El coronel Alamán nos revela la verdadera cara de Azaña, el criminal convertido en icono de la II república (I)
Francisco Alamán Castro.- Otra vez se está poniendo de moda el señor Azaña. Fue ídolo de republicanos y liberales patrios, hispanos y no mucho de los europeos. De cerca se le veía más el plumero, naturalmente el que se lo quería ver.
Durante la vida de Franco: meta y ejemplo para demócratas españoles.Acabó siéndolo de mi admirado Aznar, lo tenía en su mesita de noche, no sé si le rezaba.Y actualmente lo es del nieto de su abuelito que con tanto tino nos gobernó, hundiéndonos en la miseria al igual que don Manuel. No creo que monseñor Rouco lo idolatre también, ¡Pero vaya usted a saber!
Es para mí Azaña, debemos ser dos o tres los que pensamos así, un caso curioso. Le considero el personaje más nefasto de la historia de España, a la altura del Deseado Fernando VII. La arruinó, permitió y animó la destrucción de muchas de sus obras de arte, solo porque eran religiosas (El 25-2-39 el periódico Le Matin informaba con absoluta verdad: “El Presidente de la República Española, luego de quemar sus bellas iglesias, se recrea en la contemplación de la nuestra de St. Denis”), enfrentó a sus paisanos como nunca les habían enfrentado nadie, sembró y consiguió abundante cosecha de odio y por fin remató la faena con la más sangrienta guerra civil, que él, faltaría más, siempre vio desde la barrera, mejor desde el fondo del tendido, por si saltaba el astado.
Veamos sus gracias: Se casa (27-2-29) con Dolores Rivas Cherif, una gran mujer, lo único bueno y bonito en que no fracasó. Ya no hubo más, ¡pobrete!
Sus fracasos
Era un señorito que en nada triunfó, todo lo que tocó, personal o público lo destrozó. Nació en Alcalá de Henares, ciudad a la que odiaba, en ella había fracasado en todo lo que emprendió, le habían dado calabazas muchas mozas y había dilapidado la bonita y antigua fortuna de su familia.
Hizo Derecho con buenas notas, a muchos de sus profesores, frailes del Escorial, mandando él la República los asesinaron sin que moviese un dedo para impedirlo. De familia bien eempezó a trabajar en el despacho del prestigioso abogado Luis Díaz Cobeña, en compañía de otro joven pasante llamado Niceto Alcalá Zamora. Éste triunfó plenamente, llegando a ser uno de los grandes abogados de la época, Azaña fracasó.
Volvió a Alcalá (1903) para gestionar el rico patrimonio familiar, que machacó. En lo que empleo escasos siete años, un record.Creó una compañía de electricidad que fracasó. Cuenta su cuñado y primer fan: “se dio de lleno a la vida fácil, que su acomodada situación familiar le permitía… tuvo veleidades de agricultor labrando su hacienda”. En lo que hizo un claro ridículo. Luego, en el Gobierno, con la Reforma Agraria el ridículo sería ya inmenso e inigualable. C. Rivas Cherif (cuñado querido de Azaña), Retrato de un desconocido, p.31. En lo sucesivo Retrato.Había puesto un piso a una putilla de 16 años (menor de edad evidentemente), se llamaba Consuelito, al arruinarse la tuvo que dejar. “Disfrutaba él con tenerla regalada y contenta”. Azaña era “rico y despreocupado”. Retrato, p.39.“Cuando era un señorito tenía arrendado un monte del marqués de Ibarra para cazar”. Retrato, p.32.
Siendo Presidente del Gobierno y prevaleciéndose de ello estrena La Corona en Barcelona (18-12-31), es un fracaso. Azaña dice: “Teatralmente, la obra no sale… salí del teatro disgustadísimo”. A los tres meses se estrena en Madrid. El fracaso fue rotundo, tuvo veinte representaciones (10 más que en Barcelona), la representaba Margarita Xirgú, la mejor y más famosa actriz española de la época.
