Funcionarios estadounidenses dieron la bienvenida a un grupo de 59 sudafricanos blancos en el Aeropuerto Internacional Dulles de Washington este lunes por la tarde en una ceremonia en la que se les recibió como refugiados, con el argumento de que huyen de la discriminación y la violencia racial en su país de origen.

Los recién llegados pertenecen a la minoría étnica de los afrikaners, el grupo de blancos que gobernó Sudáfrica durante el apartheid. Las decenas de personas que llegaron este lunes, entre las que se encontraban familias con niños pequeños, llegaron en un vuelo fletado por el Departamento de Estado. Su reasentamiento en Estados Unidos se produce después de que la Administración Trump haya cerrado la admisión de refugiados de casi todos los demás países, incluidos Afganistán, Sudán, la República del Congo y Myanmar.

Los afrikaners fueron recibidos a su llegada por el subsecretario de Estado Christopher Landau y el subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional Troy Edgar.

Landau afirmó que la suspensión del programa de refugiados de Estados Unidos por parte de Trump estaba sujeta desde el principio a excepciones cuando se determinara que redundaba en interés de Estados Unidos. Citó el ejemplo de cuando los refugiados “podían integrarse fácilmente en nuestro país”.

La embajada de Estados Unidos en Pretoria publicó el lunes sus criterios para el proceso de solicitud de asilo: deben «poder demostrar una experiencia pasada de persecución o temor a una persecución futura».

El grupo de identidad afrikáner AfriForum registró 49 asesinatos de agricultores en 2023 y 50 el año anterior.