El problema no es que estemos en manos de una mafia organizada, lo peor es que la suerte de los españoles dependa de un puñado de psicópatas. Y es que sólo a un indigente mental con rasgos psicopáticos puede ocurrírsele el montaje de una comparecencia de prensa tan chusca y grotesca como la de la fontanera Leire Díez ayer.

Dice muy poco del escasísimo respeto que esta mafia tiene hacia la inteligencia hasta de sus propios votantes, su pretensión de que nos creamos que el guión de este nuevo enredo corrupto, en el que se pretendía el asesinato civil de jueces y agentes de la UCO vinculados a la investigación de ese océano en el que navega el entorno sanchista, en el fondo no era otra cosa que la recopilación de datos para la publicación de un libro sobre las tramas ocultas contra el Gobierno por parte de una choni narcisista.

A la vista del mantenimiento del bulo sobre el pretendido asesinato de Pedro Sánchez por parte de un oficial de la Guardia Civil, lo que debería preocupar a los socialistas decentes que aún queden, no es que estos psicópatas mientan como bellacos, sino que den por probada la indigencia mental de todos ellos como terreno abonado para sembrar sus patrañas y mentiras.

A la vista de todo ello, o Emiliano García-Page monta hoy mismo una rebelión, o el PSOE desaparece a manos de estos psicópatas. Una razón más de peso para desbordar de indignación y rabia las calles de Madrid este domingo.