El Centro pone al frente del partido en Cataluña a un colaborador de AD
José Flores, colaborador de AD en asuntos de ideología de género, será el nuevo responsable de El Centro en Cataluña, según ha hecho público hoy el partido en un comunicado oficial. Flores, que se ha destacado estos días por sus críticas al Movimiento 15-M que él contribuyó a poner en marcha en Cataluña, cuenta con una amplia experiencia en el campo del asociacionismo civil, donde trabaja desde la asociación catalana de padres separados (ACAPASE).
Amigo personal de Adolfo Suárez, tras su retirada de la política Flores estuvo vinculado a la facción democristiana de CiU, donde ha permanecido todos estos años. Su defensa de la españolidad de Cataluña y su abierta oposición al laicismo le granjearon algunas desavenencias dentro de la cúpula del partido liderado por Duran i Lleida. “Soy heredero del catalanismo integrador de Prat de la Riba. Renunciar a España sería una vileza mayor que renunciar a nuestra propia madre”, se atrevió a decir en una asamblea de los democristianos catalanes celebrada en Reus en mayo del pasado año.
Católico practicante y enemigo declarado del feminismo militante, Flores espera contribuir desde El Centro a la creación de “un movimiento humanístico que realce la política y la ponga al servicio de los ciudadanos”. Confía en poder vertebrar a los sectores moderados del nacionalismo catalán que coincidan con “una Cataluña plural, aunque sin renunciar a los principios culturales e identitarios que la han configurado durante los siglos”.
En el plano profesional, Flores es un empresario hotelero con medio centenar de trabajadores a su cargo. En declaraciones a AD, Flores pondera la labor que realiza el líder nacional de El Centro, César Román y tuvo palabras muy críticas hacia el autodenominado presidente del CDS, Francisco Cabra, al que situó en la órbita de Rubalcaba. “Personajes como éste enlodan la política”, señaló.
El primer objetivo de Flores en su nuevo partido será su asunción de la custodia compartida y el rechazo a las “ideologías totalitarias de género” en el primer Congreso nacional.