Frankenweenie, encantadora y tierna
Ramiro González.- Esta es la segunda película con la que nos deleita este año el director Tim Burton. Tras la divertida Sombras Tenebrosas nos llega un relato sobre la pérdida del ser querido y alguna cuestión más que desarrollaré un poco a lo largo del artículo.
La idea de esta película le viene de antaño ya que tiempo atrás cuando comenzó su carrera como dibujante para Disney, hizo un cortometraje con el mismo título y que contaba la historia de un chico llamado Victor que pierde al único amigo que tiene en el mundo.
Frankenweenie puede parecer una película para niños pero no lo es. Es una historia que encierra unos sentimientos que a lo mejor un infante muy pequeño es incapaz de entender. ¿Qué es lo que pasa cuando un chico marginado en el colegio e incomprendido pierde al único amigo que tiene aunque este sea de cuatro patas? El joven Victor además de ser una versión personal del “Frankenstein” de Mary Shelley, es un personaje que encierra un reflejo autobiográfico del propio Tim Burton, pues este lo pasó muy mal en su adolescencia. Toda la película está impregnada de elementos evocadores de la filmografía burtoniana, por ejemplo el escenario donde transcurre todo, una pequeña comunidad suburbana muy parecida a la de Eduardo Manostijeras, los niños con ojos saltones y amoratados que una vez más nos transmiten el insomnio que sufre Burton; y por otro lado los guiños constantes al género del terror típico de los años 30. Podríamos decir que esta película es una visión personal del clásico literario de Mary Shelley mezclada con la adaptación de cine del año 1931 y protagonizada por Boris Karloff.
Pocas películas hay que me hagan derramar lágrimas más de una vez y que me lleguen tanto al corazón. Frankenweenie es una de ellas. Puedo decir sin miedo que me identifico con el joven protagonista de la cinta, especialmente en lo que a la pérdida de su “mejor amigo” se refiere, de manera que comprendo perfectamente esa escena en la que el chico llora desconsolado diciéndole a su amigo Sparky que tendrá que dejarle marchar, momento además en el que la partitura magnífica de Danny Elfman completa la emotividad.
A nivel personal creo que debo destacar otro momento fundamental en la película, y es el de la breve charla con su profesor de ciencias del colegio, al que Victor insinúa que ha hecho un experimento que ha traído consecuencias imprevistas. El profesor lanza una máxima: “A las personas les gustan los resultados de la Ciencia, pero no las Preguntas que conlleva”, recordándonos así que nuestros actos tienen consecuencias. En definitiva, Frankenweenie es un cuento delicioso, digno de perdurar y ser reconocido como una de las mejores cintas del séptimo arte.
Buen artículo Ramiro. Pone alma donde los demás solo vemos arte o despilfarro. Hay quien hace cine para las alfombras rojas. O para sumarse a las resmas de bienpagaos mediáticos. O simple y llanamente como forma de estafar al contribuyente filmando lo justo para el trinque subvencionado. El cine es un arte en la belleza plástica del trabajo bien hecho. Pero aunque para algunos es un medio para ganar dinero, fama y mear colonia, además de su componente artística, el cine es más. Debe ser más. Todas las artes, además de gustar, deben transmitir. Pero el cine además escenifica a… Leer más »
Clandestino muchas gracias por tu estupendo comentario. Siempre he insistido e insistire en que el Cine puede ser algo más que un entretenimiento, y esta película es buena prueba de ello. Personalmente no me gusta la crítica habitual que se hace en otros medios, prefiero hacer una especie de crónica personal, en la que mezclo los aspectos técnicos con la experiencia vivida durante la proyección. Desde mi punto de vista así se logra un relato más verídico y el que escribe no se convierte en un pedante absurdo. Siempre me he mostrado en contra de los críticos al uso porque… Leer más »
Lamentablemente, no he visto la película, por tanto poco puedo opinar. Lo que me parece maravilloso, es tu forma de describirla, y tu manera de identificarte con el personaje. Todos, en uno u otro momento de nuestra vida y en función del momento emocional que estemos atravesando, nos hemos visto reflejados en algún personaje de una peli, y hemos sentido:” ese podría ser yo mismo”. Creo que nunca se debe perder esa sensibilidad, ese “verse en el otro” como si de uno mismo se tratara. Enhorabuena por el artículo.. Un abrazo.
Muchas Gracias Isabel por tu comentario, y es que me identifico con el protagonista en dos cosas: por un lado, adoro a los perros, siempre he tenido, y la pérdida me ha supuesto un dolor inmenso. Por otro lado, en mi época de colegio, digamos que tampoco he sido muy afortunado, nunca he tenido demasiados amigos, siempre he sido un bicho raro, un friki como se llaman ahora, asi que de alguna manera me parezco al joven protagonista y por eso para mí esta será una película imprescindible en mi vida.
Gracias a ti Mar por leerme. Si la ves por favor no dudes en compartir tu experiencia con el resto de lectores dejandonos aqui un comentario
Gracias Ramiro, esperaba tu articulo sobre esta película.