Las protestas “Sin reyes” se intensifican: las autoridades se preparan para violentas protestas de extrema izquierda en más de 50 ciudades, por temor a que los activistas quieran provocar otro “momento George Floyd” incitando enfrentamientos con las fuerzas del orden.

La estrategia de “vida o muerte” de la izquierda radical: los analistas advierten que los manifestantes buscan un incidente al estilo de Kent State (como tropas disparando contra la multitud) para justificar el malestar masivo e influir en la opinión pública contra la posible reelección de Trump.

Militares y policía en alerta máxima: los marines están desplegados en Los Ángeles después de los disturbios; los funcionarios insinúan reglas agresivas de enfrentamiento, incluido fuego real, si se ataca propiedad federal, en medio de una disminución de la tolerancia pública hacia la violencia.

Bandera falsa y riesgos globales: La inteligencia sugiere que los agitadores pueden organizar ataques falsos para incriminar a las fuerzas del orden, mientras que las tensiones globales (Irán, Rusia, China) podrían explotar la inestabilidad estadounidense para obtener ganancias estratégicas.

Se insta a la preparación ciudadana: Con el 4 de julio acercándose, las agencias de seguridad aconsejan evitar las protestas, abastecerse de suministros de emergencia y monitorear las alertas locales en medio de advertencias de guerra urbana y colapso económico.

Las autoridades están en alerta máxima ante las protestas planificadas “Sin Reyes” en más de 50 ciudades este fin de semana, con temores de que los activistas de extrema izquierda intensifiquen la violencia para fabricar otro “momento George Floyd” antes de las elecciones de 2024.

Agitación interna inminente

Las agencias policiales federales y locales se preparan para lo que podría convertirse en uno de los fines de semana más explosivos de la historia reciente de Estados Unidos, con grupos de extrema izquierda movilizándose bajo el lema “Sin Reyes”, un desafío directo a la celebración militar del presidente Trump por su cumpleaños, el 14 de junio. La inteligencia sugiere que las manifestaciones podrían derivar en enfrentamientos violentos, con agitadores que buscan provocar una represión policial que podría derivar en indignación nacional.

Según el analista de seguridad Matt Bracken, la izquierda radical considera esto como un momento decisivo , temiendo perder influencia política si Trump logra otro mandato. “Buscan su momento George Floyd —otro incidente en la Universidad Estatal de Kent— para justificar disturbios masivos”, advirtió Bracken. “Quieren imágenes de tropas federales disparando contra manifestantes para encender el país”.

Las fuerzas del orden al borde del abismo

El Pentágono ya ha desplegado marines para proteger edificios federales en Los Ángeles, donde a principios de esta semana se produjeron disturbios en los que manifestantes agredieron a la policía e incendiaron vehículos. Si bien se ha impuesto un toque de queda en toda la ciudad, persisten las preocupaciones sobre su cumplimiento. Los analistas sugieren que, si la violencia se intensifica, el ejército y la policía podrían adoptar medidas de combate más agresivas, incluyendo el uso de fuego real contra los alborotadores que ataquen propiedades federales .

“El pueblo estadounidense está harto de la anarquía”, declaró un funcionario federal que habló anónimamente. “Si los marines tienen que defenderse de los cócteles molotov, la ciudadanía no apoyará a los alborotadores”. Las encuestas indican una disminución de la simpatía por las manifestaciones violentas, y muchos conservadores y moderados se inclinan por una postura de tolerancia cero contra las insurrecciones urbanas.

Riesgo de falsas banderas y escalada

En medio de la agitación interna, fuentes de inteligencia advierten que actores maliciosos dentro de los movimientos de protesta podrían organizar ataques de falsa bandera , ya sea para justificar la represión o para incriminar a las fuerzas del orden como agresores. “Necesitan un incidente sangriento para movilizar a sus bases”, declaró un analista del DHS. “No descarten a agitadores que se hacen pasar por marines o guardias nacionales para simular una masacre”.

El momento coincide con un aumento de las tensiones mundiales, entre ellas:

Irán amenaza bases estadounidenses : Teherán ha prometido atacar instalaciones estadounidenses si Israel ataca sus instalaciones nucleares, un escenario que, según se informa, la Casa Blanca está trabajando duro para evitar.
El próximo movimiento de Rusia : Moscú aún no ha tomado represalias por los ataques con aviones no tripulados de Ucrania contra aeródromos rusos, lo que aumenta los temores de una escalada repentina.
El oportunismo de China : Pekín podría aprovechar las divisiones internas de Estados Unidos para avanzar hacia Taiwán o lanzar ciberataques.
Una nación al borde del abismo

Con la proximidad del feriado del 4 de julio, otra fecha de alto riesgo para concentraciones masivas y posibles ataques, las agencias de seguridad instan a la vigilancia. Se recomienda a la ciudadanía:

Evite las zonas de protesta.
Asegurar suministros de emergencia (alimentos, agua, botiquines médicos).
Monitorear las directivas policiales locales.

«No se trata solo de protestas, sino de un ataque coordinado contra la estabilidad de Estados Unidos », advirtió el teniente coronel retirado Michael Roberts. «Si esto se agrava, podríamos presenciar una tormenta perfecta de guerra urbana, colapso económico y conflicto global».

A medida que se acerca el fin de semana, Estados Unidos se encuentra en una encrucijada que podría redefinir su futuro .