Imagen de archivo de una operación antiyihadista en Gerona

Raquel González, cuyo exmarido está actualmente en prisión por formar parte de una célula terrorista, ha pasado por los micrófonos de COPE para contar su historia. Ha señalado que en estos momentos está luchando por suspender la patria potestad del que fue su pareja. “Dentro de un año y medio podrá restaurar y solicitar un cambio de esta medida”, es decir, solicitar la patria potestad de sus hijos. Cuando el Tribunal Supremo lo consideró un peligro para la seguridad nacional, Raquel comprendió que tenía que ceñirse al abandono para retirarle esta posibilidad de solicitud de la patria potestad. “No hay relación entre mis hijos y mi exmarido”. De hecho, quedó demostrado, y así lo demuestra la sentencia, que estaba ya integrado dentro de la célula terrorista.

“Las condenas están para ayudar a las personas para que vuelvan a integrarse en la sociedad pero en el caso de la radicalización extremista es complicado”, ha asegurado Raquel. “Estaba adoctrinando a menores y trataba de llevarse a mi hijo”.

Raquel comprendió que las cosas habían empezado a complicarse cuando un día al llegar a casa vio a su hijo “con la cara blanca”. Tal y como ha explicado, le había estado enseñado “vídeos de decapitaciones, de cómo se inmolaba un joven de 24 años, caras de niños destrozadas”. En ese momento, Raquel comenzó a alertarse por lo que estaba ocurriendo. No fue hasta un día que salió de cas y le siguieron cuatro coches. “En comisaría me dicen que mi marido está siendo investigado”, ha afirmado.

“Lo peor es que no acabó con su sentencia. Se radicalizan más en prisión”, ha indicado.