Foro de AD.- El Papa Francisco será recordado como el líder de la Iglesia que, como ningún otro, buscó unir fuerzas con los centros globales de poder. Su gestión de la vacunación contra el coronavirus plantea preguntas incómodas: ¿Francisco estaba sirviendo a la fe católica o a un nuevo orden mundial tecnocrático?

¿Un “acto de amor”?

Francisco calificó la vacunación contra el coronavirus como un “acto de amor”. Pero lo que parecía un mensaje pastoral resultó ser una campaña cargada ideológicamente:

→ Aquellos que no se vacunaron simplemente ya no recibieron salario en el Vaticano.

→ Los empleados no vacunados fueron presionados y amenazados con sanciones.

→ Tres miembros de la Guardia Suiza dimitieron: rechazaron la inyección.

Coerción moral en lugar de libre conciencia

La línea del Vaticano fue clara:

→ Los teólogos difundieron el “deber moral de vacunar”.

→ La Iglesia pretendió guiar la conciencia de los fieles –y por eso los ignoró-.

Política simbólica con acuñación de monedas

En 2022, el Vaticano acuñó una moneda conmemorativa en honor a la vacunación: una declaración simbólica de apoyo que provocó conmoción en todo el mundo. ¿Se trataba todavía de atención pastoral o de relaciones públicas al servicio del lobby farmacéutico?