El director general de alta costura de Dior, Sidney Toledano, denunció las palabras “intolerables” del modisto John Galliano en la introducción del desfile final de la dirección artística del modisto para la casa.

“Lo que vivimos hoy es una prueba”, dijo Toledano quien intervino antes del desfile bajo una gran carpa blanca levantada en los jardines del Museo Rodin de París. “El hecho de que el nombre de Dior haya podido ser dañado, a través de su diseñador, para nosotros es muy doloroso”, añadió al inicio de último desfile del británico que ha llevado a la marca al destacado lugar que hoy ocupa tras 15 años de colaboración conjunta.

La casa de moda francesa anunció el martes su decisión de despedir este estilista de las estrellas, acusado de proferir insultos antisemitas y racistas en un café parisino mientras estaba en estado de embriaguez. La estrella caída en desgracia, que será procesada por estos insultos, ha presentado sus disculpas, mientras sigue negando totalmente los cargos contra él.

El jefe de Dior Couture, quien recordó que la hermana de Christian Dior fue deportada a Buchenwald, añadió que los comentarios del modisto “son inaceptables, en nombre de nuestro deber a la memoria, en nombre de todas las víctimas del Holocausto, por respeto a todos los pueblos en nombre de la dignidad humana”.”Todo el mundo que trabaja en Dior dado el cuerpo y alma se ha quedado atónito y entristecido por estas palabras inefables”, añadió.

Tal y como era de esperar, pocas celebridades se dejaron ver en la tarde del viernes en el desfile, que fue un tanto peculiar, dado que los bastidores quedaron cerrados a la prensa y a los invitados VIP, cosa que no es nada habitual. Así lo señalaba el corresponsal de moda del Daily Telegraph:”Nunca sucedió tal cosa en la historia de la moda”, comentó, en una atmósfera pesada y tensa.

Al final del desfile, los trabajadores de Dior subieron al escenario para enseñar las caras que hay tras colecciones como la que hoy ha desfilado en un claro intento abrir una brecha y desvincular la imagen del diseñador y la marca. Para sorpresa de los fotógrafos, sin embargo, en el exterior del Museo Rodin de París incondicionales del modisto gibraltareño enarbolaban pancartas con el texto: “The king is gone”.