Del charneguismo al islamismo: Tres de cada diez musulmanes en Tarragona son conversos catalanes
El 27% de los musulmanes residentes en Tarragona son españoles de origen, según datos de 2015 del Estudio Demográfico de la Población Musulmana elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas (UCIDE) y el Observatorio Andalusí. Son cuatro puntos más con respecto al año anterior, 2014, cuando el porcentaje de conversos catalanes se quedaba en el 23%, informa Diari de Tarragona. Es casi el doble que hace dos años, cuando el dato se reducía a un 15%. A pesar de que el número de musulmanes en España creció un 1,6%, hasta alcanzar los 1,8 millones, en la demarcación se ha registrado un retroceso.
De los 64.465 muslimes que había a finales de 2014 se ha pasado a los 64.211 registrados en 2015. Se trata de un descenso ligero, de aproximadamente el 0,4%. Esa estadística general se extrae de una dinámica contrapuesta: mientras los musulmanes extranjeros decrecieron un 5% en Tarragona (de 49.275 a 46.794), los catalanes que profesan ese credo se incrementaron en más del 14% (pasaron de 15.190 a 17.417).
Cada vez más conversos
Ese aumento se basa en aquellos ciudadanos que lograron regularizar su situación en el país, en sus hijos (nacidos ya con la condición de españoles) y en una minoría cada vez más importante de conversos, quienes nacieron lejos de la fe musulmana pero que han decidido seguir sus preceptos. La explotación del censo en la provincia de los últimos años ya muestra un descenso del número de ciudadanos marroquíes (constituyen la nacionalidad más abundante de musulmanes).
A eso se añade otra deriva certificada por el estudio, que detecta en Tarragona no sólo una disminución de inmigrantes sino también «migraciones interiores que obedecen a los factores de empleo y vivienda» y que han colaborado también en una menor presencia de este colectivo en la demarcación. El informe también destaca una nacionalidad clave en el balance tarraconense, y es la de la colonia de senegaleses muy numerosa en poblaciones como Salou. Otra nacionalidad con presencia remarcable es la pakistaní, con 3.240 ciudadanos, según el último balance publicado por el Idescat.
Hijos de la inmigración
Estadísticas y conclusiones de este tipo sirven para analizar un fenómeno sociológico relativamente novedoso: los hijos de la inmigración masiva en Tarragona durante casi dos décadas comienzan a echar raíces en esta tierra de acogida que ya es de ellos. En 2011 se llegó al tope en presencia en Tarragona del colectivo marroquí (sólo una parte del musulmán), con 41.440 ciudadanos.
A partir de ahí, la llegada de inmigrantes prácticamente se detuvo a raíz de los estragos de la crisis; ahora es la segunda generación la que empieza a nutrir el grueso del colectivo musulmán en tierras tarraconenses. En España, los musulmanes representan el 4% de la población total. En la provincia de Tarragona, el porcentaje es el doble: 8%.
Mohamed El Idrissi, presidente de la Federación de Asociaciones de Marroquíes en España, analiza las claves de esa segunda generación: «Los que vinieron eran personas que no sabían leer ni escribir, no solo castellano o catalán, sino árabe. Quizás en ese momento tampoco la sociedad estaba preparada para recibir a tanta gente. En la segunda generación las personas saben leer, y se entregan a un islam moderno».
En esos hijos de inmigrantes subyace, sin embargo, un peligro más o menos latente, como expone El Idrissi: «Hay un riesgo en esa gente que no tiene trabajo, que está en el paro, que puede vivir en guetos en barrios y puede refugiarse en las mezquitas y dejarse manipular. En España no sentimos rechazo social pero, si se dan algunas condiciones, puede haber gente que busque el Islam como algo político y se deje influir por ese mensaje del islam wahabista».
Mohamed Ben Abderrahim, educador e imán del Centro Cultural Islámico de Campclar, además de secretario de la liga de imanes de España, detecta diferencias entre las dos generaciones: «Los hijos de los que llegaron aquí no sufren los problemas de sus padres, se van alejando de eso porque no han tenido esa experiencia. Sus amigos son de aquí, han crecido aquí y se consideran españoles, aunque vivan entre los dos mundos, entre esas dos culturas, entre lo que se les enseña en las clases del colegio y lo que aprenden en casa».
Lahcen Boumakhtaf, un empresario marroquí afincado en Tarragona que preside Antersan (Associació de mediació intercultural i de recursos humans a Catalunya), cree que las siguientes generaciones aún tienen trabajo por delante: «La mayoría de esa segunda generación se siente española, pero ¿por qué tenemos que hablar de integración y no de asimilación? Es difícil, y también las administraciones o los propios autóctonos deben procurar que el proceso de adaptación no sea un fracaso. Yo puedo participar en muchos sitios y puedo hacerlo todo para sentirme integrado, y cuando pasa algo como los atentados de París todo lo conseguido se echa por tierra, debido a que se generaliza».
Taquiya o el disimulo está permitida. ( Búsquense éstas en el Islam y no en otros ).
Se da la circunstancia de que, en aquel momento, Jordi Pujol Ferrusola y su exposa eran administradores de una compañía dedicada a la explotación y comercialización de mármol y piedras para construcción. De ahí la anotación que realizó su agente en HSBC. El negocio del mármol le reportó al matrimonio enormes beneficios gracias a contratos con la Administración Pública que estuvieron rodeados de polémica. La adjudicación más importante conseguida por la sociedad con la que operaban, Natural Stone, fue el suministro de 100.000 metros cuadrados de mármol para la ampliación del Aeropuerto del Prat de Barcelona en 1991, es decir,… Leer más »
Pero solo hasta que tengan la mayoria numerica para hacerse con el poder.
Pronto habrá un Presiden judío de la Generalitat, y el alcalde de Bacelona un moro con en gran mezquita vociferando por los altavoces, y no se podra vender cerdo
No es que los gays y pijoprogres catalanes se estén convirtiendo al Islam, sino que gracias al nefasto Ius Solis, los hijos de inmigrantes cuentan como españoles y catalanes. Logicamente heredan y continúan la cultura de los padres,
Será topos islámicos
¡Pobres catalanes!
!pobres catalanes! NO tienen lo que con su permisividad han dejado que se asiente en su territorio, tan nacionalistas como son ¿como han consentido eso? Pues muy fácil, por el aumento de población en las comunidades el gobierno de España les ha ido dando más dinero y sino leer los presupuestos.
Y a quien coño le importa lo que piensen, que se vayan a sus países a pedir derechos
Igual que siete de cada diez catalanes en Catarluña son judíos conversos. O criptojudíos, lo mismo da.
vete a un pueblo de cataluña Delebre y veras que todos tienen cara de judios y de los feos.