Jennifer Galardi.– Las últimas dos semanas han sido testigos de un gran revuelo en el movimiento “Hagamos que Estados Unidos Vuelva a Ser Saludable”. Gran parte de la conmoción gira en torno a la Dra. Casey Means, nueva candidata del presidente Donald Trump a directora general de salud pública, y a su hermano, Calley Means, asesor especial del secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr.

Algunos miembros de la coalición MAHA han expresado su preocupación por su participación en empresas biotecnológicas, mientras que otros condenan su falta de énfasis en las vacunas. Como era de esperar, los medios de extrema izquierda están en plena campaña, publicando historias más propias de la cadena E! que de los medios serios.

Sin embargo, en medio de todas las distracciones, importantes victorias de MAHA pasan desapercibidas.

La FDA gana

La Administración de Alimentos y Medicamentos no sólo ordenó que tres de los colorantes alimentarios más controvertidos se eliminen de los alimentos procesados, sino que la agencia también llevará a cabo una revisión posterior a la comercialización de todos los productos químicos añadidos a los alimentos.

En un comunicado de prensa reciente, la FDA anunció medidas para aumentar la transparencia y garantizar la seguridad de las sustancias químicas en los alimentos. Según el comunicado, la FDA implementará un sistema de priorización modernizado y basado en la evidencia para la revisión de las sustancias químicas existentes, iniciará un proceso de revisión posterior a la comercialización sistemático y agilizará la revisión de las sustancias químicas actualmente en revisión.

Casi ningún medio de comunicación tradicional cubrió estas historias, y mucho menos las aplaudió. En una polémica audiencia ante la Cámara la semana pasada, Kennedy tuvo que alardear ante la representante Rosa DeLauro, demócrata por Connecticut, quien criticaba duramente a Kennedy por sus esfuerzos de consolidación en el Departamento de Salud y Servicios Humanos. “Congresista DeLauro, usted dice que ha trabajado durante 20 años para eliminar el colorante alimentario. ¡Déme crédito! ¡Lo logré en cien días!”

Repitió su ya popular consigna: «No existen los niños republicanos ni los niños demócratas. Solo hay niños y todos deberíamos preocuparnos por ellos».

En respuesta a los cambios en la FDA, muchas empresas están acelerando sus esfuerzos para cumplir con las nuevas normas. Recientemente, Tyson Foods anunció que eliminará los colorantes derivados del petróleo para finales de mes.

Además, la semana pasada, Kennedy ordenó a la FDA realizar una revisión completa de la popular píldora abortiva mifepristona. Según datos de seguros médicos, 1 de cada 10 mujeres experimentó un evento adverso grave dentro de los 45 días posteriores a la toma de la píldora, incluyendo sepsis, infección y hemorragia.

Según el informe, “la tasa real de eventos adversos graves después de abortos con mifepristona es al menos 22 veces mayor que la cifra resumida de ‘menos del 0,5 por ciento’ en los ensayos clínicos informada en la etiqueta del medicamento”.

Cambios en las recomendaciones de vacunas

La FDA planea introducir un nuevo sistema de revisión para futuras vacunas que requeriría pruebas con placebo, una gran victoria para los partidarios de MAHA.

El Dr. Marty Makary, comisionado de la FDA, manifestó su apoyo a la medida. “Queremos ver vacunas disponibles para personas de alto riesgo”, dijo Makary. “Y, al mismo tiempo, queremos buena ciencia. Queremos buenos datos clínicos”.

La agencia se centra en los datos fiables que ya posee. Años de políticas fallidas contra la COVID-19 precedieron años de efectos secundarios del ARNm no reportados e inyecciones innecesarias. Por fin, las autoridades sanitarias están tomando medidas al respecto. El 20 de mayo, Makary, junto con el Dr. Vinay Prasad, anunció que las agencias federales ya no recomendarán las vacunas contra la COVID-19 para niños y adolescentes.

Además, las autoridades han limitado las recomendaciones para la vacunación continua de personas mayores y de alto riesgo. Es un pequeño paso, pero representa un cambio histórico en el calendario de vacunación infantil de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que, con una sola excepción, siempre crece y nunca se reduce.

Durante muchos años, Trump promocionó su campaña de salud de su primer mandato, la Operación Warp Speed, como un gran éxito. Como resultado, muchos especularon que el presidente obstaculizaría los esfuerzos de Kennedy y otros para reevaluar las vacunas contra la COVID-19. Sin embargo, todas las declaraciones públicas relevantes del presidente respaldan los esfuerzos de Kennedy, incluso si eso implica replantear políticas pasadas a la luz de nueva evidencia.

A principios de este año, Kennedy también sugirió que el HHS revisaría todo el calendario de vacunación infantil, aunque, por el momento, esto sigue siendo un pagaré.

Fin de la investigación sobre ganancia de función

Otro éxito de MAHA se produjo el 5 de mayo, cuando Trump firmó una orden ejecutiva para prohibir la investigación de ganancia de función financiada con fondos federales sobre agentes biológicos y patógenos en países extranjeros considerados de interés. Kennedy calificó la medida como un hito y un avance histórico.

Aunque la orden ejecutiva fue bastante restrictiva, es evidente que las principales autoridades sanitarias reconocen los problemas de esta investigación dondequiera que se lleve a cabo. “Ningún laboratorio lo hace bien, ningún laboratorio es inmune a las filtraciones”, comentó el secretario del HHS durante la firma. El director de los Institutos Nacionales de Salud, Jay Bhattacharya, declaró: “Esta investigación no nos protege contra las pandemias, como algunos podrían decir. Cualquier nación que participe en esta investigación pone en peligro a su propia población y al mundo, como vimos durante la pandemia de COVID”.

“La ganancia de función es un área de la ciencia donde los científicos realmente juegan a ser Dios”, declaró Kennedy en “The Record With Greta Van Susteren”. “Están tomando virus patógenos y haciéndolos más transmisibles, más virulentos y más letales”.

Algunos miembros del movimiento MAHA se han quejado de que estas políticas son demasiado modestas, y puede que sea cierto. Pero cada una representa un cambio radical en las políticas que, hasta hace poco, las élites influyentes consideraban ya establecidas. Entre los seguidores de MAHA, la interpretación más benévola es que Kennedy, Makary y Bhattacharya están optando sabiamente por un enfoque gradual. Es fácil olvidar que solo llevan en sus puestos unos meses.

Al igual que gran parte de la agenda de Trump, ha sido difícil seguir el ritmo de estas importantes reformas sanitarias. Sin embargo, si la coalición MAHA logra mantenerse enfocada y disciplinada, tenemos motivos para esperar que la visión de Trump y Kennedy de lograr un Estados Unidos más saludable tenga éxito.