Como los empresarios de provincias advirtieron que no la querían la retiró del repertorio, con gran disgusto del autor. La volvió a estrenar en México, pero que si quieres arroz. Retrato, p.215,224.Vamos a la labor de Gobierno: Bienio blanco: Hasta el fin del 33 (Gobierno Azaña) la inversión privada descendió fuertemente. El número de huelguistas había saltado de 236.000 en el 31 a 843.000 en el 33, casi cuatro veces. Los parados de 390.000 en el 31 a 618.000 en el 33, más del 50%. No esta mal, todo esto él solo y apenas en dos años. Ni el ZP.
La peseta cayó en el 31 un 25%, en el 32 un 10%. En el 33 hubo 1.127 huelgas con 14.000.000 de horas perdidas, los patronos tuvieron que pagar sueldos políticos. Los resultados fueron cierres de empresas, despidos H. Thomas, La guerra civil española, p.211. En lo sucesivo HT guerra civil.Se cerraron minas y se redujeron jornales y plantillas. La crisis afectó también al sector ganadero. Diccionario Histórico de Asturias, La Nueva España, 2002, p.832 (su autor el muy rojillo David Ruiz).
Noviembre del 33
Azaña acaba su mandato con 33.150 escuelas, 300 menos que como lo empezó. S. Payne, La primera democracia española, p.113.
En el bienio negro (Gobierno de derecha) subieron, en el 36 empezó a caer otra vez (Gobierno de Azaña otra vez). En el bienio negro (Gobierno de derecha,1934-35) se recupera la confianza, se fundan más empresas, crece la producción industrial y el comercio exterior. La renta per cápita bajó de 1.100 pts en el 29 a 1.078 en el 33, la primera vez en el siglo que bajaba. El 1935 fue el mejor año de la República. Los sueldos no cayeron, en algunos casos crecieron.
El número de fallecidos por hambre que en el 33 alcanzó su ápice con 260, duplicando las del 31, en el 35 bajó a 239. La mortalidad general descendió (10.000 menos que en el 33), disminuyo el desempleo pasando de 780.000 parados en el 33 a 620.000 en el 35. Los presupuestos para la enseñanza aumentaron, el primer bienio /Azaña) 577 millones, el segundo (derecha) 685. El porcentaje en los presupuestos pasó de 6.6% en el 33 a 7.08% en el 34. Se habían creado 3.600 escuelas, pero se habían perdido 3.900 de la Iglesia. Se improvisaron miles de maestros más politizados que expertos (en un campamento de tres meses en el Escorial, todos con el carné entre los dientes bien sujeto), que de ningún modo compensaban la calidad y cantidad de los religiosos. Se triplicó el número de asentamiento de colonos de la era azañista, mejorando el tamaño de las parcelas. El mismo Azaña escribe que en 1934 (derecha) se triplicaron los asentamientos de colonos. Memorias políticas, p.96.
Los presupuestos militares descendieron, 693 millones el 33, 596 en el 35. El orden público mejoró: En el primer bienio por razones políticas 203 muertos (la más alta del siglo para un periodo equivalente), en el bienio negro 72.en la mayor parte de los casos en disturbios organizados por la izquierda o atentados del mismo origen. S. Payne, La primera democracia española, p.182-3,270,111-2,404. JP. Fusi y J. Palafox, España, p.280. I. Ehrenburg (más bien rojillo), España. República de trabajadores, p.21. Movimiento natural de la población, 1931 a 1935. R. Salas Larrazabal, los datos exactos de la guerra civil, p.249. Anuario estadístico de España. P. Preston, La destrucción de la democracia en España, p.260. Memoria del Fiscal General de la República, 1935.
