Bélgica y Holanda han llamdo a aclarar el mando de la operación militar internacional en Libia y a definir el papel que tendrá en ella la OTAN, por ahora dividida. “Hace falta aclarar el mando. La OTAN tiene un rol que desempeñar”, ha dicho el primer ministro belga, Yves Leterme (en la imagen), a su llegada a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebra hoy en Bruselas.

Más claro aún fue su homólogo holandés, Mark Rutte, quien ha pedido que la Alianza Atlántica asuma “el comando y el control” de las acciones militares en Libia, porque de esa manera se “asegura un control con credibilidad”. Rutte precisó que el “control” de la OTAN es compatible con la participación en la región de otros países que no formen parte de la Alianza Atlántica, siempre y cuando sea ésta quien coordine las acciones.

El primer ministro holandés eludió hacer comentarios sobre las posturas como la de Francia, que ha planteado constituir un grupo político que se encargue de dirigir la ofensiva contra el régimen libio, dejando un papel técnico a la OTAN. Leterme, por su parte, también defendió la cooperación con organizaciones como la Liga Árabe.

Bélgica ha proporcionado varios cazabombarderos F16 a la coalición internacional y estaría en disposición de aportar hasta unos 250 militares. Mientras, Holanda ha decidido por ahora participar en la misión aprobada por la OTAN para aplicar el embargo de armas sobre Libia, un operativo al que aporta seis F16, un avión cisterna, un buque y unos 200 soldados.

El papel de la OTAN en las operaciones aéreas será en Bruselas por los embajadores de los países de la Alianza, que tratan de limar sus diferencias. La situación en Libia también será tratada por los Veintisiete en su cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.

Sobre el papel de la Unión Europea en la crisis, Rutte indicó que “tiene que haber una disponibilidad para ofrecer ayuda humanitaria”, a la vez que el bloque debe “trabajar para aportar estabilidad en la zona y asegurar los lazos económicos”. Sobre una posible oleada de refugiados libios a Europa, el liberal holandés precisó que hasta ahora el flujo “es limitado”, pero adelantó que de aumentar en número, Holanda es partidaria “de que se les ofrezca acogida en la región” a la vez que se trabaja en “proporcionar estabilidad” al país para que los refugiados puedan regresar lo antes posible.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha reiterado a su llegada a Bruselas el mensaje que expresó esta mañana ante el parlamento nacional. “Hay que lograr un embargo petrolero total” sobre Libia, dijo, después de que los Veintisiete aprobasen ayer extender sus sanciones a la compañía nacional energética libia NOC y a varias filiales con el fin de cortar vías de financiación al régimen de Muamar el Gadafi.