Una mujer de 26 años tiene un bebé a partir de un embrión que llevaba 25 años congelado
Una mujer de 26 años dio a luz en EEUU a un bebé gestado a partir de un embrión que fue congelado hace 25 años, lo que supone un récord de antigüedad hasta la fecha, informaron hoy medios locales.
Emma es el nombre de la niña que fue concebida en Tennessee desde un embrión almacenado en octubre de 1992, hace un cuarto de siglo, un año y medio después de que naciera su madre, Tina Gibson.
“Este embrión y yo podríamos haber sido grandes amigas”, comentó Gibson, quien señaló a la cadena CNN que ella “simplemente quería un bebé” y que le “daba igual si era o no un récord mundial”.
Este embrión y yo podríamos haber sido grandes amigas
La madre incidió en que estaba muy “agradecida” y calificó a su hija, que pesó algo más de tres kilos y midió 50 centímetros de altura, como un “precioso regalo de Navidad”.
Tina Gibson quedó embarazada el pasado marzo después de que el embrión fuese transferido a su útero.El padre, Benjamin Gibson, de 33 años, aseguró haberse enamorado de la pequeña nada más nacer el 25 de noviembre pese a que no compartan genes.
El director médico del Centro Nacional de Donación de Embriones de Knoxville (Tennessee), Jeffrey Keenan, consideró que la historia de Emma es una “llamada a todas las parejas que tienen embriones almacenados a largo plazo a pensar en esa opción de ‘afirmación de la vida’ para sus embriones”.
Previamente a este caso, la máxima antigüedad con la que un embrión congelado había resultado en un nacimiento exitoso había sido de 20 años.
Hay que ver la diferencia que hay entre las feministas embarazadas que odian ser “fábricas de procreación” y desean que sus fetos vivos con cerebro y corazón latiendo destrozarlos sádicamente con pinzas de falopio, “abortándolos”. Y las que a pesar de no poder engendrar por la vía convencional recurren a la ciencia pro vida garantizando su descendencia.
Desde luego, si tengo que elegir elijo las mujeres pro vida, no pro infanticidio, mucho más acorde con el espíritu natural de supervivencia.
Querer descendencia es parte de nuestra naturaleza humana, y una mujer sin instinto maternal, por poco que sea… hmm, sospechosa.