En el camino
Ramiro González.- Una obra que marcó a una generación. Esta frase se ha leído en más de una ocasión como gancho para los lectores despistados, que rápidamente se lanzarán en plancha para adquirir un ejemplar de la susodicha. Lo cierto es que esta obra de Jack Kerouac, está considerada como una de las mejores de la literatura norteamericana. En fin, no soy nadie para contradecir a un catedrático de literatura, simplemente soy un lector aficionado; pero esto no quiere decir que no tenga criterio propio. Hace tiempo me enteré de que se estaba haciendo una adaptación cinematográfica, que incluiría a Vigo Mortensen como principal reclamo publicitario para que el público llene la sala. Bien, aviso ya de antemano, que Mortensen tiene un papel secundario y que apenas saldrá en la cinta, si es que la adaptación es fiel al manuscrito.
Sé que quizás es pronto para hablar de ella, porque se va a estrenar en Febrero del año que viene, pero ahora me voy a centrar en el libro, cuando se estrene la película ya hare la crítica. ¿Qué es lo que convierte esta novela en una de las cumbres de la literatura norteamericana? Pues aun sigo preguntándomelo. ¿Qué nos cuenta? Pues Kerouac nos relata tres años de su vida, desde 1947 a 1949, los cuales, los pasó viajando de un extremo de EEUU al otro, recorriendo sus ciudades más importantes, en compañía de su amigo Allen Ginsberg. Los protagonistas del libro reciben otro nombre, pero recuerdan claramente a la pareja de escritores, representantes de una generación que recibió el nombre de “Beat”, personas que querían mantenerse alejadas del sistema, entregados a una vida de desenfreno en lo que alcohol, sexo y drogas se refiere. Estos sientan las bases para la contracultura que vendría en los años 60. El libro parece un diario de viaje, es una narración absolutamente plana, en la que apenas ocurren cosas, es como si nunca avanzase. Es un libro que puede resultar interesante a todos aquellos que tengan intereses en la sociología americana de esos años, y para aquellos que sean catedráticos de literatura.
Desde mi humilde criterio, el hecho de considerar esta obra como una de las más grandes, la coloca en la misma lista en la que están “A sangre Fría” de Truman Capote, o “Matar un Ruiseñor” de Harper Lee, solo por mencionar dos ejemplos pues la lista es sin duda más larga. Dos ejemplos que además he tenido el gran placer de leer. Las tres son incomparables, son géneros distintos, pero desde luego la calidad de Kerouac está muy lejos del nivel de Harper Lee, y ya no digamos de Truman Capote. Como digo esto no es más que una humilde impresión personal, así que ustedes eligen si se meten en el cadillac con Kerouac y Ginsberg y se dejan llevar en este viaje.