Durante la madrugada de este sábado al domingo, una patrulla de la Policía Local de Huesca era requerida por una joven que afirmaba haber sido agredida por un varón y que en ese instante esa misma persona le estaba “dando una paliza” a una amiga suya, a la que habían arrastrado por los pelos varios metros por la vía pública.

De manera inmediata los tres agentes de la Policía Local salieron corriendo en dirección a la Plaza Nuestra Señora de Salas, donde observaron un numeroso grupo de personas increpando a un varón que se encontraba zarandeando a una joven, que estaba llorando y muy alterada.

Los agentes procedían a separar al supuesto agresor, respondiendo éste de forma violenta contra los policías, que se vieron obligados a reducirlo. Una vez esposado, el implicado tuvo que ser protegido para evitar ser agredido por la supuesta víctima y varias personas presentes en el lugar.

En el momento de llevar al detenido al vehículo policial, un amigo salió de forma sorpresiva corriendo hacia los agentes, golpeando de manera violenta a uno de ellos en la espalda, chocando contra la fachada de un inmueble cercano. Uno de los funcionarios presentes trataba de reducir al segundo agresor, recibiendo en ese momento varios golpes en su rostro. El agente agredido, junto a varios efectivos más, lograron reducir y detener a esta persona.

Realizadas las oportunas averiguaciones, la Policía Local identificaba a tres chicas que afirmaban haber sido agredidas por el primer detenido, con antecedentes penales, debiendo reclamar la presencia de una ambulancia para atender las heridas. Los tres efectivos policiales del primer indicativo actuante, también fueron atendidos en centro sanitario de las heridas sufridas.