Que Vox Málaga ubique su chiringuito de feria en la calle Duquesa de Parcent, más que una casualidad, se me antoja una declaración de intenciones. Don Fernando de la Cerda, duque de Parcent, conde de Contamina y marido de la segunda duquesa de Parcent, casi lo avalan.

Casualidades como estas quedarían en anécdotas de no saber de buena tinta que los machos y patriotas, en su afán solidario, renuncian a ofrecer hielo, tanto en el DYC como en el coñac Soberano, dos imprescindible en un voxero malagueño de pro; es decir, de picoteo, plato de los montes con dos pimientos rojos y uno amarillo en el centro, caldito de pintarroja que despeja pecho y nariz, por si alguno está resfriado.

¿Posible candidato a portero de la tasca “Los cuñaos”?

En un acto de rebeldía institucional, se ruega la asistencia de ellos con corbata y ellas mantón español.

Como las previsiones de asistencia a la caseta por parte de las ilusionadas bases se estiman entre 10 y 12, se ruega encarecidamente que a su llegada se agrupen en torno al responsable de comunicación para las fotos. Una vez tiradas, pueden seguir conspirando unos contra otros desde la máxima equidistancia posible en el local.

Para joderle el brindis a Acuña, soy hijo único, pero los pocos que asistirán a la caseta de Vox podrán brindar, con razón y causa aquello de: “A nadie da lustre haber nacido segundón en casa grande”.

*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.