Una mujer dejó ciego a un joven al encargar un ataque con ácido
Una de las agresiones más brutales y absurdas ocurridas en Valencia ha sido resuelta por la Policía Nacional tras medio año de investigación. Los agentes han detenido a la mujer de 33 años que encargó el ataque con ácido sulfúrico que en julio del año pasado dejó ciego a un joven de 32 doctor en Física cuando se encontraba en la plaza del Cedro de Valencia.
Todo comenzó a gestarse poco antes, cuando la sospechosa ideó una terrible venganza sentimental. Pagó presuntamente 2.000 euros a Julio Alberto B., un boxeador argentino afincado en Silla, para que se encargara de la agresión. La inductora proporcionó al sicario una fotografía del hombre al que quería hacer daño y le dijo que se trataba de un violador que le había agredido sexualmente. Según las investigaciones policiales, se trataba de una «excusa» para intentar dotar a la venganza de cierta justificación. Pensaba que, de ese modo, el matón tendría menos reparos en actuar con violencia contra el objetivo marcado.
Y así ocurrió. Julio Alberto embaucó a su colega Alberto, al que conocía de un gimnasio de Silla. Este, a su vez, contactó con otro amigo, José Ramón, que se encargó de poner el Alfa Romeo con el que acudieron a la plaza del Cedro a cumplir el oscuro cometido. Fue en la noche del 18 de julio. Según la policía, la propia inductora se encargó de facilitar al boxeador la ubicación y hora del ataque.
Pero sucedió algo inesperado. El argentino se equivocó y lanzó el vaso de plástico con líquido corrosivo a una persona con gran parecido físico al de la foto. Ese hombre, completamente ajeno a la autora, resultó ser un valenciano de 32 años doctor en Física por la Universitat de València. Su vida cambió radicalmente esa noche. El ácido le causó severas quemaduras en el rostro y el tronco. Perdió la visión total de un ojo y la del otro, casi al completo. Dos amigos que le acompañaban también resultaron heridos, pero no con semejante gravedad.
Después del brutal ataque, los sospechosos pusieron rumbo hacia Massamagrell y arrojaron en una vía de servicio el vaso, ya vacío, que contenía el ácido sulfúrico. Pero gracias a la matrícula del Alfa Romeo y a la descripción de algunos testigos, la Policía Nacional pudo avanzar en la investigación.
A finales de noviembre capturaron al boxeador, a Alberto, a José Ramón y a la novia de este último, acusada de encubrimiento. El primero ingresó en prisión sin fianza y los otros dos están en libertad provisional pero acusados de un intento de asesinato. Argumentan que simplemente acompañaron al sicario a la plaza del Cedro sin saber que iba a protagonizar una agresión.
Tras ser interrogados, revelaron el lugar donde arrojaron el vaso y condujeron a la policía hasta el lugar. Pese a los cuatro meses transcurridos, allí estaba esta prueba fundamental para el caso, con un trozo de cinta de carrocero rodeándola.
La última pieza de la trama, la inductora, fue capturada el jueves en Valencia. El juez encargado del caso no dudó en enviarla a prisión provisional por el mismo delito que los otros sospechosos. El físico agredido declinó ayer hacer declaraciones sobre la resolución del caso por parte de la policía.
La foto que hay que buscar es la de los periodicos de Valencia el dia que sea el juicio de la pajarraca, a ver si hay alguna foto del careto para airearla bien, que esa en cuanto salga de la carcel ya esta enredando a otro para montar otro circo criminal, las tias asi ya no cambian nunca.
Lo mismo que se airean los caretos de Breton, del falso shaolin y demas fauna pues que se aireen tambien los caretos de las criminales, que la gente de a pie tiene derecho a conocerlas para poder salir corriendo si se acercan.
Que hijos de puta. Segura que les echan dos meses de servicios a la comunidad.
Eso es violencia machista ¿no?.
Imagina…si hubiera sido al revés..¡¡arde Troya!!…
Y sin embargo esta bruja criminal, como mucho 6 meses de prisión. ¡¡Y sentencia suspendida!!…
Y si no al tiempo..
España país feminazi por antonomasia.
Es viokencia hembrista, pero ésta no está catalogada. No conviene es que no da tanta pasta.