Resulta más que evidente, que en Vox Málaga desconocen totalmente lo que es ser demócrata, No diré que doña Purificación sea plato de mi gusto, pero como demócrata, muy a la derecha de lo que he tenido que votar, tengo que decir que si Antonio Sevilla y Purificación han obtenido el apoyo y los votos necesarios para ser diputados, me gusten poco o me gusten nada, tengo que aceptar esa realidad. Pero presionar, aislar e intentar que una mujer embarazada renuncie a lo ganado en las urnas para regalarle tan inmerecido puesto a una persona cuya única valía es jugar sucio, me parece de una cobardía que no esperaba ni siquiera de esta gentuza.

No diré nunca “yo sí te creo hermana”, ni siquiera “todas somos Puri”, solo diré que no respetar los votos de las urnas, para enchufar a los amigos, constituye un acto tan infame e inmoral que debería ser constitutivo de delito.

Ya sabemos el gran disgusto que se llevaron el domingo Ortega Smith y el chusquero Jacobo Vázquez, ya que su amigo y responsable del desastre organizativo de Málaga, el señor Luna blanca, no ha pisado moqueta, pero una cosa son tus deseos y otra maniobrar contra el más elemental sentido de la democracia.

Dice mucho de la supuesta meritocracia al nivel de fascismo poligonero, que el partido de la “vida” quiera quitarse de en medio a la “diputable” Puri, en pleno estado de buena esperanza, lo que refuerza mi certeza: este partido miente más que Pedro Sánchez.