La reforma agraria tuvo resultados ridículos, 4.400 campesinos asentados en 24.000Ha en parcelas de 6 Ha de tierra pobre. 40.100 yunteros instalados en precario sobre 123.000Ha de tierras pobres, 3 Ha por campesino. E. Malefakis (USA, pro República), Reforma Agraria y revolución campesina en la España del siglo XX, p. 284,325.El triunfo del Frente Popular en el 36 supuso la vuelta a la situación del 33.Tomando como índice 100 en el 29 (Dictadura), en el 36 la producción industrial estaba en el 77, la cotización en bolsa en el 63, bajo hasta la agricultura, que en el 33 se había mantenido, aumentó el paro hasta los 800.000. La producción de manganeso se redujo casi a cero; la producción de piritas, potasio y hierro descendió más de un tercio; la de plomo, zinc, plata, tungsteno y cobre más de la mitad; y la de mineral de hierro una cuarta parte; la de acero a menos de la mitad, en el 29 se había botado 37 barcos, en el 36, 7; las cifras de exportaciones eran la cuarta parte. Además hay que tener en cuenta que la población aumentaba 1% al año, así que peores condiciones para una mayor población. H. Thomas, La guerra civil española p. 213-14,1030.
La derecha no puede seguir aguantando la presión y viene la guerra. Le habían avisado muchas veces a Azaña, la última Gil Robles, primer líder de la derecha, que muy poco tuvo que ver en el Alzamiento, tres días después del asesinato de Calvo Sotelo por la policía del Gobierno y conocidos pistoleros socialistas.En el Congreso Gil Robles resumió las cifras de la violencia en menos de un mes (15-7-36): “61 muertos, 224 heridos, 74 bombas, más la habituales invasiones de fincas, arrasamiento de iglesias y centros derechistas, etc.” y concluyó: “Cuando la vida de los ciudadanos está a merced del primer pistolero… no pretendáis que las gentes crean ni en la legalidad ni en la democracia; tened la seguridad de que derivaran cada vez más por los caminos de la violencia, y los hombres que no somos capaces de predicar la violencia… seremos lentamente desplazados por otros más audaces o más violentos que vendrán a recoger ese hondo sentimiento nacional”.
Profetizaba el día siguiente: “Sé que vais a hacer una política de persecución, de exterminio y de violencia de todo lo que signifique derechas. Os engañáis profundamente: cuanto mayor sea la violencia, mayor será la reacción; por cada uno de los muertos surgirá otro combatiente… Vosotros, que estáis fraguando la violencia, seréis las primeras víctimas de ella. Muy vulgar por muy conocida… es la frase de que las revoluciones, como Saturno, devoran a sus propios hijos. Ahora estáis muy tranquilos, porque veis que cae el adversario. Ya llegará un día en que la misma violencia que habéis desatado se volverá contra vosotros… Dentro de poco vosotros seréis en España el Gobierno del Frente Popular del hambre y de la miseria, como ahora lo sois de la vergüenza, del fango y de la sangre. Nada más.”. Libro de actas del Congreso. Gil Robles, No fue posible la paz, Barcelona, Planeta, 1.998, p.746. Zugazagoitia (PSOE), Guerra y vicisitudes de los españoles, I, p.41. S. Payne (antifranquista), La primera democracia española, p.402.3. 19-7-36.
Azaña acabó dando el Gobierno a Giral, que armó a las masas de acuerdo con él. En ese momento se acabó la República y empezó la revolución. Decía Carrillo: “Tan hubo una revolución, que los capitalistas desaparecieron, los banqueros desaparecieron, la aristocracia terrateniente desapareció” S. Carrillo, en documental Asaltar los cielos, TVE. Le corrobora Azaña: “La democracia que había, se acabó al empezar la guerra. Porque el sistema imperante desde entonces no es la democracia. Es una revolución que no ha llegado a cuajar y solo a producir desorden”. Memorias de guerra, p.281.
Está claro que Franco no luchaba contra la República, aunque Azaña y su tropa quisiesen engañar al mundo con la ficción de una república. Cierto es que engañaron a muy pocos, desde luego a Rusia no, posiblemente a México, pero tampoco ellos eran exactamente un modelo de republica al uso.Del resto de las naciones civilizadas ninguna les hizo caso.
