Cuando uno viaja a lugares muy visitados, como es el caso de Roma, asume que deberá pagar de más por el hotel, los museos o los restaurantes. Es lo que tiene la oferta y la demanda en medio de la vorágine de la masificación turística. Pero lo ocurrido a dos japonesas en la capital italiana el pasado 4 de septiembre roza la estafa.

Varios medios italianos se hicieron eco de lo que pasó en el restaurante Antico Caffè di Marte, donde, al parecer, las dos turistas pagaron 429 euros por dos platos de espaguetis y dos botellas de agua, según compartieron en redes sociales.

Ni su encantadora terraza en una pequeña calle peatonal, ni su buena ubicación cerca del Castillo de Sant’Angelo parecen justificar la desorbitada cuenta, que incluye una jugosa propina de 80 euros.

El periódico Il Messaggero, primero que se hizo eco de lo ocurrido, pidió explicaciones a los responsables del restaurante, que acumula críticas en la página de tripadvisor. “Nuestro menú está claro, basta con mirar los precios: máximo de 16 euros por espaguetis allo scoglio (con marisco como el que pidieron las japonesas)”, declaraban desde el establecimiento. “Para pagar esa cifra, las chicas no solo encargarían los espaguetis, también el pescado, en este caso, fresco. El cliente elige en el mostrador, lo pesamos y lo cocinamos”, explicaban.

Sobre la cuantiosa propina, subrayaban que no es obligatoria y que el cliente puede decidir si la paga o no. Decías que puede oscilar entre el 10% y el 20%. Sin embargo, las cuentas siguen sin cuadrar con esta explicación, ya que el 20% de 349 euros el 69 y no 80.

Una propina que podría costarle cara

A última hora de este viernes, Il Messaggero publicaba que el local había recibido la visita de la policía en un control, tras conocerse el caso, y el restaurante había sido clausurado cinco días por las autoridades romanas debido a algunas irregularidades. Al parecer, carecía de los permisos necesarios para la instalación de su terraza en la calle, algo por lo que había sido ya cerrado en anteriores semanas, apunta el rotativo. Además se enfrenta a una posible multa por la inclusión de la propina en la cuenta de las japonesas.

El abogado del dueño del restaurante aseguró al periódico que las turistas habían tomado, además de los platos de pasta, pescado fresco a la parrilla junto con verduras, además de otras bebidas. Lo cierto es que la cuenta de la cena superó el examen de la policía local, apunta Il Messaggero.

Este caso ha hecho revivir otros similares, también vividos en la capital italiana. Como el de la pareja que compartió en Facebook cómo les cobraron 81,40 euros por dos hamburguesas y tres cafés, con 7,40 euros por el servicio de los camareros, en el Caffè Vaticano, un restaurante situado cerca de la ciudad papal.