La qatarización de Cataluña ya tiene trágicas consecuencias: El cese de Spanair deja hoy 158 vuelos en ‘el aire’
Spanair se queda en tierra. Termina el sueño de las administraciones catalanas, empeñadas en contar con una aerolínea de ‘bandera’ que liderara la operación en un aeropuerto, el de El Prat, al que siempre quisieron convertir en un gran ‘hub’ internacional. A última hora de este viernes, cuando el consejo de administración de la aerolínea llevaba ya más de cuatro horas de tensa reunión, era el Gobierno central el que adelantaba “el cese de operaciones” de la aerolínea.
El cese de las operaciones de Spanair afectará a un total de 380 vuelos que estaban programados para el sábado (158) y el domingo (222), con lo que la cifra de afectados podría ser de “varios miles” de personas, según ha señalado hoy el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Rafael Catalá. Fomento ha anunciado este viernes que abrirá un expediente sancionador a la compañía aérea Spanair por incumplimiento de contrato y cese abrupto de su actividad, según informó un portavoz del departamento que dirige Ana Pastor.
La primera cancelación en El Prat fue la de un vuelo entre Barcelona y Valencia programado a las 23:30 horas del viernes. El cese total de actividad llegaría a las dos de la madrugada del sábado. Spanair tenía programados 380 vuelos durante este fin de semana en la red de Aena. Desde la media tarde del viernes, los aviones de Spanair que aterrizaban en Barcelona eran apartados a sus hangares y precintados. Una medida de seguridad necesaria, pues en otros sucesos similares no han sido pocos los robos de piezas y de costosísimos componentes de las aeronaves, que se ‘esfumaban’ en pocas horas.
En plena crisis económica y mientras Cataluña sufre un aluvión de recortes en servicios básicos, ya no hay ‘excusa’ para seguir aportando fondos públicos a un agujero negro. Al tiempo, Spanair pedía ayuda a otras muchas aerolíneas españolas y extranjeras, sobre todo a aquellas con mayor presencia en Barcelona, para intentar realojar a la mayor cantidad posible de pasajeros.
Evitar el caos
Para evitar el caos, los responsables de Aviación Civil y de la Agencia Española de Seguridad Aérea se trasladaban a la capital catalana para coordinar el operativo en primera línea. El Ministerio de Fomento ha constituido un comité de seguimiento y ha abierto la página web http://www.seguridadaerea.es/AESA/LANG_CASTELLANO/PASAJEROS/ para atender a los posibles damnificados.
El ‘site’ de Spanair (www.spanair.com) quedó en blanco a eso de las ocho de la tarde, y en su lugar tan sólo aparece un teléfono de contacto, el 900 13 14 15. El departamento de Ana Pastor recordó que la aerolínea tiene la obligación de “atender a los usuarios que puedan verse perjudicados y, en concreto, de garantizar su asistencia, el reembolso del billete o un transporte alternativo, la suficiente información y, en su caso, la pertinente compensación”. Y es que no quedaba margen. Sobre todo, después de que la Generalitat (propietaria de un 24% de la aerolínea) decidiera no aportar más dinero a una firma que se hundía en un mar de deudas desde hacía meses, y de que el pretendido caballero blanco venido de Oriente, Qatar Airways, optara por no sumarse a la aventura de Spanair bajo la condición de socio industrial.
Los qataríes, temerosos de que la Comisión Europea indagara y castigara el apoyo público de los últimos años a la compañía presidida por Ferran Soriano, estimado en 150 millones de euros, pedían unas garantías que han sido imposibles de ofrecer. La posibilidad de que la ayuda árabe llegara a tiempo evitó en diciembre un cierre que, finalmente, ha sido irremediable.
Las negociaciones con Qatar Airways se prolongaron durante meses, pero nadie podía garantizar que al cabo de unos meses el comisario de Competencia o el de Mercado Interior llamaran a la puerta preguntando por la continua inyección de dinero público recibida desde 2009, cuando SAS (el anterior propietario) vendió la compañía.
El Gobierno autonómico justificó ante el consejo de administración de la aerolínea que sus prioridades de gasto son hoy muy otras. El ejecutivo regional -que insiste en su compromiso con el aeropuerto de Barcelona- y distintas autoridades municipales y de servicio público de la capital condal activaron también varios gabinetes de crisis en los que participan, entre otros, las consejerías de Economía, Empresa y Ocupación, Territorio y Sostenibilidad, Protección Civil o los Mossos d’Escuadra.
Trabajadores y viajeros
El cese de las operaciones deja en el aire miles de reservas ya realizadas o pagadas, amén de más de 3.000 empleos en el alero, los de aquellas personas que trabajan de forma directa para Spanair y los de los empleados de Newco, la compañía especializada en ‘handling’ (gestión y traslado de maletas) que tiene en la empresa catalana a su mayor y casi único cliente y que, para colmo de males, está desde hace pocos meses en concurso de acreedores.