Cuando todo termino las consecuencias del fracaso fueron claras: Había menos monumentos históricos. Menos obras de arte. Ambos los había quemado el señor Azaña, había colaborado o había mirado para otro lado cuando los suyos los quemaban. Más pobreza. Menos industria. Más paro. Menos seguridad en la calle. Más asesinatos, políticos y no políticos.
Más odios
Menos y peores maestros.Menos centros de enseñanza media. Menos Universidades. Se cerró la única Facultad de Económicas que existía en el país, Deusto, porque era de los jesuitas. No creo ninguna. Quedaron sin enseñanza, en un país donde las escuelas escaseaban, otros 350.000 niños. H. Thomas, La guerra civil española, p.126. Para realizar esta ingente labor pone Azaña al frente del Ministerio de Instrucción Pública, a Marcelino Domingo.
El mismo Azaña nos cuenta de su capacidad e inteligencia: “Domingo… no sirven para nada… En cuanto a Domingo, no tiene la menor idea del problema de la instrucción pública en España”. M. Azaña, Obras Completas, V.IV, p.61. En lo sucesivo Azaña OC.Resumiendo: arrasó España, Le echaron del Gobierno en el 33, España parecía que se recuperaba, pero en el 36 vuelve con el Frente Popular, y ya la debacle. Resume H. Thomas: “Azaña y los suyos fueron incapaces de crear unos hábitos democráticos suficientes para satisfacer a las clases trabajadoras ni a las antiguas clases gobernantes, los nuevos gobernantes irritaron mortalmente a los segundos sin complacer a los primeros”. H. Thomas, La guerra civil española, p.216.
El señor Ibaseta Gutiérrez (LNE 31-7-5) ya fallecido, un gran hombre bueno, 103 años, magnífico abogado gijonés, republicano, en República defendió falangistas, en el 34 lo hizo con anarquistas y socialistas, en el 36 con gente de derecha y en el 37 con gente de izquierda. Contaba de un sacerdote muy conocido en Gijón: “un día hablamos de la confesión, ante la pregunta de si perdonaba a todos mis enemigos dije que sí, a todos menos a Azaña. Al final también hube de incluirle a él”. Era demasiado bueno, Azaña a él no le hubiese perdonado.
*Coronel de Infantería y colaborador de AD. Cuenta entre sus condecoraciones con la Gran Cruz de caballero de la Orden de San Hermenegildo a la Constancia Militar, dos cruces al mérito militar de 1ª clase con distintivo blanco, una medalla de sufrimientos por la Patria. Ha sido mando diplomado de tropas paracaidistas, de tropas esquiadores-escaladores, especialista en carros de combate… Fue testigo directo de la entrega del Sahara a Marruecos, donde permaneció ocho años al mando de tropas indígenas siempre en posiciones de máximo riesgo.
Es que la izquierda parece que tiene el monopolio de los “inútiles”, Azaña, Zapatero, tec. porque de los golfos, sinverguenzas y ladrones ya lo sabíamos, va en su ideario.
Entre otras perlas, Manuel Azaña dijo que habría que bombardear Barcelona cada cincuenta años.
En dos años de gobierno de las fuerzas derechas, el desempleo bajó de 780000 (1933) a 620000 (1935). Es decir, un 21,51 %. Casi nada.
Claro, mato a miles de campesinos y trabajadores por el hecho de ir a Misa el Domingo; metio en la carcel amucha gente. Fusilo, junto con sus compinches, a gente sin parar.
Asi era facil de bajar el paro. Y si no le salian las cuentas, fusilaba al que obtenia los datos.
Le recuerdo que en la URSS y satelites, no existia el paro. Y se morian de hambre.
Cuando murio Stalin, un ministro le comento a otro: “Está muerto”. Y el otro le contesto; “Sí, pero a ver quién se atreve a decírselo”.
Pus éso.