Patricia Rueda, Javier Ortega Smith y Antonio Sevilla, durante la última visita a Málaga del responsable de Organización de Vox.

La Gestora de Vox Málaga sigue ahondando en la herida del partido. El goteo de bajas empieza a convertirse en desbordante riada ante el desdén de la dirección nacional de Vox. Pocos entienden que Bambú (sede nacional del partido verde) siga sin poner freno a la gestión de Patricia Rueda como líder en la sombra y que incluso la promueva como posible candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Son legión los potenciales votantes de Vox en Andalucía que acudirán a las urnas en la siguiente encrucijada: si se trata de elegir a la persona más idónea para defender los intereses del partido en Andalucía, cómo votar a quien tiene su propia casa patas arriba. La imagen de Patricia Rueda abroncada en los mítines que el partido celebre en Málaga, tampoco proyectaría la imagen de unidad que se pretende dar en Andalucía. Si la insensatez se consuma, ya advertimos que la sangría de votos está asegurada.

El hecho que ha activado la espoleta que puede hacer estallar a Vox Málaga ha sido la expulsión de Antonio Pulido, el líder de la Plataforma Antigestora, con la excusa de una carta publicada en AD. En ella contaba que había prohibido a sus hijas acudir a la sede del partido mientras el presunto acosador sexual Álvaro Pinazo siguiera siendo militante. Tampoco se entiende la expulsión de Pulido a instancias de Jacobo Vázquez mientras uno de los cargos recientemente nombrados en el partido, Javier Barranquero, insultó gravemente a Abascal en redes sociales. ¿Se atreverá el ‘chusquero’ a explicarnos algún día las razones de este doble rasero?

“La actual gestora, se está convirtiendo en el enchufe de los amigos de los miembros de esta, para que llegue a ser su medio de vida, prometiendo cargos y puestos en las listas. Están dando la espalda, ninguneando y apartando del partido, a los que realmente hemos trabajado, a las bases, afiliados y colaboradores, que nos hemos dejado la piel para que este proyecto saliera adelante, primando a los recién afiliados; lo están convirtiendo en un cortijo”, señaló Guerrero en su carta de despedida.

“Ya no reconozco al partido político al que me afilie con tanta ilusión”, lamentó por otra parte uno de los componentes de la anterior dirección provincial y que forma parte activa de la plataforma de Pulido.

El descontento de los afiliados crece de manera proporcional a las ridículas notas triunfalistas de la gestora. Solo hay que sumergirse en los grupos de WhatsApp y en las críticas que reciben a diario unos dirigentes provinciales que ya evitan sin ambages el contacto con los militantes. Puede decirse que la militancia y los cargos transitan en Vox Málaga por caminos diferentes. Se vio el pasado viernes en Benalmádena, con la asistencia de un centenar de militantes a la presentación de la Plataforma Antigestora, en medio de un clima de absoluta hostilidad contra la Gestora.

Hay sobre todo un indicador que refleja la crisis monumental que el partido verde vive en la provincia. Nuestras fuentes habituales en la dirección nacional nos confirman que casi un millar de militantes de Vox Málaga han dejado de pagar sus cuotas. Se teme que la cifra de deudores, que ya representaría a casi la mitad de la militancia, se incremente en los próximos meses si no se pone fin a una situación calificada de anómala de forma abrumadoramente mayoritaria. Según parece, las personas que han decidido dejar de contribuir con sus cuotas quieren expresar de esta forma su descontento con unos dirigentes que no cuentan con ellos y que han recurrido a afiliados del PP para repartir los cargos orgánicos en la provincia. Como muestra del pandemonium que está protagonizando la Gestora, la filtración interesada a AD de rescates de pantalla comprometedores para algunos coordinadores no afines, con el objetivo de ser sustituidos por personas afines a cargos provinciales del partido.

Hace unos días se celebró por vía telemática una reunión de responsables de afiliación de Vox en toda España y la preocupación por la deriva del partido en Málaga acaparó buena parte de las intervenciones. Y no solo eso. En la reunión del CEN celebrada el pasado viernes, saltaron chispas al abordarse la situación de Vox en Málaga, que algunos no dudaron en calificar de insostenible.

Al creciente descontento ha contribuido el reciente nombramiento de Noelia González como responsable de afiliación. Repudiada por muchos militantes, demasiados, Noelia González formó parte de la candidatura crítica de Enrique de Vivero y se significó por sus aceradas críticas y reproches a muchos de los que hoy conforman la dirección provincial.

Así las cosas, no es extraño que aumente cada día el número de críticos que quieren dar batalla a la dirección provincial con un arsenal de iniciativas orientadas a llamar la atención acerca del estado comatoso de Vox en Málaga. Tras el éxito del acto de la Plataforma Antigestora en Benalmádena, Málaga capital será la siguiente parada. Y con sorpresas tales como la presencia de representantes críticos del partido verde en al menos una decena de provincias.