Patricia Rueda, la que mueve los hilos de Vox Málaga, a la izquierda: junto a ella el ex candidato al Senado, Pablo Ariza.

(Remitido).- Los afiliados de Vox Málaga han comenzado a movilizarse para responder a las arbitrariedades que está cometiendo la Gestora nombrada por el partido para dirigir la formación a nivel provincial, que se ha convertido en el chiringuito de la diputada Patricia Rueda, que hace y deshace a su antojo, con la complicidad de Antonio Sevilla, que calla y otorga.

La gota que ha colmado el vaso ha sido la destitución de Marian Hoyos, que después de ser nombrada responsable de afiliación fue destituida sin explicación alguna. El único motivo aparente es que trabajó con el anterior presidente, José Enrique Lara, ganándose el cariño de todos por su talante, clase y saber estar. Había comenzado a representar al partido en eventos de la ciudad, impulsando la imagen de la formación entre simpatizantes y posibles votantes. Pero el pecado de ‘ser cercana a Lara’ le ha perseguido y por eso ha sido cesada, sin más explicaciones. La destitución de Hoyos ha generado crispación en la afiliación, que no se explica cómo se prescinde de una persona de tanta valía por cuitas personales.

Un grupo numeroso de afiliados de Vox Málaga, hartos de la inacción de la Gestora, de su incomprensible gestión de equipos y de los caprichos de quienes la dirigen, han comenzado a moverse para que en Madrid se sepa todo lo que está ocurriendo en Málaga y se tomen decisiones para que el partido no se siga desangrando en la provincia.

Estos afiliados entienden que, al haberse delegado en Rueda todo lo que concierne a Málaga, ésta solo cuenta a los rectores del partido lo que le conviene a ella personalmente. Algo, por otro lado habitual en la política por aquello de ‘de la provincia de turno lo sabe todo’ el que tienes más cerca, normalmente el diputado que representa a dicha provincia. Y así se evitan problemas. Los afiliados malagueños esperan respuestas y que se tomen determinaciones. De momento, están preparando un envío masivo de correos a los cargos más significativos de la formación, para que al menos tengan información de lo que está pasando.

Los afiliados de Vox Málaga quieren pronunciarse a través de unas primarias, pues no entienden que dos personas que no tienen experiencia orgánica como Rueda y Sevilla hayan sido puestas a dedo para tomar unas decisiones para las que no están preparados. Deben ser los afiliados los que elijan a los cuadros responsables de preparar las próximas elecciones autonómicas y municipales, que están a la vuelta de la esquina, donde el partido de Santiago Abascal podría tener grandes expectativas en Málaga si se revierte el curso de los acontecimientos.

Para ello, sin embargo, sería imperativo prescindir de la actual gestora, que no hace nada aparte de designar a sus amigos en todos los cargos, y recuperar la dinámica de trabajo desarrollado, con todos sus errores, por la anterior dirección, encabezada por José Enrique Lara y Antonio Pulido, que llevaban años presentando a Vox a toda la sociedad malagueña.