Tras suspender la venta de pasajes en internet a media tarde del viernes, la solución para los viajeros vendrá de la mano de Aviación Civil y de las compañías competidoras de Spanair. El gabinete de Ana Pastor y esas aerolíneas ‘amigas’ (entre ellas, Iberia, Vueling y Air Europa) trabajan a contrarreloj para ofrecer soluciones inmediatas. Afortunadamente, y como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga, y el Ministerio de Fomento tiene ya experiencia suficiente en sucesos parecidos; como los de Air Madrid o Air comet, que dejaron de volar de forma sorpresiva dejando en tierra de miles de clientes.
Spanair, una aerolínea en constantes turbulencias
La aerolínea Spanair, con unos 2.000 trabajadores, una facturación anual de 600 millones y una cuota de mercado del 22%, arrastra una historia de turbulencias económicas con varios expedientes de regulación de empleo y pérdidas millonarias -115,72 millones en el 2010-. El Ministerio de Fomento y AENA están diseñando un plan de recolocación de pasajeros de los vuelos de esta compañía en el aeropuerto de Barcelona para activarlo si se confirma una eventual suspensión de actividades de la aerolínea.
La crisis ha golpeado con fuerza a esta compañía, que centra su actividad precisamente en las rutas con menores demandas y que ha tenido que hacer frente a la subida del precio del combustible y a una falta de liquidez casi estructural.
Las dificultades económicas empezaron a hacerse evidentes en 2008, cuando la dirección planteó el cierre de la base de Palma de Mallorca y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 1.100 de los 3.800 trabajadores que tenía en todos sus centros, de los que 600 pertenecían a la base de Palma. A este expediente siguió otro en marzo de 2011, cuando la compañía planteó reducir en 50 personas su plantilla de personal de tierra del aeropuerto de Barajas (Madrid).
200 vuelos diarios
La aerolínea opera en la actualidad más de 200 vuelos diarios: el 87% como línea regular (46 rutas nacionales y 12 a distintas ciudades de Europa y África) y el 13% restante como charter, principalmente en verano. La flota actual se compone de unas 30 aeronaves, entre ellos 5 airbus y 19 airbus, en los que la aerolínea transportó en 2011 un total de 11,6 millones de pasajeros hacia aeropuertos españoles, lo que supuso una caída del 12% en relación al año anterior.
La compañía cuenta con unos 2.000 trabajadores directos -1.200 que integran la tripulación y unos 800 en tierra-, aunque de su actividad depende también la empresa de handling NewCo, que tiene 1.200 empleados y que se encuentra ya en concurso de acreedores. Desde que pasara a manos catalanas, la compañía que preside Ferran Soriano busca socios industriales y financieros que aporten una cifra que rondaría los 150 millones de euros para poder llevar a cabo vuelos transoceánicos.
El año pasado, Spanair volvió a recibir una inyección de dinero público, ya que Fira de Barcelona, participada por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y la Cámara de Comercio, concedió dos créditos de 25 millones de euros para garantizar su continuidad.
Historia
Fundada en diciembre de 1986, la aerolínea empezó a realizar operaciones de vuelo charter internacionales a finales de marzo de 1988, cuando transportó a turistas a España desde más de cien aeropuertos europeos.
En febrero de 1994 inició su operación de vuelos regulares nacionales y estableció al mismo tiempo el servicio de asistencia en tierra. Tres años más tarde, en 1997, empezó a operar en los mercados intercontinentales, inaugurando el trayecto Madrid-Washington-Dulles. Posteriormente se potenciaron las rutas desde Madrid a Sao Paulo, Rio de Janeiro, Buenos Aires y La Habana.
En marzo de 2002, Spanair entró en el Grupo SAS y en 2003 la compañía se convirtió en miembro de pleno derecho de la red Star Alliance, la alianza de compañías aéreas más grande del mundo.
La incorporación del capital público catalán en la compañía tiene lugar el 31 de enero de 2009, cuando Iniciatives Empresarials Aeronàutiques (Ieasa), que aglutina a Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona, Fira y otros pequeños empresarios, adquiere el 80,1% de Spanair , mientras que SAS pasa a ser socio industrial con un 19,9%. En la actualidad, Ieasa cuenta con cerca del 85% de Spanair, mientras que SAS tiene un 11% y los trabajadores un 3,5% de las acciones.
Cataluña se va al traste, el gobierno de Más es un gobierno de chorizos, y en Cataluña no hay pan para tanto chorizo. Que Dios nos pille confesado, que al confesor le han recortado el sueldo.
Si Qatar hubiera pagado Spanair, hubierais dicho que nos la compran los moros, como no la ha pagado decís que la qatarización tiene trágicas consecuencias, ¿que consecuencias? no hay nada qatarizado, no han pagado por que han visto el desastre y punto. Y como Spanair ya no la subvenciona naipe pues a cerrar, pero ¿no era esto lo que vosotros pedís? que se deje de pagar con dinero publico la independencia de Cataluña? pues aquí tenéis una de las consecuencias, 4000 parados mas
Chau…Cataluña.