El 30% de los directivos de grandes empresas españolas justifica los pagos y los regalos para conseguir negocios
D.L.- El fin justifica los medios. Y si el fin es ayudar al crecimiento de una compañía el 30 % de los directivos de grandes empresas españolas ve con buenos ojos que se ofrezcan regalos personales o servicios para ganar o retener un negocio. Otro 30% asume que en ese contexto es bueno ofrecer “entretenimiento” y también un 30 % acepta que se den pagos en efectivo para obtener beneficios.
La historia comienza con una cena de lujo, un bolso, un reloj, un viaje con estancia en un gran hotel y al final acaba con una aportación económica en efectivo. Es el camino seguido más común para conseguir un contrato suculento. Por ello, los analistas de la consultora Ernst & Young han realizado un año más, una encuesta europea sobre el fraude en las empresas en 2011.
Entre enero y febrero los investigadores realizaron un total de 2.365 entrevistas a empleados de 25 países europeos en el idioma nativo de cada nación. Los participantes han sido trabajadores de compañías con más de 1.000 empleados, empresas que cotizan en Bolsa o multinacionales. De los resultados destaca la percepción natural que tienen los entrevistados de la realización de sobornos en las empresas y como reconocen estas prácticas en sus lugares de trabajo. Según se desprende del informe, “el comportamiento no ético, como regalos personalizados o servicios, ofreciendo diversión y pagos en efectivo para ganar o retener un negocio es más generalizado y justificado en España que en el resto de países europeos”.
Pero no son cifras que se circunscriben solamente al sentir general de los altos cargos de las empresas abordadas en las entrevistas. Con respecto a si han experimentado “un fraude significativo en la compañía” durante los últimos dos años, en España solo el 12 % de los encuestados ha experimentado esta situación. El porcentaje está por encima de estados como Francia, Italia, Austria, Países Bajos y Reino Unido.
De los datos obtenidos se concluye que la cultura de la lucha contra el soborno y la corrupción en España es de media menor a otros países de la UE. Hay pocas compañías que tienen: políticas de lucha contra la corrupción, un código de conducta, falta de comunicación del compromiso de la alta dirección con estas políticas y menos formación en estos temas. “Solamente el 17% de los entrevistados han recibido personalmente formación en cuanto a medidas contra la corrupción y el soborno”.
Otra de las preguntas formuladas a los directivos españoles versa sobre la ley estadounidense “Dodd-Frank”, que entró en vigor el año pasado y por la que se incentiva a los empleados de compañías de EE UU que cotizan en Bolsa a denunciar casos de fraude, con recompensas de hasta el 30 % de cualquier multa superior a un millón de dólares para los trabajadores que revelen informaciones sobre comportamientos delictivos o sospechosos de ser delictivos. El 71% de los encuestados españoles asegura que sí servirá para que se denuncien casos de fraude.
Finalmente, el 59 % de los directivos españoles considera que en los próximos 12 meses muchas compañías tendrán dificultades económicas en comparación con el 27 % de los encuestados europeos.