Miguel Ferrer Chavarino.- Juan de Jerusalén nació en Vezelay, Francia, el año 1042 y fue miembro de la Orden de los Caballeros del Temple. Escribió en el año 1118 un libro de profecías que tituló Protocolo secreto de las Profecías .Se sabe que Juan solía retirarse frecuentemente al desierto para rezar y meditar, y sus compañeros decían que estaba en la frontera entre la Tierra y el cielo.

Estas profecías estuvieron ocultas durante muchos años, hasta que en el transcurso de la 2da Guerra Mundial, en 1941, fueron halladas por la SS en una sinagoga de Varsovia; desaparecieron y nuevamente descubiertas en años recientes en los archivos secretos de la KG B soviética, según afirman algunos investigadores.

Todas sus profecías empiezan con la frase “Cuando empiece el año mil que sigue al año mil”; o sea, incardinadas perfectamente en nuestra era. Entendiendo el contexto histórico en el que fueron escritas, Medievo en Europa, es impresionante como parece describir nuestro días. Habla de hechos que en la Historia de la Humanidad solo se da ahora. Y algunas de ellas dicen así;

La que podría describir la vacuna: ”Y vendrán mercaderes de ilusiones que ofrecerán el veneno… Pero este destruirá los cuerpos y pudrirá las almas; y aquellos que hayan mezclado el veneno con su sangre serán como bestias salvajes caídas en una trampa, y matarán, y violarán, y despojarán, y robarán; y la vida será un Apocalipsis cotidiano”

Sobre homosexualidad, abuso y corrupción de menores y demás vicios actuales: ”El padre buscará el placer en su hija; el hombre en el hombre; el viejo en el niño impúber, y eso será a los ojos de todos… Pero la sangre se hará impura; el mal se extenderá de lecho en lecho, el cuerpo acogerá todas las podredumbres de la tierra, los rostros serán consumidos, los miembros descarnados…”

Globalismo y hambre: “Todos sabrán lo que ocurre en todos los lugares de la tierra. Se verá al niño cuyos huesos están marcados en la piel y al que tiene los ojos cubiertos de moscas y al que se da caza como a las ratas. Pero el hombre que lo vea volverá la cabeza, pues no se preocupará sino de sí mismo; dará un puñado de granos como limosna, mientras él dormirá sobre sacos llenos”.

Aborto: “Los hombres ya no confiarán en la ley de Dios, sino que querrán guiar su vida como a una montura; querrán elegir a los hijos en el vientre de sus mujeres y matarán a aquellos que no deseen”.

Desertificación y cambio climático: “el desierto devorará la tierra y el agua será cada vez más profunda, y en algunos días se desbordará llevándose todo por delante como en un diluvio, y al día siguiente la tierra carecerá de ella y el aire consumirá los cuerpos de los más débiles”.

Pero al final, coincidiendo con otros textos proféticos, la obra de Dios se impondrá y llega la esperanza: “El hombre conocerá un segundo nacimiento; el espíritu se apoderará de las gentes, que comulgarán en fraternidad; entonces se anunciará el fin de los tiempos bárbaros. Será el triunfo de un nuevo vigor de la fe; después de los días negros del inicio del año mil que viene después del año mil, empezarán los días felices; el hombre reencontrará el camino de los hombres y la Tierra será ordenada… “.

Bibliografía

https://www.perfil.com/noticias/columnistas/el-profeta-de-jerusalen.phtml
http://www.mailxmail.com/curso-profecias-protocolo-secreto/breve-biografia-juan-jerusalen
https://latam.historyplay.tv/guerras/profecias-de-juan-de-jerusalen-fundador-de-los-templarios
https://www.youtube.com/watch?v=OFVdJ9E9A0k