El secretario general de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), Francisco Jiménez

El secretario general de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), Francisco Jiménez, ha acusado al Gobierno de practicar un control y un acoso a los musulmanes “que recuerda a la época de la Inquisición”, bajo el pretexto de combatir al yihadismo.

Jiménez ha denunciado que el plan estratégico de Lucha contra la Radicalización Violenta, impulsado por el Gobierno, “recuerda a la Inquisición en España y a aquel sistema del ‘buen vecino’ empleado después de la toma de Granada, para controlar a los musulmanes”.

Ahora, como entonces, “se llama a la denuncia” de cualquier comportamiento de quien pudiera resultar sospechoso. Ha opinado que ese camino no logrará impedir atentados sino que sólo va a generar el rechazo hacia la comunidad musulmana en este país, que hasta el momento no existe.

Según ha explicado, a pesar de “los intereses” de algunos partidos políticos por “manipular” para presentar al islám en España como “un conflicto social”, la verdad es que la mayoría de los musulmanes conviven como cualquier otro grupo de ciudadanos.

Ha reconocido que, tras los atentados del 11-M en Madrid, esa comunidad vivió un momento “mucho más difícil” en el que “incluso las organizaciones de izquierdas se quedaron calladas”, “pero ahora eso no existe”. “Más que los ataques islamofóbicos, me preocupa la manipulación que se hace”, ha dicho.

“Lo que realmente están demostrando los atentados es que las autoridades no tienen ningún control de la situación”, “no saben lo que está pasando; no tienen ni idea”, por ejemplo, del origen de las armas, pero, “en lugar de hablar de eso, tratan de generar una inquietud en la gente” ante una posible amenaza, ha denunciado.

“Se trata de tapar la responsabilidad del gobierno de turno” respecto a la seguridad y, por eso, informan de muchas detenciones “arbitrarias” de supuestos terroristas, pero que poco después están en la calle porque en realidad “no tienen nada que ver” con el yihadismo.

“Pero de eso ya no se informa”, ha reprochado, al tiempo que ha equiparado esa situación con las detenciones de algunos miembros de ETA en los años noventa.

Según ha explicado, la federación que representa lleva cuatro años intentando “colaborar con el Gobierno para que la situación social de discriminación de los musulmanes en este país no llegue a ser la que tiene Francia”.

Reclaman que “se trabaje para conseguir el respeto a la diversidad religiosa y cultural”, pero, ha lamentado, solo reciben del Ejecutivo “una desconfianza total”.

En lugar de colaborar con las asociaciones de musulmanes para permitir la enseñanza del islám en las aulas de la ESO, la iniciativa del Gobierno del PP prevé, por ejemplo, que los chavales detecten “cuándo un compañero se está radicalizando”.

O, por ejemplo, que “los profesores informen si una joven comienza a vestir con velo” o hiyab, lo que favorece su “discriminación” y genera “un caldo de cultivo” para actitudes de rechazo.

“Todos los que están entrando” en grupos terroristas “son chicos jóvenes que han estado en el mundo de la droga”, “que llevan años en el paro y no tienen ninguna salida” y a quienes les plantean “la posibilidad de ir a un sitio donde pasan a ser una especie de héroes”, por lo que “es un problema social, y los musulmanes estamos dispuestos a aportar” en su erradicación, ha reflexionado.

El portavoz de las entidades religiosas islámicas ha insistido en su labor con las ONG por facilitar la convivencia y en conseguir que trascienda la imagen de los jóvenes musulmanes que van a la universidad y terminan sus carreras.