«La calidad de vida de los enfermos de párkinson mejorará a corto plazo»
El catedrático de Fisiología Médica y Biofísica de la Universidad de Sevilla y Director del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), José López Barneo, se mostró ayer convencido de que en el corto plazo las terapias para los enfermos de párkinson van a ser mucho mejores, lo que va a incidir sobre la calidad de vida de los pacientes, ya que se conseguirá acortad la duración de la enfermedad y ralentizar su progresión.
López Barneo, que participó como ponente en el curso de verano de la Universidad de Málaga ‘Descubriendo el cerebro’, celebrado en Vélez, dijo asimismo que es «difícil» hablar de la desaparición del párkinson, «aunque van a salir medicamentos y nuevas terapias que va a hacer que los enfermos vivan mucho mejor. De hecho, actualmente la calidad de vida de un enfermo de párkinson es muy superior a la que tenía hace 20 o 25 años».
El director del Instituto de Biomedicina de Sevilla declaró que la investigación española en materia de enfermedades neurodegenerativas en general, y del párkinson en particular, «está a muy buen nivel», y no ha habido una incidencia grave de la falta de financiación que se ha sufrido en los últimos años, ya que antes de la crisis se realizó una inversión muy importante.
Camino por recorrer
«Nos queda todavía camino por recorrer para conseguir un liderazgo internacional, aunque es cierto también que en los últimos 10 años se ha producido un incremento muy importante en el número de investigadores, de centros de investigación y la calidad de las investigaciones. Comenzamos por primera vez en nuestro historia a tener grupos de investigadores en párkinson que son de rango internacional», aseguró López.
Asimismo señaló que en párkinson las investigaciones van a tener una traslación pronto, «aunque es posible que en el proceso de aplicación nos encontremos con algún problema. Creo sin embargo que en los próximos cinco años habrá avances importantes de terapia celular aplicada en pacientes»
El director del IBIS declaró que no existen terapias más eficaces contra las enfermedades neurodegenerativas porque no se conocen sus causas.
Según López, el ejercicio físico y la alimentación saludable son «fundamentales» para retardar la evolución del párkinson.