Un portavoz de la administración Trump dijo que “no tolerará” violaciones a los derechos de los padres, como una propuesta en Colorado de hacer que el “error de género” sea un motivo potencial para retirar a los niños en disputas por la custodia.

La Ley Kelly Loving, que lleva el nombre de una víctima del tiroteo en el club nocturno Club Q de 2022 perpetrado por Anderson Aldrich, una persona no binaria , establecería que «al tomar decisiones sobre la custodia de menores y determinar el interés superior de un niño a efectos del tiempo de crianza, un tribunal considerará la mención de un nombre falso, la manipulación del género o la amenaza de publicar material relacionado con los servicios de atención médica (supuestamente) de afirmación de género como formas de control coercitivo. Un tribunal considerará las denuncias de control coercitivo al determinar la asignación de responsabilidades parentales de acuerdo con el interés superior del niño».

También prohibiría a los tribunales estatales aplicar o dar validez o efecto a la ley de otro estado que autorice a una agencia estatal a separar a un niño de su padre, madre o tutor porque este permitió que el niño se sometiera a procedimientos peligrosos de “transición de género” y que contenga una serie de requisitos adicionales no relacionados con la custodia. Ya fue aprobada en la Cámara de Representantes de Colorado, pero aún no en el Senado.

En declaraciones al Daily Signal , la portavoz del Departamento de Educación de EE. UU. (DOE), Julie Hartman, declaró que «los niños no pertenecen al gobierno. Pertenecen a los padres».

Sin anunciar ninguna acción específica, agregó, “el departamento no tolerará el abuso a los derechos de los padres, ni de los estudiantes que son víctimas de comportamiento depredador por parte de los adultos que se supone deben protegerlos”.

Los críticos dicen que los activistas transgénero han infligido una amplia gama de daños a la sociedad, tanto a la salud física y mental de los propios individuos con confusión de género como a los derechos, la salud y la seguridad de aquellos que no están de acuerdo, como las niñas y mujeres obligadas a compartir instalaciones íntimas con hombres, las atletas femeninas obligadas a competir contra hombres biológicos con ventajas físicas naturales y los individuos obligados a afirmar identidades sexuales falsas en violación de sus conciencias, su comprensión de los hechos científicos y/o sus creencias religiosas.

Desde que regresó al cargo, el presidente Donald Trump ha tomado múltiples medidas ejecutivas para revertir las políticas transgénero de la administración Biden, incluida una orden que pone fin a todo apoyo federal para los procedimientos de “transición” en menores, rescinde o modifica todos los respaldos anteriores de la burocracia de salud de Biden a la “transición” de menores de edad, y exige una revisión de la literatura médica sobre el tema, haciendo cumplir todas las restricciones existentes sobre la “transición” de menores de edad y tomando medidas regulatorias para “poner fin” a la práctica en la mayor medida posible según la ley actual.

La administración de Trump también ha congelado las subvenciones del Título IX a Maine debido al posible incumplimiento por parte del estado de las normas contra los niños con confusión de género en competiciones deportivas escolares específicas para cada sexo contra niñas reales, y ha abierto investigaciones en Maine y California por políticas relacionadas con las escuelas que ocultan a los padres información sobre la confusión de género de un niño.