Prisión para el colombiano acusado de la muerte de un español autóctono en Salt
E.P.- El juzgado número 4 de Gerona, que estaba de guardia, decretó ayer prisión sin fianza por un delito de homicidio para Anderson Jair Sinisterra Paredes, el joven colombiano de 23 años vecino de Salt, detenido por la muerte de Óscar Cruz Bernal , también vecino de Salt, que fue encontrado malherido la mañana del 13 de marzo en una plaza y murió al día siguiente en su casa, a resultas de un traumatismo en la cabeza provocado por un utensilio punzante, posiblemente un destornillador.
Sinisterra declaró ayer ante la jueza de guardia y admitió que el día de autos se había peleado con Cruz pero aseguró que él no pensaba que hubiera muerto, ya que él, que tenía los morros hinchados y sangraba por la nariz, creía que ambos habían terminado empatados en cuestión de heridas.
Según Sinisterra, aquella mañana salió de su casa y en la plaza Onze de Setembre se encontró con Cruz, a quien no conocía de nada, y este lo empezó a insultar con expresiones del tipo “hijo de puta”, “cabrón”. Primero, afirma, le correspondió también con insultos y finalmente ambos se enzarzaron a puñetazos y coces. Sinisterra admite que propinó un puñetazo (pero sin tener ningún punzón en la mano) en la cabeza de su contrincante y que éste se cayó. Añadió que aprovechó para huir y comenzó a correr, vio que el otro se levantaba y le empezaba a perseguir. Dice que a la altura del Mercadona de la plaza del Mercado lo pudo despistar y se fue hacia la calle Torres i Bages. Cruz fue encontrado malherido en la Plaça dels Colors y una ambulancia lo llevó al hospital pero él se marchó antes de que le asistieran los médicos y murió al día siguiente en su casa. Sinisterra asegura que pensó que las heridas que tenía el otro chico debían ser similares a las suyas, que se le curaron solas.
Por ello, Sinisterra afirma que cuando se fue a Vic, no lo hizo para huir de la policía por miedo a ser arrestado por la muerte de Cruz, sino que fue porque allí tiene a su hijo pequeño y la madre de su hijo. Sinisterra asegura que cuando los Mossos fueron a buscarle a Vic se pensó que era por un altercado que había mantenido unos días antes en su casa y que motivó la intervención de la policía local. Precisamente, durante este altercado doméstico los municipales obtuvieron la prueba concluyente para incriminarle: una muestra de sangre (él manchó a un agente) que luego se comparó con la que había dejado en la indumentaria de la víctima. Pero primero los municipales habían obtenido la declaración de un testigo que señaló Sinisterra como el joven que se había peleado con Óscar Cruz.
El testigo protegido HS22 y el destornillador
Ayer también declaró en el juzgado un chico marroquí al que se ha dado la condición de testigo protegido, HS22 y que explicó que vio la pelea desde la ventana de su casa, a una distancia de unos dieciocho metros. HS22 coincide con Sinisterra que fue Cruz quien comenzó a increparle, pero asegura que pudo ver que Sinisterra llevaba un destornillador en la mano cuando huía. Cuando fue detenido en Vic, Anderson Jair Sinisterra llevaba un destornillador en el bolsillo. Esta herramienta se le enseñó ayer al testigo HS22, que dijo que no se trataba de la misma herramienta ya que la que le mostraron ayer era “más pequeño” que la que vio el día de los hechos. Antes de morir, Óscar Cruz había dicho a algunos conocidos que “un moro me pegó con el mango de un destornillador”. Tenía un chichón en la frente.
Según el PPSOE los inmigrantes nos enriquecen culturalmente con sus costumbres y un estado multicultural es el paraiso terrenal.