El Gobierno británico lanza un plan antiterrorista que clasificará como «sospechosos» a quienes critiquen la inmigración masiva
El Gobierno británico da un nuevo paso hacia la censura ideológica. La unidad oficial contra la radicalización, Prevent, ha lanzado una nueva versión de su curso obligatorio para funcionarios públicos en la que se advierte de que cuestionar la inmigración masiva o denunciar la falta de integración de ciertos grupos puede ser motivo suficiente para activar mecanismos de vigilancia estatal.
Según el programa, que se presenta como una herramienta para «apoyar a las personas susceptibles a la radicalización», expresar preocupación por la amenaza que supone la inmigración para la cultura occidental es ahora una señal de alarma. En otras palabras: criticar el multiculturalismo puede bastar para ser etiquetado como extremista y ser investigado por potencial radicalización.
La formación, disponible en el sitio web del Gobierno británico, debe ser completada por miles de profesionales del sector público, en particular docentes y empleados de administraciones locales, como parte de su desarrollo profesional. La imposición de este tipo de contenidos se enmarca en una política cada vez más represiva contra quienes disienten del discurso oficial sobre inmigración y cohesión social.
Prevent ya fue objeto de críticas por equiparar la amenaza del terrorismo islamista —con 96 muertos en Reino Unido en el siglo XXI— con la llamada «extrema derecha», responsable de tres víctimas mortales en el mismo periodo. A pesar de que las derivaciones por islamismo han ido a la baja, los casos vinculados a la derecha no han dejado de crecer y ya suponen el 24% del total, frente al 18% del año anterior.
El Ministerio del Interior ha intentado justificar esta deriva ideológica afirmando que el objetivo no es restringir la libertad de expresión, sino «proteger» a quienes podrían radicalizarse. Pero lo cierto es que las nuevas directrices convierten a cualquier ciudadano preocupado por el futuro de su país en un potencial sospechoso. Hasta el propio primer ministro Keir Starmer podría encajar en los nuevos criterios, tras su reciente discurso en la conferencia «La isla de los extraños«.
El director del MCC Bruselas, Frank Furedi, ha advertido de lo que realmente se esconde tras la actualización de Prevent: «No buscan llenar las cárceles con nacionalistas culturales. Quieren silenciar el debate sobre raza, islam, cohesión social y multiculturalismo. Su objetivo es que esas opiniones se vuelvan inaudibles».
Mientras el programa amplía su control sobre la disidencia, los verdaderos radicales siguen actuando impunemente. Varios «derivados» del programa, como Axel Rudakubana, el asesino de tres personas en Southport, han terminado cometiendo crímenes violentos pese a haber pasado por la supervisión de Prevent. Un ejemplo más del fracaso de un sistema obsesionado con perseguir opiniones mientras ignora amenazas reales.
La Gaceta
Saben que es tanto el mal que están haciendo, que la gente puede explotar. Llevan años tapando el malestar con psicólogos y ansiolíticos, pero resulta que en occidente están triturando a las clases medias. Si bien no económicamente, sí con una gran variedad de acciones, todas justificadas mediante el wokismo y el liberalismo. Resulta que llevan décadas machacándonos para que no tengamos hijos porque el planeta va a explotar, y ahora que empezamos a ser menos se dedican a reemplazar a los no nacidos por una ingente cantidad de inmigrantes. Y a los pocos hijos que hemos ido teniendo, los… Leer más »
La explicacion es simple y sencilla, quieren 500 millones de personas en el planeta y han decidido que no pueden ser blancos, ya los negros se adaptan mejor a una total esclavitud, segun dicen ellos. Para mi mejor, pues eso de la esclavitud no va conmigo.
Que esperábamos de la cuna de la masoneria?
La inmigración masiva es un ddelito pues es fomentada por mafias esclavistas. Aparte de querer acabar con el cristianismo, la masonería solo quiere cien millones de humanos. Lo demás lo pueden hacer los robots. Menos ser mineros. Pueden boxear, pero la minería no. Y los derechos Humanos que exigen, los deben exigir a sus gtobernantes, en sus países de origen. No en otros. Nosotros no tenemos la culpa de que se ahoguen, de que los manipulen, de que los engañen, de que los timen y de que no quieran trabajar en la agricultura de sus países. Hay que detener a… Leer más »
El tonto útil del globalismo…en fin…como despierte UK este acaba peor que un rey de esa isla…que tío más lamentable…que fulano más indecente…que derechos tienes a entregar un país a unos fulanos extranjeros…? Starmer…no es bien negocio adorar a Belcebu…creeme…en fin