Marcelino: “No podía exigir nada al club cuando me dieron tanto y yo tan poco”
Marcelino García Toral se despidió este martes de su etapa como entrenador del Sevilla, lamentando la mala suerte que le ha acompañado, tanto en los sorteos como en la puntería, y agradeciendo efusivamente el trato dispensado por los dirigentes sevillistas, personificados en el presidente José María del Nido y el subdirector general deportivo Ramón Rodríguez, ‘Monchi’.
“Es un día muy complicado, para el que habla y los que componemos el cuerpo técnico, queríamos que se hubiera demorado más y en otras circunstancias. Como ha dicho el presidente, la bolita es la que manda y desde que llegamos aquí ni la de los sorteos ni el balón nos han acompañado muy pocas veces, pero esto es fútbol”, señaló Marcelino en rueda de prensa.
El asturiano recalcó que deseaba “personalmente” estar acompañado en su despedida por Del Nido y por ‘Monchi’ porque ambos le habían dado “la oportunidad de dirigir a un gran club”. “Nos han transmitido permanentemente confianza y apoyo en momentos muy complicados que se han ido repitiendo”, indicó. “Hemos ganado dos profesionales y dos ejemplos de dirigentes de como deberían ser el resto, y dos amigos”, prosiguió Marcelino, que alabó igualmente las condiciones de trabajo, “las mejores”.
Para el técnico era “un sueño de venir al Sevilla”. “Y parece que ha sido un mal sueño desgraciadamente, pero siempre hemos tenido a dos personas a nuestro lado. No hemos podido devolver esa confianza con resultados, pero creo que sí con profesionalidad y honestidad”, comentó.
Igualmente, no se olvidó de su plantilla que “ha sabido aceptar y respetar todas las decisiones en cada entrenamiento y en cada partido”, y de los medios de comunicación, a los que recordó, de todos modos, que con el tema de Frederic Kanouté no habían sido “justos” con su persona por comentar “una cosa que no ha sucedido”.
“Y quería por último también dar las gracias a nuestra afición, que nos dio su apoyo al principio, mucho, y que luego con los malos resultados, lógico, nos quitó su apoyo. Nos sentimos en deuda. Nada más, ojalá el destino, que creo en este caso ha sido caprichoso, nos dé una segunda oportunidad de volver aquí. Ojalá que el tiempo cruce nuestros caminos otra vez”, sentenció el asturiano.
Marcelino opinó que la confianza en su trabajo “es la misma” que el lunes, pero que “en la vida hay que tomar decisiones contra la voluntad de las personas”. “Las hay que tomar por motivos profesionales, porque por mucho sentimiento que tengamos, todos estábamos, en mi caso, defendiendo a un club y el club es más grande y está por encima de las personas”, aclaró.
Además, el preparador dejó claro que “sin fuerzas no estaba” y que tampoco podía “abusar de la confianza”. “No podía tener la fuerza moral para exigirles algo, cuando me habían dado tanto y yo a nivel de resultados les había dado tan poco. No podía condicionarlos”, confesó.
El exjugador, que lamentó “la poca suerte” de la que había gozado y que les habían privado “de muchos puntos” y “minando la confianza de los profesionales”, aseguró que se pudo equivocar al no reforzar al equipo antes del inicio de la temporada. “Me hubiera gustado tener a Reyes o a alguien de esas características, pero creo que en aquel momento teníamos potencial suficiente para llegar a diciembre mucho mejor de lo que llegamos. Como considero que fui parte importante de esa decisión, pues la hubiera cambiado”, aseveró.
Del Nido: “No había otra decisión posible que cesar a Marcelino”
El presidente del Sevilla, José María del Nido, aseguró este martes que no había “más remedio” que destituir a Marcelino García Toral tras la mala racha de resultados del equipo, aunque subrayó las buenas cualidades del asturiano.
“Cuando uno está en un cargo de dirección, una de sus responsabilidades es tomar decisiones. Hay veces en la vida en las que uno toma decisiones de las que está convencido que es la mejor y otras porque no hay más remedio, y en este caso estamos en la segunda opción”, señaló Del Nido ante los medios.
El dirigente sevillista recalcó el “dolor” que le suponía cesar a Marcelino, pese a haber constatado que “es un entrenador altamente cualificado desde todos los puntos de vista”. “Pero, sin embargo, la ley no escrita del fútbol que existe en la práctica, es que cuando los resultados no funcionan, el entrenador es el primero en caer. No había otra decisión posible que ésta”, aseveró.
El mandatario reiteró que no había “más remedio” que prescindir del asturiano. “Hemos adoptado esta decisión contra nuestro criterio de los últimos meses contra un entrenador que con su trabajo ha demostrado que la nave podría haber llegado a buen puerto”, sentenció.