En apenas unos meses ha sido capaz de elaborar para Tarragona un proyecto alternativo al de la fauna política tradicional que, si no se concluye de aquí a las autonómicas de otoño, no será por falta de ganas, sino porque a veces las grandes obras son mucho más interesantes cuando quedan sin terminar, como la Sagrada Familia de Gaudí. Demostrado queda que los grandes desafíos siempre se plantearon como carreras de fondo. Lo importante es alcanzar la meta.

Con todo, esta tarraconense de rompe y rasga se ha propuesto que el debate político en su provincia gire en torno a lo que quiere su partido y no a lo que desean los políticos de siempre.

Myriam Muñoz, candidata número 1 de PxC al Parlament de Cataluña por la provincia catalana más mediterránea,no tiene reparos en decir justamente lo que piensa,pasando por alto lo políticamente correcto.

-¿Cómo llegó a Plataforma per Catalunya?

Conocí Plataforma per Catalunya gracias a mi padre y en un momento además en que había dejado de creer en la política, al considerarla una actividad corrupta y corrosiva. Lo peor de la política actual es que gira en torno a esas tres premisas que han acabado por distorsionar el sentido genuino del alma humana: dinero, sexo y poder. Soy consciente de que Plataforma está en las antípodas de los políticos de siempre, ya que nuestro motor es y será siempre el de la honestidad para afrontar la tarea que nos ha sido encomendada y el compromiso para hacer efectiva esa tarea. A partir de aquí me doy cuenta de que hay muchísimas cosas que cambiar y mucho trabajo por hacer. Pero para empezar, es necesario acabar con la casta política que nos ha estado gobernando todos estos años.

Con la participación de todos, podemos derribar a esa casta política que se enriquece a la par que el pueblo se empobrece. Esa casta ha concebido un horizonte de miseria y desigualdad para los catalanes. Con el apoyo de muchos, esa casta tiene los días contados.

-Defendió hace poco la necesidad de reforzar los lazos identitarios de Cataluña con el Occidente cristiano. ¿De qué manera podría contribuir a ese objetivo desde Plataforma?

Como cabeza de lista de Plataforma per Catalunya en la provincia de Tarragona voy a luchar siempre por mantener nuestra identidad, de manera que los de casa siempre sean los primeros en deberes y también en derechos. No permitiré que esta situación de racismo hacia nosotros, los autóctonos, permanezca mucho más tiempo. Está claro que ser autóctono en la Cataluña de 2010 es una desventaja en todos los sentidos. En la actualidad, los únicos derechos que tenemos son los de pagar y callar. Debemos poner punto y final a tamaña injusticia. Y lo conseguiremos cueste lo que cueste.-Tarragona era hasta hace poco una de las provincias españolas con una mejor calidad de vida.

-¿Hasta qué punto la llegada masiva e incontrolada de inmigrantes ha menoscabado esos estándares de calidad?

¿Calidad de vida? Eso ha pasado a la historia. En la provincia de Tarragona estamos sufriendo los problemas de la inmigración en primera línea de fuego. Piense que tenemos poblaciones en la provincia, como Salou, donde el porcentaje de inmigrantes supera el 40%. Estos inmigrantes tienden a concentrarse en determinados barrios, que se han convertido en verdaderos guetos. En cosecuencia, buena parte de la población autóctona se ve obligada a emigrar al sentirse amenazada. Tenga en cuenta que, a mayor número de inmigrantes, mayor tráfico de drogas, más inseguridad en las calles y más delincuencia. El 50% de los tarraconenses son inframileuristas y nuestros ayuntamientos se hallan entre los más endeudados de España; incluso alguno de ellos alcanza una deuda récord de hasta 2.558 euros por habitante. Hay un gran trabajo por delante que vamos a llevar a cabo. Hay que transformar esta sociedad y la vamos a transformar. Soy una amante de los retos y una mujer luchadora. Por lo tanto, me apasiona el desafío.

