Intereconomía, SOS
Enrique de Diego.- Intereconomía no ha pagado las nóminas. Acumula dos meses y medio de retraso. La situación es insostenible. El consejero delegado, Juan José Aizcorbe se había comprometido a pagar una nómina antes del puente y esa promesa ha sido fallida.
La gravedad de la situación estriba en que carente de toda credibilidad Julio Ariza –llegó a decir “no tengo cara de ERE” meses antes de efectuar uno salvaje, del ni tan siquiera está pagando las indemnizaciones-, la palabra de Aizcorbe era el último reducto de credibilidad en una redacción deprimida y sin recursos morales.
Las fuentes de la empresa han difundido que el pago se hará el lunes, pero ya nadie cree en palabras y rumores y, además, ya se ha generalizado la apreciación de que la empresa es inviable y de que los trabajadores han quedado atrapados en aras de la incompetencia y la falta de escrúpulos de Julio Ariza.
Como un paradigma de la España de Rajoy, al que Ariza apoyó con pasión de lacayo, Intereconomía TV sigue emitiendo –con audiencias cada vez más bajas y superada por su competidora confesional 13TV-, La Gaceta sigue saliendo –por debajo de los 17.000 ejemplares, una cifra ridícula para un diario nacional- y la Radio sigue teniendo programas, aunque casi todos sus postes están cortados por impago. Y todo ello llevado a cabo por trabajadores que llevan más de dos meses sin cobrar, a los que se obliga a trabajar gratis y que empiezan a temer por su supervivencia personal, pero que tampoco tienen cauces de reivindicación y que están sometidos al estúpido clima de terror creado por Ariza desde hace tiempo.
La situación de Intereconomía exige un inmediato concurso de acreedores y permitir que los trabajadores sufran el menor daño posible, porque el poco dinero se debe estar utilizando, en buena lógica, para pagar los desorbitados alquileres de Castellana, el insoportable alquiler de la señal de televisión, la imprenta de La Gaceta o estúpidas aventuras como la universidad de mayores.
También Ariza echó a los mejores mientras ha mantenido a auténticas inutilidades que lastran la empresa y que no hacen nada como Pedro Juan Viladrich, Marcial Cuquerella, Luis Usera, Josep María Francàs, Ramón Pi o Diego Martínez Perán.
Se confirma, y a ello apuntan fuentes internas de Intereconomía, lo que señalo en mi libro “Dando caña”: Julio Ariza no puede ir al concurso de acreedores porque no está dispuesto a asumir su propio fracaso, pero sobre todo porque no está en condiciones de que le fiscalicen las cuentas, porque puede llegar a tener problemas, y serios, con la Justicia. No deja de ser sintomático que Ariza haya apoyado siempre a los corruptos del PP, desde Carlos Fabra a Jaume Matas, pasando por Polaris World y Gürtel, o que tenga o haya tenido a Rodrigo Rato en su accionariado.
Si Ariza tuviera un mínimo de moralidad plantearía el concurso de acreedores, pero eso no va a suceder: los trabajadores de Intereconomía están atrapados en una nueva y terrible forma de esclavismo.
Señor Enrique, si usted estuviera en Intereconomía, reflotaría.
pues que la cierren por lacayos y elitistas
Que pidan ayuda a tele Madrid, antes de que consigan cerrarla.
Unas Navidades duras para los curritos, por que el ariza seguro que tiene un pavo
bien gordo. Como mister scrooge
O sea,esclavos de moqueta.
Un saludo a esos trabajadores que no tienen culpa de ver como una panda de desgraciados se cargan una empresa, el sustento de cientos de familias.
Ojo, si se recorrieran muchas medianas empresas, verían que es algo sintomático en este país.
Entre el “cuñadito” y el hijo del amigo, no vean la panda que dirigen… bueno, por decir algo, se dedican a navegar por Internet y a tomar café, mientras el trabajo lo hacen los que como ahora en Intereconomía sufren dos meses sin cobrar.
¿Por qué no montan un órdago, en pleno directo?. Total, no les van a pagar.