Los rastafaris pijos toman las calles siguiendo órdenes del jefe: Los choques entre estudiantes y policías dejan 25 detenidos en Valencia
Los acontecimientos de los últimos días en Valencia no pueden cogernos por sorpresa. Muchos lo habían anticipado en los primeros días del Gobierno del PP y habían amenazado con tomar la calle, incluso con un lenguaje belicista. Lo que hace cinco días comenzó siendo una protesta de un número reducido de alumnos de un instituto de Valencia se está empezando a convertir en un río revuelto del que algunos quieren sacar ganancia convirtiéndolo en icono mediático y político.
Han sido especialmente desafortunadas las declaraciones de Elena Valenciano, que sin conocimiento de causa ha acusado a la policía de actuar de forma desproporcionada. Presentar a los policías como opresores y a los estudiantes como un colectivo oprimido por defender pacíficamente sus legítimos derechos ante los recortes abusivos en educación es, cuando menos, una injusta deformación de la realidad.
A las primeras concentraciones que comenzaron cortando el tráfico de las principales calles de la ciudad, se han unido ahora colectivos antisistema que han hecho de la agitación su modus vivendi. Los hechos hablan por sí mismos: de los 25 detenidos, sólo 5 son estudiantes y la mayor parte de los heridos son policías. Los problemas no se solucionan inventándose una “primavera valenciana”, ni yendo de la mano de los alborotadores. La tentación de transformar la oposición en agitación callejera es muy peligrosa. A corto plazo puede producir réditos pero la experiencia demuestra que termina siendo un desastre para la convivencia. Deberían haberlo aprendido de lo ocurrido hace 76 años.
Incidentes
Doce personas de las veinticinco que fueron detenidas ayer por los incidentes producidos entre estudiantes y policías durante la cuarta jornada de protestas estudiantiles en Valencia han pasado la noche en comisaría y continúan en las dependencias policiales.
Fuentes policiales han informado de que los seis menores que fueron detenidos junto al resto de estudiantes fueron puestos anoche mismo en libertad. De los restantes diecinueve, otros siete también fueron puestos en libertad mientras que doce quedaron detenidos y han pasado la noche en la comisaría. Está previsto que los detenidos pasen en las dependencias policiales “el tiempo mínimo imprescindible” para tomarles declaración y hacer las diligencias oportunas, antes de pasar a disposición judicial.
Representantes del Sindicato de Estudiantes se encuentran a las puertas del Instituto de Educación Secundaria Luis Vives de Valencia para convocar a los alumnos a una “jornada de lucha” el próximo jueves, día 23, con una concentración ante la Conselleria de Educación.
El objetivo de la protesta, como ha explicado un miembro del sindicato, Carlos Naranjo, es exigir la dimisión de la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, y del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, como “responsables que son de la brutal represión policial” de estos días contra los estudiantes.
Naranjo ha informado también de que a la salida de los alumnos del citado centro se ha convocado una asamblea de profesores, padres y alumnos para analizar la situación, justo antes de la concentración de protesta contra los recortes y la actuación policial convocada a las puertas del instituto a las 15.30 horas. Además, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STEPV) ha convocado igualmente una reunión esta mañana a la que está previsto que acudan estudiantes.
Cargas policiales contra estudiantes
Ayer, el centro de Valencia se sumió en el caos en la enésima jornada de protestas estudiantiles convocadas a través de redes sociales, donde ya se habla de la ‘Primavera Valenciana’, en comparación con las revueltas ciudadanas de los países árabes.
Lo que empezó la pasada semana como una concentración de alumnos contra los recortes en materia educativa ha desembocado en una escalada de enfrentamientos, cargas policiales y actos vandálicos que ayer alcanzaron su punto álgido. Los disturbios dejaron 21 detenidos, cinco de ellos menores de edad, así como 15 heridos leves. Tres participantes sufrieron contusiones y una mujer fue atendida tras un ataque de ansiedad. Según el Centro de Coordinación de Emergencias, dos fueron trasladados a los hospitales Clínico y a La Fe. En cuanto a agentes, fuentes del cuerpo hablaban de once lesionados. Desde el miércoles, cuando se iniciaron los altercados, han sido arrestadas 38 personas, mientras que los contusionados suman varias decenas.