-Desde su puesto de dirigente de PxC ha reivindicado el papel sobresaliente de la mujer en cualquier sociedad moderna. ¿Qué diría a los que señalan que el islam respeta los derechos de ese colectivo?

Pues les preguntaría que a quién quieren engañar. Claro que tal vez, lo que entienden por respeto hacia las mujeres tenga que ver con el hecho de que estén sometidas al hombre; de que no puedan conducir, salir a la calle o acudir a reuniones públicas; con que se les prohíba el acceso a las mezquitas cuando tienen la menstruación; con tener que casarse con el hombre que les impongan, les guste o no, ya que es la familia y no ella la que tiene el derecho a esa elección; con permanecer enclaustradas en el domicilio y manteniendo la obediencia absoluta al marido, o incluso pudiendo ser torturadas o asesinadas en el caso de adulterio.

Está claro que ser mujer en el mundo islámico es una pesadilla. Y ese mundo convive hoy con el nuestro. . Oponernos por lo tanto a él constituye un imperativo moral y un deber político.

-Se somete a referéndum el derecho a la autodeterminación de Cataluña, se somete a debate la prohibición o no de las corridas de toros. ¿Por qué a los políticos catalanes no les interesa conocer la opinión de los electores con relación a la inmigración?

No les interesa conocer la opinión de los ciudadanos porque cuando un problema está latente en nuestra sociedad, cuanto menos se hable de él, más creen que puede pasar desapercibido. Siempre nos han manipulado y lo siguen haciendo. Por fortuna, a todo esto le queda un telediario.-Rusia acaba de ilegalizar la Cienciología al acusar a sus miembros de prácticas sectarias y violentas.

-¿Ilegalizaría el islam en Cataluña en virtud del derecho de cualquier sociedad a proteger su propia identidad?

¡Rotundamente, sí! El islam es una religión que nada tiene que ver con Occidente ni con nuestra tradición espiritual. El islam atenta contra nuestra identidad; jamás nos aportará nada bueno ni productivo desde el momento en que la base sobre la que se sustenta es contraria a nuestro ordenamiento moral y legal. El islam es incompatible con la democracia y con nuestra Constitución, al no respetar los Derechos Humanos e imponer un modo de vida integral y teocrático, que nada tiene que ver con la separación entre iglesias y Estados que hemos asumido en Occidente. Respetamos el hecho de que haya gente que quiera practicarla, pero no en nuestra casa.

-¿Qué se juega Cataluña y Tarragona en las próximas autonómicas?

Nuestro futuro y el de nuestros descendientes. Estamos en un punto de alerta social de tal gravedad que, si no somos capaces de revertir el rumbo equivocado al que nos están dirigiendo los políticos tradicionales, estaremos completamente perdidos.

-Va paseando por Tarragona y escucha al imán de una mezquita llamando a los fieles a la oración, ¿qué es lo primero que se le pasa por la cabeza?

¡Indignación! Pero al mismo tiempo, esa indignación se transforma en una inyección de adrenalina que me proporciona la fuerza necesaria para luchar por impedir que ése sea el cuadro general en nuestra sociedad. Me indigna que los políticos actuales, que son los que deben proteger nuestros intereses, sean los que están defendiendo y fomentando la islamización de Cataluña y España. A esos políticos les pediría, en nombre de los catalanes que no quieren renunciar a su identidad ni cambiar su modo de vida, que trasladaran todas esas mezquitas y a todos esos fieles hasta los jardínes de sus lujosas casas. Si quieren fomentar el islam en Cataluña, que lo fomenten con su dinero, no con los recursos de los catalanes.

-¿Qué le sugiere a Myriam Muñoz la palabra España?

El nombre de nuestro país. Soy catalana, española y europea.

-Muchos españoles reclaman la extrapolación de la ‘fórmula Anglada’ a todo el terriotorio nacional. ¿Sería partidaria de exportar la fórmula de Plataforma al resto de España?

