El juez deja en libertad con cargos al jefe antidroga de la Guardia Civil en Málaga
Libertad con cargos pero sin medidas cautelares. Es la decisión que tomó el juez tras escuchar la declaración del jefe antidroga de la Guardia Civil de Málaga detenido por Asuntos Internos de la Benemérita en una operación contra el narcotráfico, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas al caso.
El imputado, que es teniente del Equipo contra la Delincuencia Organizada (EDOA) en Málaga -unidad de élite de la Benemérita para combatir el tráfico de estupefacientes-, se negó a testificar ante los agentes de Asuntos Internos que lo detuvieron el jueves por la mañana, y que le leyeron los derechos por media docena de presuntos delitos. Esa misma tarde pasó a disposición de la autoridad judicial.
El jefe antidroga prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Málaga, que estaba en funciones de guardia, y que casualmente es también el que dirige la investigación inicial que dio lugar a la detención del mando policial y de varios agentes más de la Guardia Civil de Málaga.
Indicios
El interrogatorio se prolongó durante cuatro horas. Según las mismas fuentes, el teniente tuvo respuesta para todas las preguntas que se le hicieron. Tras escuchar su versión sobre los hechos que se le imputan, el representante de la Fiscalía rehusó solicitar medidas cautelares. Las fuentes apuntaron que se tomó esta decisión al considerar que lo que había contra él eran indicios no demasiado sólidos, más que pruebas contundentes.
Así, el juez que instruye la causa decretó la puesta en libertad con cargos -aunque no han trascendido cuáles ni si se mantienen las imputaciones realizadas inicialmente por Asuntos Internos- del agente a la espera de que avancen las investigaciones del caso.
El arresto del teniente se produjo a raíz de una serie de operaciones -solo ha trascendido el nombre de una de ellas, que ha sido bautizada como ‘Pantano’- que mantiene abiertas la Guardia Civil y que están vinculadas, en mayor o menor medida, con la Costa del Sol.
La investigación original se abrió la pasada primavera a raíz de una actuación de la policía, quien, al detectar la posible implicación de agentes del Instituto Armado, puso el caso en manos de la Unidad de Asuntos Internos de este cuerpo, según apuntaron otras fuentes consultadas.
Las investigaciones posteriores permitieron interceptar un alijo de 1.400 kilos de hachís en una playa de Marbella el pasado septiembre. Posteriormente, se arrestó a una decena de personas, de las cuales ocho ingresaron en prisión por su presunta implicación en la trama. Entre ellas había un guardia civil. Un mes y medio después, fueron encarcelados otros dos agentes.
Esta semana, la detención del mando del EDOA se simultaneó con los arrestos de otros dos guardias civiles -uno de ellos destinado en el cuartel de Mijas- y un exagente que había sido expulsado del cuerpo, así como otras cuatro personas ajenas a la Benemérita, en otra operación supuestamente relacionada con el tráfico de drogas.
Esta actuación también fue llevada a cabo por Asuntos Internos, aunque fue dirigida por el Juzgado de Instrucción 4 de Fuengirola. Los siete detenidos han quedado en libertad con cargos, aunque se les ha impuesto la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.