Ciertas convulsiones
Tenía en mi cabeza la idea de escribir sobre las fiestas que se nos avecinan y sus tradiciones, a pesar del laicismo radical latente que nuestro Gobierno de la nación nos ha implantado tan generosamente. Pero una serie de hechos en estos últimos días me han hecho cambiar de opinión. Hechos que trataré expresar desde mi óptica personal y libre. A saber:
– Convulsión en el mundo del deporte. El dopaje ha sido el triste protagonista en esta semana. Y pasa en el deporte lo mismo que el mundo de la política. Que cuando se detiene a un político por corrupción automáticamente llegamos a la cutre conclusión que todos son corruptos. Y no es verdad.
En el deporte la misma reacción, una redada como la que hemos vivido, sorprendiéndonos por el impacto que supone la detención de nuestra mejor atleta, Marta Domínguez, que amplifica sin duda el alcance de esta desgraciada situación, concluimos sin más que todos los deportistas están bajo sospecha. Y más aún cuando España es hoy por hoy, una potencia deportiva a nivel mundial. Algunos dirán, ¿ves como España gana casi siempre en tantos deportes? Las insidias maliciosas se dispararán, y si no, al tanto. Admitamos la presunción de inocencia. Perseguir corruptos y tramposos, siempre. Mezclarlos a todos porque sí, es dañino e injusto. ¿Y saben por qué mezclamos y juzgamos siempre así? Porque es la forma más sencilla de no tener que pensar.
– Convulsas declaraciones de Aberchán: un tipo poco de fiar. Hay que ver lo comprensivo que es este hombre con Marruecos. La verdad es que da que pensar, ¿no creen? Ahora resulta que las agresiones a nuestras mujeres policías, las hostilidades permanentes en la frontera, las cansinas reivindicaciones sobre nuestra soberanía, la solicitud de algunos partidos marroquíes de que la ONU se pronuncie sobre algo que no se puede pronunciar, el mezclar el asunto saharaui con nuestra realidad, el intento de marcha hacia Ceuta y Melilla, los cuatro “valientes” haciéndose fotos con la bandera marroquí en la plaza de España, el intento de cortar el agua de algunos desalmados que demuestran unos instintos primarios más propios del Neolítico que del siglo XXI.
Pues bien, todo esto y algo más que proviene del otro lado de la frontera, según Aberchán, se debe a la intolerable presión que el PP está sometiendo a un país soberano y demócrata como es Marruecos. Qué sutileza y delicadeza con el vecino país, y qué virulencia e intransigencia con un partido español.
Por supuesto, a esto hay que añadirle su rechazo a Estopiñán y al día de Melilla porque según él, atenta a la cohesión, al respeto, a la multiculturalidad, multiconfesionalidad, y no sé cuántas “multimás”, y porque fue una “conquista de sangre”, aunque según los historiadores tras los últimos estudios parece que no fue así, pero esto lógicamente no le interesará porque sería desmontar una teoría que viene defendiendo desde hace unos cuantos años. En fin, más nos vale a los melillenses tener los ojos bien abiertos ante un dirigente tan complaciente y comprensivo con el vecino, y tan exigente e incomprensible con sus compatriotas (?) y adversarios políticos.
– Convulso informe: La educación española por los suelos. Según el último informe europeo, nuestro sistema educativo tiene mucho que mejorar. Y dentro de esta baja nota, Melilla destaca desafortunadamente. Confiemos que nuestras autoridades se tomen muy en serio la educación, clave en el progreso y en la prosperidad de los pueblos.
Lo dicho, diversas convulsiones. Mi deseo de que la Navidad traiga a creyentes o no, practicantes o no, seguidores de otras religiones o no, un tiempo de ahuyentar rencores y resentimientos. En definitiva, un tiempo de paz.
*Ex seleccionador del Real Madrid y de la selección española de baloncesto.