¡HALA, AGBAR!
¡Ánimo, Aguas de Barcelona! Adelante. Ese es el grito de moda, poco menos, que nos dicen, que dicen los enloquecidos que matan europeos, sin discriminar. Aquellos nefarios, que no se deben confundir con las buenas gentes de la musulmanía, gentes de paz y de amor (sic).
Stille Nacht, heilige Nacht,
Schlaf in himmlischer Ruh,
Y tu, tan terne,
que ya vienen los míos.
Si discriminasen, pues aun. Pero no, no hacen apartes, y eso es muy correcto, y alguna ONG debería incriminar a los que no hacen prisioneros, que en eso sí hay cierto criterio unánime. El loquicídio, por abatimiento expeditivo. Así se evita que hagan declaraciones inoportunas y poco pertinentes, que perjudiquen a los reinantes, y les anden con lo de las torturas guantanameras. Tipo Dreifuss.
A mi, que soy muy escamón, me suena a vía de hecho. Pero me puedo equivocar, como tantos curiales, que lo hacen cada mañana mientras se acicalan. Por las tardes pierden el aquel angelical, se les protuberiza el protubernio, y ya se sabe lo que pasa, que tienden a la incomprensión, porque algo si habremos hecho muy mal, pero no conviene airearlo, y por debajo de la mesa, se pueden hacer trabajitos con los bolillos y los bonis. ¡Te lo prometo, Pirula!
Pero el oráculo, orate Rodríguez, suelto de manos, impertérrito, estólido y otras más, niega al Erdogán que se desliza por el tobogán. No dialoga, aliado. Mira que te mirarás. ¡Qué ocasión, Dios, para Bambi boy!
La hamburguesa Mutter Angela, jefa de una gran coalición, que cuenta con 310 diputados conservadores (CDU+CSU) y la ayuda de SPD (socialdemócratas de verdad) que añade 193, con lo que son 503 –para bien de Alemania y del SPD- en un parlamento de 630 miembros (con el doble de población que España), comienza a pagar la ronda de su voluntarismo integracional, con doce puntos de pérdida de popularidad en el último mes, del 59% al 47%.
Para su colega del CSU (Unión social cristiana de Baviera), el bávaro Ramsauer, que apoya al CDU hermano (Unión demócrata cristiana) -el de la Merkel- y forma con él grupo único, -con el principio prudencial de limitación y control- son suficientes esas cifras para cambiar el rumbo traído durante un año de complacencia. Parece ser que únicamente queda un 34% de alemanes sin profanar, o que les trae al pairo que les anden en el antifonario los desertores sirios. Esto, lógicamente inquieta a los aliados, y proyectaría al líder del CSU Seehofer a sustituirla.
Téngase en cuenta –no es el caso de Pedro Sánchez- el doctorado de la Merkel en química cuántica, y su tesis Influencia de la correlación espacial de la velocidad de reacción bimolecular de reacciones elementales en los medios densos. Resulta inquietante. Kohl la llamaba mein Mädchen, mi chica. Él sabría. Y ella sabrá lo que la conviene. Digo. Tonta no es.
Pero lo que no tiene pase es la traducción de los hechos, que hacen los pelotas, los convencidos del encule, o los entusiastas de la multiculturalidad vaticana con sus 0,44 Km2, y sus 450 habitantes.
Al Vaticano, en proporción, y justo reparto –calculadora en mano- le han tocado 12 refugiados y a Alemania, 1.100.000, de los que –para empezar- se le han perdido 130.000 beneficiados. ¿Quién hace los cálculos? ¿Qué tiene que ver esto con la física, y la química cuántica? No aparecen en el recuento de retreta, lo que parece imposible en el Vaticano, que con su cuota proporcional, y sin minifaldas, a nadie le andarán en los bajos, y no serán muy exaltados, suponemos. No plantearán muchos problemas a los guardias suizos, que no pasan de cien, y no tienen bares de copas que vigilar, ni maltratos domésticos que apaciguar. Después de vísperas, suponemos que aquello es una balsa de aceite. Eso no es presentable, no va a ningún sitio. Con eso, ni se cumple ni se estimula.
Europa, es lo suficientemente importante y potente, para tener previstos casos parecidos, en el territorio fronterizo con África, o con Asia, y hacer las cosas bien, con orden, medios, vigilancia, sin precipitaciones, y, además, creando empleo. Los ineptos, culpables de sufrimientos, y de padeceres, deberían estar identificados, sancionados, y puestos en franquía.
Los paniaguados, que suman cantidades ingentes, no pueden continuar cobrando sueldos inimaginables para el público en general, y que no les pase nada. Eso es un escándalo, y una forma lamentable de corrupción, que produce muerte y desolación. Son de los que defienden la tesis de Aguas de Barcelona, y otras cosas parecidas, para zafarse de la responsabilidad. Pero hay muertos, asesinados, aun calientes, que claman por esa limpieza, esa equidad, y esa justicia que debe presidir la Unión, de una puñetera vez.