Asesinado a tiros en Somalia un cómico por sus parodias sobre el islamismo radical
En Somalia, apenas hay ya espacio para la sonrisa. Abdi Jeylani «Marshale», uno de los cómicos somalíes más populares del país gracias a sus parodias del islamismo radical, fue asesinado a tiros en la capital, Mogadiscio.
Pese a que los autores del crimen aún no han sido identificados, el artista había recibido en los últimos meses numerosas amenazas de muerte por parte de los rebeldes de Al Shabab.
«Este es un día negro para la industria del entretenimiento. Marshale era el líder de la comedia de nuestro Estado y la opinión sobre su obra era unánime», aseguró en un comunicado distribuido ayer Yusuf Keynan, presentador en Radio Kulmiye, donde trabajaba la víctima.
Precisamente, la labor filántropica de «Marshale» (cuya traducción libre sería «pescador») destacaba casi tanto como la humorística. En los últimos tiempos, el mensaje de este cómico se había centrado —siempre, eso sí, con su característico tono burlón— en «capturar» las mentes de los jóvenes para evitar su reclutamiento por parte de las milicias islamistas que operan en la región.
Y no son pocas. Desde que en 1991 se colapsara el sistema político somalí tras el derrocamiento del dictador Siad Barre, cerca de 700.000 personas han perdido la vida en los enfrentamientos librados en el país, primero por los clanes feudales, y ahora por las milicias islamistas.
«En los viejos tiempos, en nuestro país, había espacio para la risa. Ahora todo ha cambiado», aseguraba recientemente a ABC Abdullahi Abdirahmam «Alif», caricaturista local que también vive amenazado de muerte Al Shabab. «Mis dibujos son reflejo de nuestra crisis. Aunque no gusten a los rebeldes», aseguraba.
Muktar Bashir Mudey es otra de las víctimas del eterno olvido. En 2008, este dibujante de tiras cómicas se vio obligado a abandonar Somalia ante el ascenso político de Al Shabab. «Tras la llegada al poder del grupo, huí al campo de refugiados de Dadaab, en la frontera con Kenia. Mis dibujos tuvieron que quedar atrás. No así mis historias», afirmó.
Libros infantiles
Pese a ser una de las figuras más reputadas de su país, en la actualidad, Mudey sobrevive ilustrando libros para niños y anuncios publicitarios en Kenia: «Primero prohibieron (las milicias de Al Shabab) la música, después el deporte. Lo próximo será el humor. Y ese día estaremos perdidos».
El caso de Mudey no es único. Como él, decenas de artistas se han visto obligados a abandonar el país africano en los últimos tiempos. Este es el caso de Amin Amir, convertido ahora en una de las figuras más reputadas de la clase política somalí (su nombre se perfila en numerosas ocasiones como candidato a dirigir la región semi-autónoma de Puntland) y quien actualmente reside en Canadá.
Pues esto es un aviso a Russell Peters, que tenga cuidado cuando elija el sitio donde va a hacer el payaso.
Esto es un aviso a navegantes, el Islam no admite la menor crítica, así que esas guarras rusas, deberían haberse metido en una mezquita, a ver si les daban su merecido, pero no son tontas, bueno, descanse en paz el moro, si puede, porque ya era moro, moderado o no, él era moro.
Y A MI QUE ME IMPORTA SI MUERE??
Es que hay que comprenderlo, es la regligion de la paz … y este se dedicaba a crisparlos … ademas: son sus costumbres tradicionales.
Joder con la hipocresia de algunos. ¡Y siguen sin darse cuenta e insistiendo!