El perfil de los asistentes evolucionó a lo largo de la jornada, que comenzó, igual que la pasada semana, con un acto en la calle Xàtiva, frente al instituto Lluís Vives. Consistió en una sentada pacífica para cortar el tráfico en la que participaron más de 300 jóvenes, muchos de ellos menores de edad. Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde y se sucedían los enfrentamientos con la policía se podían ver personas más mayores, muchos con capuchas y con el rostro tapado. Algunos eran verdaderos agitadores, elevándose en líderes improvisados que guiaban a los diferentes grupos que deambulaban por el centro de Valencia. Era como el juego del gato y el ratón, con agentes de la Unidad de Intervención Policial persiguiéndoles y tratando de cortarles el paso en un intento de disolver unas concentraciones que no fueron comunicadas a la Delegación del Gobierno, y que por tanto, eran ilegales.
La tensión fue en aumento
La tensión entre los agentes también fue en aumento, con escenas de auténtico nerviosismo por parte de algunos, especialmente contundentes en las cargas. Pero no sólo hubo porrazos. Volaron botellas, adoquines, mandarinas y conos de tráfico contra los policías, y varios contenedores fueron volcados al paso de la masa de concentrados, que no paraba de repetir consignas incendiarias. «Se va a acabar la paz social», era una de las preferidas. Al final de la tarde se quemaron varios depósitos de basura en la avenida Blasco Ibáñez, que fue cortada al tráfico, y en la calle Convento Jerusalén, otro de los puntos donde se mantenían las protestas al última hora. También fue ocupada la Facultad de Historia, donde se encerraron centenares de estudiantes.
Ante la evolución violenta de los acontecimientos muchos chavales llamaban a la calma. Incluso desde la Federación Valenciana de Estudiantes (Faavem), que se erigió en portavoz de los concentrados, reconocieron que no podían controlar la presencia de infiltrados.
Los problemas empezaron pasadas las 15 horas. Tras la sentada de Xàtiva los jóvenes se dirigieron hacia San Agustín con el objetivo de cortar San Vicente, aunque les esperaba un cordón policial de agentes descubiertos que intentaron contenerles con sus cuerpos. Pero fueron desbordados. Ante la tensión por el bloqueo de la calle y tras el lanzamiento de una botella que hirió a una persona mayor, la situación se radicalizó. La policía ya intervenía protegida con los equipos antidisturbios. Y sin contemplaciones. Cuando se intentaba cortar una vía los agentes cargaban, lo que provocó la dispersión de la protesta en pequeños grupos. También intervinieron cuando los manifestantes trataban de evitar las identificaciones (sobre todo de los que insultaban) o las detenciones.
No hay problema, procedente de Alemania se aproxima un autobús cargado de turcos anti – anti-fascistas. Que digo autobús, vienen 4 en taxi,¿para que van a venir todos? saben que la reacción de los perroflautas será la misma que la de los “antifas” germanos. Es tremendo que detrás de los niños incendiarios, animándolos, estén personas de edad ricas y acomodadas como Rubalcaba, Cayo Lara o la Valenciano. La táctica es la misma de Hamás, los progresistas mandan a sus hijos esperando que a alguno de ellos le pase una desgracia para así poder linchar policías impunemente y dar otra vuelta… Leer más »
De aquí a las andaluzas y asturianas del 25 de marzo esto es lo que nos espera y como mantengan la Junta de Andalucía más fuerza van a meter en las calles. Así empezó ZParo en 2.001 y para 2.004 ya era Presidente del gobierno.
El PP no espabila y no deja a 0 las subvenciones a UGT y CC.OO. nio quita todos los liberados sindicales y no deja de subvencionar al Cine Antiespañol y así le va a España.
Estar apuntado en un instituto no te convierte necesariamente en estudiante.
Estos son la niñatada rastafari pija de siempre, el anarcoporrerismo rebeldote de los niñatos de clase media(e incluso media-alta)
La gentuza izquierdosa trata de conseguir en las CALLES lo que NO han conseguido en las URNAS.Dentro de la Catedral de Sevilla hay unos profesores encerrados x los recortes en EDUCACIÓN de la JUNTA del PEDOE.¿A visto cualquier lector de AD esto que comento reflejado en algunos de los medios de MANIPULACIÓN como TelaJINCO o la SeCTA ?