Mossos indepes
Xavier Rius*.- El pasado vernes mi hijo aprobó a la primera el carnet de conducir. Había aprobado la teórica el pasado mes de Junio. Llevaba haciendo prácticas desde agosto. No cometió ningún fallo. Parece que ahora se pueden cometer hasta de tres tipos: leves, deficientes y eliminatorios.
Una semana antes cometí el desliz de dejarle conducir el coche. No me lo había pedido nunca. Pero llevaba anuladas tres convocatorias de examen sucesivas. La última cuando ya estaba a mitad de camino. Los examinadores llevan cinco meses de huelga. O seis. Ya me he descontado.
Nos pararon los Mossos. El agente número 6138 -acompañado luego en las diligencias por el 7280 – se mostró implacable. Intenté explicarle que había diversos atenuantes: eran las doce de la noche de un día laborable, una carretera secundaria, hacía un frío que pelaba -tres grados según el termómetro del vehículo- y había nadie en la calle.
A la ida, ni siquiera me había cruzado con nadie. Por supuesto, tampoco habíamos consumido bebidas alcohólicas o ingerido drogas. Es que ni pipas de girasol. Regresábamos de un entreno de hockey. Se mostró inflexible.
A la tercera vez que me dijo que era delito le recordé que, lamentablemente, los Mossos ya no podían dar lecciones. Estemos de acuerdo o no, en el referéndum se pusieron de perfil y tienen el jefe empurado en la Audiencia Nacional.
En cuando se lo dije el mosso salió raudo hacia la furgoneta con cara de a éste le va a caer el pelo. Yo creo que soy Mònica Terribas y me franquea el paso. Me pide disculpes por las molestias. Y se cuadra militarmente.
Que conste que ni siquiera entre en consideraciones políticas. Me remito a los hechos. Pero me temo que, en efecto, el mayor Tapero está imputado por un presunto delito de sedición.
Espero que se libre porque le conozco personalmente pero no debe haber ningún otro cuerpo policial de 17.000 agentes el responsable del cual esté siendo investigado por la justicia. Bueno, quizá el de Bangladesh.
Hay más: a una intendente le han retirado el pasaporte y le han impusto una fianza de 40.000 euros por el mismo motivo (y creo que sigue en su puesto). La Guardia Civil ha registrado también seis comisarías de los Mossos. ¿Qué creen que iban a buscar los agentes? ¿Rovellones? No, pruebas del delito.
El balance para los Mossos tras el referéndum del 1 de octubre es desolador: más de una decena de juzgados han abierto diligencias y el de Instrucción número 4 de Lleida ha ordenado incluso acceder a las comunicaciones de la centralita de la comisaría de Ponent. Algunos mandos deben estar temblando.
El problema es que han perdido también la confianza de jueces y fiscales y, de paso, se ha roto la confianza con las fuerzas de seguridad del Estado. Todo ello en alerta 4 de terrorismo. Hasta los han retirado de la vigilancia del Tribunal de Justicia de Catalunya (TSJC). Ahora pasas por delante y hay furgonas de la Policía.
Costará mucho recuperar el prestigio de los Mossos d’Esquadra. Tantos años esforzándose por ser reconocidos como policía judicial y ahora todo se ha ido al garete. Han perdido incluso la autoridad moral para poner multas de tráfico.
Desde luego, la culpa no es de los Mossos. Ya saben que creo que nunca-nunca- nunca deberíamos haber llegado a esto. Lo peor los mismos que los empujaron hasta el precipicio admiten ahora que no había mayoría social. Habérselo pensado antes. Han hecho un mal inmenso a la policía catalana. Casi tendrán que empezar de cero. Si ayudan a viejecitas a cruzar un semáforo ya pueden estar contentos.
Sin olvidar las conscuencias internas: ¿Saben ustedes que están balcanizados? Parece que los antidisturbios los agrupan por ideología no se que se vayan a liar a tortazos entre ellos. A mí me lo han dicho ya dos fuentes y mi hijo, que tiene vocación de historiador, se lo preguntó a uno de los agentes presentes -más comprensivo que los otros, por cierto- y no lo negó.
En fin, he tenido que pagar una multa de 1.000 euros. Los que quemaron el Starbucks durante la huelga general del 2012 -me acuerdo: cubrí la manifestación- han esquivado la prisión con multas de 2.100 a 1.700 euros. Al final será verdad que pagamos justos por pecadores.
Estuve tentado de cambiarla por una estancia en Soto del Real. Me habría hinchado a hacer entrevistas. O como muestra de solidaridad para con los consejeros presos. No como los de la CUP, qu mucho liarla pero ni tan solo se han autoinculpado. Pero mi abogado me dijo que no es posible.
Lo más jodido es que yo soy legalista: no tiro un papel al suelo, nunca circuló con la moto por la acera, ni siquiera me cuelo en el transporte público. No como otros. Un día fui al Mercadona y me llevé, sin querer, una paquete de galletas sin pagar. Mi mujer me mandó o por él mientras permanecía con el carrito y sin querer me lo puse el bolsillo del abrigo. Al darme cuenta regresé al establecimiento. Apenas costaba un euro.
Pero ya ven, el agente 6138 de los Mossos dando lecciones. Los Mossos no tienen que ser indepes ni unionistas, tienen que ser mossos.
*Director de e-noticies
Xavier Rius, a ti hay que aplicarte el 155, te has pasado la Ley por el forro. No comento mas porque lo que has escrito no tiene ni comentario. Háztelo mirar.