El caso es atroz. Entró a la casa de su víctima en dos ocasiones. La primera vez lo hizo con una copia de la llave que tenía, y la segunda, a través de una ventana. En ambas oportunidades la amenazó y la violó.

También la embarazó y le contagió hepatitis C. Ella abortó, lo denunció, lo condenaron a 15 años de prisión pero ahora el hombre volverá a las calles de España tras conseguir su excarcelación gracias a la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual conocida como la ley del ‘solo sí es sí’, impulsada por la ministra de igualdad, Irene Montero.

El fallo divulgado por Ok Diario es indignante y aberrante, cuando este violador reincidente recuperará su libertad en menos tiempo al lograr reducir su pena cuatro años con la fatal normativa que ya acumula 1205 beneficiados con descuentos en su tiempo de condena y 121 agresores excarcelados.

A los magistrados del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, Javier Hernández, Carmen Lamela, Antonio del Moral y Manuel Marchena les correspondió acoger la solicitud del violador reincidente presentada ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Jueces de manos atadas

Ninguno de los cuatro jueces pudo objetar la petición, considerando que ley de Irene Montero provocó modificaciones en el Código Penal que van desde el establecimiento de dos tipos de penas –una para la agresión sexual sin violencia o intimidación, y otra para cuando se den estas circunstancias– hasta la incorporación de nuevas agravantes “cuando para la comisión de estos hechos la persona responsable haya anulado la voluntad de la víctima suministrándole fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto”.

Sin embargo, estos cambios resultaron favorables solo para los victimarios. De hecho, el violador reincidente que alcanzó beneficios podría gestionar una indemnización por haber estado en prisión más tiempo del previsto por la norma que ofreció la “mayor igualdad en Europa”.

La promesa de la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, terminó en mentira y caos. Evidencia hay de sobra. Al caso de este condenado por violación que retornará a las calles, cuando la justicia comprobó que en noviembre de 2008 y febrero de 2009 accedió al domicilio de su víctima sin su consentimiento, se suma la detención en agosto de un hombre de 58 años identificado como Manuel R. C., recientemente beneficiado con la ley que obviamente no se regeneró en prisión, pues intentó abusar de una mujer en Sevilla.

Es indiscutible lo aberrante del escenario que también tiene encima la reducción de un año de la condena impuesta a Ángel Boza, uno de los participantes en la violación grupal en los Sanfermines en 2016, caso conocido como ‘La Manada’, y que dio origen a esta norma.

Una gestión sin logros

El único refugio de Montero son las estadísticas que reportan la condena de 501 menores de edad por haber cometido un total de 636 delitos sexuales en 2022. Sin embargo, el número le juega en contra de su agenda ideológica, cuando confirma un alza de 14 % en los casos. Es la cifra más alta desde 2017 (año en el que se empezaron a contar) cuando se condenaron a 269 jóvenes de entre 14 y 17 años por un total de 609 delitos.

De los 636 delitos cometidos el año pasado, El Mundo precisa que 389 fueron por abusos y agresiones sexuales a menores de 16 años.

Otros 134 casos fueron por abusos sexuales y 27 por agresión sexual, de los cuales cuatro fueron violaciones. Andalucía figura como la comunidad autónoma con el mayor número de casos con un total de 104, seguida por Cataluña con 84 y Comunidad Valenciana con 56. Por su parte, Cantabria, Navarra y La Rioja registraron menos de 5 incidencias.

En lo que se refiere a victimarios adultos tampoco tiene ningún logro que presumir, considerando que el año pasado se condenaron a 3201 personas mayores de edad por haber cometido 3835 delitos, de los cuales 762 fueron considerados abuso y agresión sexual a menores de 16 años, 1458 abuso sexual y 462 agresión sexual, de estas 46 fueron violación.