¡Por supuesto que sí! Plataforma per Catalunya no sólo es necesaria en Cataluña, sino en el resto del país. La ‘fórmula Anglada’ y la ‘fórmula Plataforma’ es catalana, pero llegará a ser más pronto que tarde la ‘fórmula de España’ y, por qué no, de Europa.

Hay gente que nos escribe desde todos los puntos de España y nos expresan su deseo de que Josep Anglada llegue algún día a la Moncloa. Estoy segura de que, algún día, ese deseo dejará de ser un sueño. La fórmula Plataforma es el único antídoto que nos puede garantizar nuestra supervivencia como pueblo occidental.

-La convergencia entre la izquierda y el islam cada vez es más notoria. ¿Cómo se pueden defender los fundamentos de una ideología supuestamente al servicio del progreso en nombre de una religión que prescribe la poligamia, la guerra santa y la eliminación de los infieles?

Eso es totalmente indefendible. Una religión que atenta contra el ser humano no se puede defender jamás. Sucede sin embargo que la izquierda defiende el islam en base a pretensiones tan espurias como la destrucción de la Iglesia Católica.

-¿Por qué las feministas españolas criminalizan al maltratador de género si éste es autóctono e ignoran luego al inmigrante que maltrata y veja a su mujer en nombre de Alá?

Es una cuestión de esquizofrenia ideológica. No tiene ningún sentido considerar la violencia de género sólo a partir de que el maltratador sea un ciudadano español y no un seguidor de Alá.

– Recientemente, el PP en Badalona ha promovido una campaña contra los inmigrantes en aquel municipio. ¿Qué circunstancia ha podido provocar el que algunos políticos catalanes se rasguen ahora las vestiduras por las mismas cosas que existen desde hace años?

Lo que está claro es que inmigración es hoy un punto oscuro para el resto de los partidos. Saben que existe una creciente inquietud social hacia ese fenómeno y no saben cómo hacerle frente. Sostienen en público lo contrario de lo que defienden en privado. Dicen que defienden a los inmigrantes por una cuestión de ‘humanidad’. Pues mire usted, yo considero mucho más humano dar de comer al de dentro que al de fuera. Me preocupa mucho más que el autóctono catalán tenga una existencia digna a que tenga que pasar calamidades, como pasa actualmente, porque todos sus recursos estén siendo destinados a los ilegales de fuera.

-¿Ha tomado nota del desprestigio que sufre la clase política catalana y española?

Absolutamente. Desde Plataforma vamos a poner punto y final a la corrupción política, ya que interpretamos la política en clave distinta a cómo la interpreta la casta de siempre. La política tiene que estar al servicio de los ciudadanos y no al revés. Con Plataforma, el sueño de una clase política sin corruptos ni vividores se cumplirá plenamente. Ese es otro de los temores que existe hacia Plataforma. Saben que, con nosotros en las instituciones, se les acabó el robo y el vivir del cuento a costa de los catalanes.

-¿Ha sufrido algún tipo de amenaza o intimidación por parte de los radicales en Tarragona?

A nivel individual no, pero sí a nivel colectivo. Sucedió el domingo 25 de abril, en Vilafranca del Penedés, durante la celebración de la Diada de nuestro partido. Un grupo de radicales ‘subvencionados’ nos tiró piedras y profirió amenazas de todo tipo. Dos mossos d’esquadra fueron heridos por esos estómagos agradecidos.

Sin embargo, yo no les responsabilizo tanto a ellos como al Gobierno que protege a esos delincuentes. Ellos se sienten protegidos por las mismas leyes que luego se aplican sin compasión contra los de dentro. Hoy, cualquier ilegal tiene más derechos e infinitamente menos deberes que cualquier catalán honrado que pague sus impuestos y respete escrupulosamente la ley. ¡Si esto es una democracia, entonces que venga Dios y lo vea!