojerio patrio y extrangero. La prueba del “algodón”, es que si verdaderamente fuera así, a “igualdad de trabajo”, y repito a “igualdad de trabajo”, una mujer cobrara menos que un varón por ese mismo trabajo, los empresarios sólo y solamente contratarían a las mujeres para desarrollar esos trabajos, pues se ahorrarían un pastón, que lógicamente se meterían en sus bolsillos, y desde luego ellos son cualquier cosa menos tontos y generosos con sus dineros. El tema esta en que se compara maliciosamente trabajos aparentemente iguales, pero que… Leer más »
En el sector de la construcción, que es bastante amplio y de peso en nuestro país, solo me encuentro mujeres como jefas de obra, de producción, de seguridad, de contabilidad. En mis 20 años de profesión, en los trabajos de menor remuneración y mayor esfuerzo, como albañila, fontanera, alicatadora, etc no he visto a ninguna. Ni a ninguna que proteste por ello.
En primer lugar, si el capitalismo de libre mercado no hubiera provocado una caída de más de 50% del sueldo real de los hombres, las mujeres nunca habrían accedido masivamente al mercado laboral como lo han hecho en 40 años de democracia. Con el terrible y sanguinario Franco, el salario del padre de familia (a veces pluriempleado) daba para mantener a la familia en la mayor parte de los casos. Familias, por cierto, mucho más numerosas que las actuales. Pero este sistema patriarcal y natural en la especie humana (el macho provee el sustento y la hembra cría a la… Leer más »
Por mi actividad Sindicalista Patriota, conozco muchos convenios de distintos sectores y regiones de España, nunca he visto diferencia salarial por razon de sexo, solo por categoría profesional.