El Policía Nacional y campeón mundial de Tiro Olímpico de 39 años Jorge Ballesteros ha sido hallado muerto. La Real Federación Española de Tiro Olímpico (RFEDETO) comunicó su fallecimiento este martes por la noche.

El tirador fue encontrado muerto en el interior de su vehículo con un disparo con un arma de fuego en su cabeza.

Inmediatamente fue trasladado al hospital La Paz de Madrid en estado muy grave donde, 24 horas después, falleció. El tirador tenía mujer y dos hijos de corta edad.

Campeón mundial de tiro práctico (IPSC) en división Open en 2017, ganador de tres Europeos, de seis Extreme Europe Open y de 17 campeonatos de España, Ballesteros estaba considerado como el mejor tirador español del momento.

Miguel Francés, presidente de la RFEDETO, ha lamentado la muerte de “un deportista grandioso, de otro planeta; competitivo al máximo, pero con un sentido de la deportividad y una humildad de las que ya no quedan”.

“Llevaba el tiro en la sangre y lo amaba profundamente. Era un ser humano excepcional, un caballero en el deporte y en la vida que nos ganaba a todos los que le tratábamos con su encanto personal, amabilidad y permanente sonrisa, reflejo de su bondad y generosidad”, ha añadido el dirigente.

La RFEDETO ha mostrado por sus redes sociales el pesar que les ha causado la noticia del deportista español de Recorridos de Tiro con mayor número de títulos y más importantes, “a la vez que uno de los más queridos y admirados nacional e internacionalmente”.

Una pérdida que se une a la que el mundo del deporte vivió el pasado viernes, con el fallecimiento del general Juan Esteban Verástegui, campeón del Mundo de Avancarga y vicepresidente para Armas Históricas de la Real Federación Española de Tiro Olímpico.

Además, desde la RFEDETO aseguran recibir continuamente “incontables muestras de pesar y testimonios de desconsuelo de deportistas de todas las edades y modalidades”, así como técnicos, jueves-árbitros y clubs de todos los puntos de España.

Jorge Ballesteros, nacido el 27 de mayo de 1983 en San Sebastián (Guipúzcoa), desde pequeño tenía “una gran adicción a los deportes y facilidad para practicarlos”. Desde joven soñó con ser un gran tirador y su progenitor le introdujo en esa especialidad, “en la que comenzó a entrenar con tan solo 16 años”.