José Antonio es el triste protagonista de una historia sin precedentes, y de una brutalidad extrema. En uno de sus servicios como taxista, se topó con un joven de 19 años que supuestamente se lanzó a por él y consiguió arrancarle los ojos. Eso sucedió el pasado año, en tiempo de Fallas en Valencia. Desde aquel día, este hombre no ha vuelto a ver y asegura preferir “estar muerto” ya que “esto no es vida”. “Se lanzó contra mis ojos, como un gato”, relata.

En la información recabada por ‘Las Provincias’, se expone a la víctima como un hombre de poco más de 40 años que perdió el ojo izquierdo tras el ataque, y que apenas cuenta con un diez por ciento de capacidad visual en el derecho. Recogió al joven en un puente cercano de la capital valenciana y este le solicitó ir a Ontinyent. “Por un trayecto tan largo sospeché que no me iba a pagar, pero me dijo que llevaba dinero. Me enseñó un billete de 50 euros y me contó que había tenido una pelea”, señala.

Cuando llegaron a su destino, el joven instó al taxista a que entrase por un camino al cual este se negó. Cuando detuvo el vehículo le informó de que la carrera tenía un coste de 90 euros, y no hubo más respuesta que el ataque. “Esa forma de agredirme en los ojos la tenía que haber hecho otras veces. Creo que buscaba robarme y dejarme ciego para que no le reconociera”, asegura José Antonio, quien pudo morder la mano de su agresor para poder liberarse. Salió del vehículo y el joven volvió a atacarle introduciendo los dedos en los ojos. El hombre cayó a una acequia y cuando salió de allí ya no veía nada. Solo recuerda el sonido de algunos coches.

Por su parte, según la información recogida por el citado medio, el joven explicó en el juzgado que el taxista cogió el dinero que llevaba encima y le dijo que no era suficiente, y que por ello le pidió la cartera y el móvil, algo a lo que se negó. Fue entonces cuando se enzarzaron en un forcejeo pero aseguró desconocer el origen de las lesiones. Sí confirmó que se marchó del lugar con la mochila en la cual el taxista portaba la recaudación. A día de hoy la investigación sigue su curso y el supuesto agresor está en la calle.