Enrique de Vivero y Nanda Agredana, su número dos, durante un acto de la campaña.

AD.- En un escrito presentado ayer por los miembros dimitidos del CEP de Vox Málaga y que publicamos, cuatro afiliados capitaneados por María Fernanda Agredano salen al fin a dar unas breves e insuficientes explicaciones para justificar el caos del dimitido CEP de Vox en Málaga. Recordamos que estos cuatro miembros del CEP no son los que dimitieron en primera instancia, sino que fueron las dimisiones del presidente electo Enrique de Vivero, y la del primer vocal, Aurelio Toledano, las que les obligaron a dimitir a toda prisa y corriendo.

En la carta de dimisión presentada por de Vivero, éste alude como causa primera: “Son las diferencias irreconciliables con algunos componentes del CEP electo en la confección del equipo de vicesecretarios y coordinadores en VOX Málaga. Después de sucesivas reuniones no he podido concitar unas bases mínimas de acuerdo con los miembros del CEP que hagan posible la organización de la estructura del partido”.

De izquierda a derecha, Javier Barranquero, Francisco Vázquez y Noelia González, miembros del CEP dimitido.

Sin embargo, en el escrito de los cuatro dimisionados hablan de un claro chantaje e indican que “no quisimos permitir el asalto que por parte de extraños se pretendía llevar a cabo en Vox Málaga”, añadiendo que “ha sido de tal gravedad lo que estaba sucediendo, que no vimos otra opción que poner nuestros cargos a disposición del partido”.

Al recibir esas dos informaciones contradictorias (la del presidente y la de los otros miembros), los afiliados han quedado perplejos y exigen una explicación. ¿Cómo es posible que se hable de chantaje si el propio presidente habla de la confección del equipo y que, por tanto, estaba de acuerdo en la composición de los vicesecretarios y coordinadores? ¿Están acaso insinuando que el propio presidente estaba implicado en el chantaje? Está claro que esta contradicción plantea muchos interrogantes.

Por otra parte, es absolutamente falso que ellos pusieran sus cargos a disposición del partido, pues fue la dimisión del presidente el que los obligó a dimitir para salvar las apariencias.

Así mismo, afirman que “una vez que conocimos el nombramiento de Patricia Rueda como gestora interna de Vox Málaga, os informamos que, como representantes legitimados por las últimas elecciones, nos hemos puesto a su disposición para la nueva estructura, con el fin de garantizar una unión e integración real de VOX Málaga”.

Según los afiliados, estos cuatro miembros del partido carecen de legitimación para optar a estar en la gestora, pues al dimitir son afiliados de base y no pueden arrogarse privilegios que no han sido acordados por los demás afiliados. Además, ocultaron hasta el día de ayer que se ofrecieron para participar en la gestora, ninguneando así a los demás afiliados. Y por último se preguntan cómo van a tener garantías de que van a realizar correctamente su labor de gobierno e integración si ni siquiera fueron capaces de llegar a acuerdos entre ellos durante un mes.

Por otra parte, no vemos posible la integración de estos cuatro miembros del equipo de Enrique de Vivero en la nueva dirección de Vox en Málaga. Ellos son directamente responsables del período convulso que vive el partido verde en la provincia, entre otras cosas, por los enfrentamientos mantenidos con el equipo de Lara Peláez, ensanchando así las diferencias internas hasta hacerlas irreconciliables. Durante la campaña se utilizaron métodos literalmente denigrantes contra los miembros del CEP anterior. En ese sentido debemos recordar que los miembros de la candidatura de Enrique de Vivero autorizaron la emisión de unos videos, en los que denunciaban como ejemplo de nepotismo el nombramiento de Inmaculada Lara, hija de José Enrique Lara, como coordinadora del distrito de Churriana, debido a la marcha de dos de sus miembros por motivos laborales, así como su inclusión en la lista para las elecciones generales. Es preciso aclarar que José Enrique Lara se opuso al nombramiento de su hija, cuya cualificación es inopinable. Vox contaba en Churriana con quince militantes, la mitad de ellos miembros de la familia Lara. Con Inmaculada Lara al frente, la cifra de militantes ha aumentado exponencialmente.

Por otro lado, también acusaron a la anterior dirección de Lara de “dedocracia” con relación a la designación de Patricia García Herrera, esposa del prestigioso ingeniero Antonio Pulido, como número tres al Congreso de los Diputados. Patricia García está en posesión de dos carreras universitarias y es autora de un libro de historia.

Con ese material político defectuoso no es posible la integración.