Nadie sabe lo que realmente ha pasado y sigue pasando en Cajasur, la caja cordobesa arruinada por una gestión forzosamente infame y la persecución política sectaria de la Junta de Andalucía. Por lo que estamos conociendo, Cajasur es un pozo sin fondo de desastres que amenaza el futuro de la provincia de Córdoba y la imagen de Andalucía, otra vez, en España y en Europa. La BBK vasca, que se hizo con la caja de Córdoba, tiene previsto despedir a 1.200 personas en BBK Bank, esto es, la antigua Cajasur. Pero es que se ha sabido ahora, vía auditoría de Deloitte, que Cajasur perdió entre enero y agosto 852 millones de euros, lo que supone multiplicar por 4,3 veces los ‘números rojos’ de 196 millones que había acumulado hasta junio. Que el señor José Manuel Campa, secretario de Estado de Economía, haya calificado de “modélico” y “ejemplar” el proceso de reestructuración seguido en CajaSur, deja verdaderamente perplejo a cualquiera.

Según Europa Press, esta cifra no recoge el apoyo de 392 millones de euros que aportará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) mediante un Esquema de Protección de Activos (EPA) para hacer frente a determinados riesgos y valora de forma más estricta los activos de la caja, las tasaciones inmobiliarias y la aportación al grupo de las empresas participadas, según fuentes de la entidad. Esta auditoría fue conocida en una sesión extraordinaria en la que la asamblea general de CajaSur ha aprobado la cesión global de los activos y pasivos que integran el patrimonio total de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba a favor de la creación de BBK Bank. La entidad, intervenida el 22 de mayo por el Banco de España tras su fallida fusión con Unicaja, fue adjudicada por subasta a BBK en julio.

PSOE-Iglesia: la batalla continúa

La Iglesia defiende su posición de defender los puestos de trabajo y que, por ello, tumbó la fusión con Unicaja que impulsaba la Junta. Unicaja ni la Junta querían decir en voz alta cuántos despidos iban a producirse tras la fusión. ABC cuenta que la Iglesia reitera que «siempre» buscó la «conservación» del empleo, el «interés de Córdoba» y la defensa de la Obra Social de la caja. y señaló su «satisfacción» por las perspectivas del recorte laboral previsto por la BBK en Cajasur, ya que «parece que se garantiza el empleo de acuerdo a los presupuestos que siempre ha defendido el Cabildo y que difícilmente se hubieran logrado en la fusión con Unicaja por el solapamiento de la red de oficinas».

La Iglesia acusa a la Junta de no dejar actuar a Cajasur con libertad cuando pudo reestructurarse mientras que sí se ha permitido a otras entidades que han podido salir fuera de Andalucía para hacerlo. En la misma asamblea, la Iglesia denunció que el presidente de la entidad de ahorro malagueña, Braulio Medel, sometió a su entonces homólogo en Cajasur, Santiago Gómez Sierra, a diez meses «de insultante negociación» para la integración. «Se pospusieron los acuerdos al último día pensando que los canónigos, apegados al dinero, claro, no serían capaces de quedarse sin nada con tal de defender a los obreros —continuó—. Pues, fuimos capaces».

¿Por qué no obligó la Junta a Unicaja a cumplir los acuerdos, entre los que estaba salvar los empleos? La Iglesia acusó al PSOE de quererse quedar con la caja de la Iglesia y nada más. «Creían que el Cabildo no era capaz de hacer la “quijotada” de perder todo lo que tenía por defender los empleos. Y la quijotada culmina hoy [por ayer]. Se han cerrado 150 años de servicio a Córdoba. La culpa no es de los canónigos, sino de la Junta y del señor Braulio Medel», se dijo en la reunión.

Salvador Blanco (PSOE), ex vicepresidente primero de Cajasur, respondió que temía que el ajuste laboral que planteará BBK será «más duro» que el preacuerdo laboral pactado con Unicaja, que consideraba necesario 564 bajas de diferentes tipos. . Hay que recordar que el principio de acuerdo con la entidad malagueña se basaba en 564 salidas de la caja. Ahora las cifras previstas oscilan entre 480 y 700. Blanco criticó la intervención “del Cabildo», por «haber echado la culpa a los otros» del fracaso de la unión con Unicaja. «Es injusto», sentenció, cuando, argumentó, la fusión con la caja malagueña suponía un preacuerdo laboral «más que satisfactorio», una «Obra Social propia importante» o que hubiera «representantes de las instituciones públicas» en lo que iba a ser Unicajasur.

La Iglesia amenaza con publicar lo que se llaman ya “los cuadernos negros de don Santiago”, cuadernos de pasta negra en los que, al parecer, Santiago Gómez Sierra, ex presidente y encargado de la Iglesia en Cajasur hasta el desastre final, escribió pormenorizadamente sus negociaciones con Unicaja y la Junta. El canónigo Alfredo Montes, ex consejero de Cajasur, defendió a Gómez Sierra y afirmó que éste, ahora adjunto al párroco en la Iglesia de la Trinidad de Córdoba, no había podido sacar de su despacho unos cuadernos de pasta negra donde tenía apuntados con detalle las fechas y conversaciones con Medel y el Banco de España.

¿Despidos en masa?

852 millones de euros de pérdidas hasta agosto descubiertos en esa asamblea celebrada, la última como Cajasur, ¿conduce a despidos masivos? Existe un plan oculto para aliviar la situación de la entidad. La izquierda sindical, CC.OO ya cifra en 1.000 los despidos cuando hace poco los cifraba en 700. La central mayoritaria, Aspromonte, se aferra a la cifra pactada, alrededor de 500 bajas, mayoritariamente, prejubilados. La BBK no ratifica los datos de Aspromonte. Tampoco rebate las cifras de Comisiones Obreras.